Es una condición en la cual el prepucio no puede ser retraído (hacia atrás), debido a una abertura demasiado estrecha.
Pero si no hay ningún problema con la micción, las relaciones sexuales o las infecciones, no requiere tratamiento.
Lo que ocurre normalmente es que al nacer, el prepucio y el glande (cabeza del pene) se fusionan, pero por lo general se separan el uno del otro durante la infancia (a la edad de 3 años).
La mayoría de los casos de fimosis son leves, pero un pequeño porcentaje de niños desarrollan una forma severa que se manifiesta con un abultamiento del prepucio durante la micción.
El borde del prepucio puede tener un aspecto pálido con cicatrices el cual será incapaz de plegar cuando se tira de este.
Causas de la fimosis adquirida
La mayoría de los casos de fimosis ocurren al nacer pero hay otro tipo llamada adquirida o fimosis «patológica». Este tipo de fimosis es causada por cualquier número de causas que incluyen:
- Balanitis (Inflamación de la membrana mucosa que reviste el glande).
- Espalda que tira excesivamente del prepucio.
- Masturbación.
- El frenillo es demasiado corto que restringe el prepucio (frenillo breve).
- Diabetes.
- Cateterización frecuente (inserción de un catéter urinario).
- La falta de higiene.
- Infección.
La fimosis se confunde a menudo con el breve estado del frenillo pero la principal diferencia es que la fimosis produce una banda de tejido cicatrizal que se forma en el prepucio mientras que el frenillo breve significa que es demasiado corto.
En ambos casos, esto le impide tirar del prepucio hacia atrás.
Factores de riesgo
Es más probable que ocurra en niños mayores con:
- Infecciones repetidas del tracto urinario.
- Infección del prepucio.
- Repetida manipulación del prepucio.
- Trauma en el prepucio.
En los adultos, los factores de riesgo para la fimosis incluyen infecciones de transmisión sexual.
La fimosis puede ser causada por una afección de la piel, como:
- Eczema: una afección a largo plazo que causa picazón, enrojecimiento, sequedad y agrietamiento de la piel.
- Psoriasis: esta afección de la piel hace que parches de piel se vuelvan rojos, escamosos y con costra.
- Liquen plano: una erupción que pica y puede afectar diferentes áreas del cuerpo. No es contagioso.
- Liquen escleroso: esta condición causa cicatrices en el prepucio que pueden llevar a la fimosis. Puede ser causado por una irritación urinaria.
Síntomas de la fimosis
La fimosis no siempre conduce a síntomas. Sin embargo, cuando lo hace, estos pueden incluir enrojecimiento, dolor o hinchazón.
Un prepucio apretado puede interferir con el paso normal de la orina. En casos severos, esto puede evitar que la persona vacíe su vejiga completamente.
La fimosis puede provocar inflamación del pene, llamada balanitis, o inflamación del glande y del prepucio, llamada balanopostitis. Estas condiciones tienden a ser causadas por una mala higiene.
Los síntomas de la balanitis incluyen:
- Dolor, picazón y mal olor.
- Enrojecimiento e hinchazón.
- Una acumulación de líquido espeso.
- Dolor al orinar.
Durante el sexo, la fimosis puede causar dolor, división de la piel o falta de sensibilidad. Usar un condón y usar lubricante puede hacer que el coito sea más cómodo.
Diagnóstico
Un médico tomará un historial completo de la persona y le preguntará acerca de cualquier infección previa en el pene o lesiones que puedan haber tenido.
También pueden preguntar sobre el impacto de cualquier síntoma en la actividad sexual. Un examen físico incluirá mirar el pene y el prepucio.
El médico puede ordenar pruebas de orina para detectar infecciones de orina o tomar una muestra del área del prepucio para detectar bacterias.
La fimosis es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2. A los adultos que presentan un prepucio apretado se les pueden hacer análisis de sangre y orina para verificar sus niveles de azúcar en la sangre, como resultado.
Tratamiento de la fimosis
Las opciones de tratamiento para la fimosis dependen de los síntomas que ocurren. La mayoría de los casos de balanitis se tratan fácilmente con una buena higiene, cremas y ungüentos.
Se recomienda a las personas que limpien el pene diariamente con agua tibia y que lo sequen suavemente para mejorar la higiene.
Deben evitar el uso de jabón, baño de burbujas o champú en los genitales y secarse debajo del prepucio después de orinar.
Un médico puede recomendar el uso de una crema o ungüento esteroide para ayudar con la irritación.
Si la balanopostitis ha sido causada por una infección bacteriana o por hongos, puede ser necesaria una crema antimicótica o un tratamiento con antibióticos.
En casos de balanitis o balanopostitis severas o repetidas, los médicos pueden recomendar tratar la fimosis en sí.
Pueden prescribir cremas esteroides para ayudar a suavizar el prepucio y facilitar su retracción, o la cirugía puede ser una opción.
Los médicos pueden sugerir la circuncisión, en la cual se extrae todo o parte del prepucio, aunque el procedimiento conlleva el riesgo de sangrado e infección.
También puede ser posible una operación para liberar quirúrgicamente las áreas donde el prepucio se pega al glande. Esto preservará el prepucio, pero no necesariamente evitará que la fimosis vuelva a ocurrir.
Condiciones relacionadas
La parafimosis describe cuando un prepucio retraído no puede volver a su posición original. Este problema hace que el glande se vuelva doloroso e inflamado.
Se necesita atención médica de emergencia para evitar un dolor más grave y para impedir que el flujo de sangre al pene se restrinja.
Los médicos pueden aplicar un gel anestésico local mientras presionan el glande y empujan el prepucio hacia adelante.
En algunos casos, puede ser necesario hacer una pequeña hendidura en el prepucio para aliviar la presión. En casos severos, se puede recomendar la circuncisión.
En casos raros y muy graves, la falta de flujo de sangre al pene puede causar la muerte del tejido. Si esto sucede, es posible que el pene deba ser extirpado quirúrgicamente.
Prevención de la fimosis
La prevención de los síntomas de la fimosis se basa en una buena higiene.
Limpiar suavemente el pene y debajo del prepucio, con agua tibia, todos los días ayudará a evitar problemas. Esto facilitará mantener la piel suelta y evitar la infección.
Cuidando un pene no circuncidado
Se recomienda que los hombres con un pene no circuncidado retiren el prepucio y lo laven por debajo con agua tibia.
El uso de un jabón suave o no perfumado reducirá el riesgo de irritación y evitará el uso de talco o desodorante en el área.
La mayoría de los bebés varones no circuncidados tienen un prepucio que no se retirará porque aún está adherido al pene. Comenzará a desprenderse naturalmente entre los 2 y 6 años de edad, aunque podría llevar más tiempo.
Los padres no deben intentar forzar el prepucio hacia atrás antes de que esté listo, ya que esto puede ser doloroso y dañar el prepucio.
Panorama
Si bien los síntomas de la fimosis pueden ser incómodos, la condición en sí no es potencialmente mortal. Los síntomas de la fimosis se tratan fácilmente sin efectos duraderos.
Existe cierta evidencia de que los prepucios apretados pueden estimular el desarrollo de tumores en el pene, aunque se necesita más investigación en esta área.