Es una complicación del embarazo caracterizada por la hipertensión arterial y daño a otros órganos.
Por lo general comienza después de 20 semanas de embarazo en una mujer cuya presión arterial ha sido normal. Incluso un ligero aumento de la presión arterial puede ser un signo de preeclampsia.
Si no se trata, la preeclampsia puede conducir a problemas graves incluso mortales.
Síntomas de la preeclampsia
La preeclampsia a veces se desarrolla sin síntomas. La supervisión de la presión arterial es una parte importante de la atención prenatal porque la primera señal de preeclampsia es comúnmente un aumento de la presión arterial.
Otros signos y síntomas de preeclampsia pueden incluir:
- El exceso de proteína en la orina (proteinuria) o signos adicionales de problemas renales.
- Dolores de cabeza severos.
- Náuseas o vómitos.
- Disminución de la diuresis.
- Disminución de los niveles de plaquetas en la sangre (trombocitopenia).
- Insuficiencia hepática.
- Dificultad para respirar, causada por el líquido en los pulmones.
El aumento repentino de peso e hinchazón (edema), sobre todo en la cara y las manos, a menudo acompaña a la preeclampsia. Pero estas cosas ocurren también en muchos de los embarazos normales, por lo que no son considerados signos de preeclampsia.
¿Qué causa la preeclampsia?
La causa exacta de la preeclampsia es desconocida. Los expertos creen que comienza en la placenta (el órgano que nutre al feto durante el embarazo).
Al comienzo del embarazo, nuevos vasos sanguíneos se desarrollan y evolucionan de manera eficiente para enviar sangre a la placenta.
En las mujeres con preeclampsia, no parece que estos vasos sanguíneos puedan desarrollarse correctamente.
Son más estrechos que los vasos sanguíneos normales y reaccionan de manera diferente a la señalización hormonal, lo que limita la cantidad de sangre que puede fluir a través de ellos.
La mayoría cree que hay un problema con el desarrollo de la placenta porque los vasos sanguíneos que la suministran son más estrechos de lo normal y responden de manera diferente a las señales hormonales.
Debido a que los vasos sanguíneos son más estrechos de lo normal, el flujo sanguíneo es limitado.
La razón por la cual los vasos sanguíneos se desarrollan de manera diferente no se entiende completamente, pero varios factores pueden jugar un papel importante; incluso:
- Daño a los vasos sanguíneos.
- Flujo sanguíneo insuficiente hacia el útero.
- Problemas del sistema inmune.
- Factores genéticos.
Diagnóstico de la preeclampsia
Para realizar un diagnóstico de preeclampsia, las dos pruebas siguientes deben ser positivas:
Hipertensión
La presión arterial de la mujer es demasiado alta. Una lectura de presión arterial por encima de 140/90 milímetros de mercurio es anormal en el embarazo.
Proteinuria
La proteína se detecta en la orina. Las muestras de orina se recogen durante 12 horas o más, y se evalúa la cantidad de proteína. Esto puede indicar la severidad de la condición.
El médico también puede ordenar otras pruebas de diagnóstico:
- Análisis de sangre: para ver qué tan bien están funcionando los riñones y el hígado y si la sangre se está coagulando adecuadamente.
- Ecografía fetal: el progreso del bebé se vigilará de cerca para asegurarse de que estén creciendo correctamente.
- Prueba de estrés: el médico verifica cómo reaccionan los latidos del corazón del bebé cuando se mueven. Si el ritmo cardíaco aumenta 15 latidos o más por minuto durante al menos 15 segundos dos veces cada 20 minutos, es una indicación de que todo es normal.
Tratamiento de la preeclampsia
La preeclampsia no se cura hasta que el bebé nace.
Hasta que la presión sanguínea de la madre desciende, corre un mayor riesgo de sufrir un derrame cerebral, sangrado severo, separación de la placenta y convulsiones.
En algunos casos, especialmente si la preeclampsia comenzó temprano, el parto puede no ser la mejor opción para el feto.
A las mujeres que tuvieron preeclampsia en embarazos anteriores se les recomienda asistir a las sesiones prenatales con mayor frecuencia. Los siguientes medicamentos pueden ser recomendados:
- Antihipertensivos: se usan para bajar la presión arterial.
- Anticonvulsivos: en casos severos, estos medicamentos se usan para prevenir una primera convulsión. El médico puede prescribir sulfato de magnesio.
- Corticosteroides: si la madre tiene preeclampsia o síndrome de HELLP, estos medicamentos pueden mejorar el funcionamiento de las plaquetas y el hígado. Esto puede prolongar el embarazo. También aceleran el desarrollo de los pulmones del bebé, lo cual es importante si van a nacer prematuramente. El mejor tratamiento para el síndrome de HELLP suele ser administrar lo antes posible.
Descanso
Si la mujer está lejos del final de su embarazo y sus síntomas son leves, el médico puede recomendarle que descanse en la cama. El descanso ayuda a bajar la presión arterial, lo que a su vez aumenta el flujo de sangre a la placenta, lo que beneficia al bebé.
Se aconseja a algunas mujeres que se acuesten en la cama y que se sienten o se levanten cuando sea necesario. A otros se les puede permitir sentarse en un sillón, sofá o cama, pero tendrán sus actividades físicas estrictamente limitadas.
La presión arterial y las pruebas de orina se llevarán a cabo regularmente. El bebé también será vigilado de cerca.
En casos severos, es posible que la mujer deba ser hospitalizada y que se le dé reposo en cama continuo donde se la vigilará de cerca.
Induciendo el parto
Si la preeclampsia se diagnostica cerca del final del embarazo, los médicos pueden recomendar el parto del bebé lo antes posible.
En casos muy graves, puede no haber elección y se induce el parto o se realiza una cesárea lo antes posible. Durante el parto, la madre puede recibir sulfato de magnesio para mejorar el flujo sanguíneo uterino y prevenir las convulsiones.
Los síntomas de la preeclampsia deben desaparecer a las pocas semanas del parto.
¿Cuáles son las complicaciones de la preeclampsia?
La preeclampsia es una condición muy grave. Puede ser potencialmente mortal tanto para la madre como para el niño si no se trata. Otras complicaciones pueden incluir:
- Problemas de sangrado debido a los bajos niveles de plaquetas.
- Desprendimiento de la placenta (ruptura de la placenta de la pared uterina).
- Daño al hígado.
- Insuficiencia renal.
- Edema pulmonar.
Las complicaciones para el bebé también pueden ocurrir si nacen demasiado pronto debido a los esfuerzos para resolver la preeclampsia.