Esta es una condición en la que un paciente le teme a la gente, ya sea absolutamente a todos o a personas de una determinada categoría.
Uno de los trastornos fóbicos más inusuales en la psiquiatría es la antropofobia. En la mayoría de los casos, la fobia se refiere a cualquier persona que pasa, independientemente de su apariencia, género, condición social o edad.
No se debe confundir la antropofobia con una fobia social similar: un miedo a la sociedad, estos tienen miedo de los grupos de personas, y en cambio los antropófobos se relacionan negativamente con un solo individuo.
Epidemiología
La antropofobia la puede sufrir por igual, tanto hombres como en mujeres. Con mucha frecuencia, la patología se encuentra en adolescentes, esta edad se considera que es la más fóbicamente vulnerable.
En la mayoría de los casos, los padres notan que su hijo se retrae y se deprime en caso de que alguien se acerque a él, y también de alguna manera viola su espacio personal.
El paciente prefiere la soledad y no lo oculta, en cualquier contacto con otras personas expresa todos los signos de incomodidad.
Causas de la antropofobia
La antropofobia se considera una fobia específica porque es un miedo abrumador e irracional a algo que normalmente no representa un peligro real para otras personas, pero que aún logran provocar comportamientos de ansiedad y evitación en las personas con esta condición.
La antropofobia, al igual que otras fobias específicas, es duradera y puede afectar negativamente su capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas, como trabajo, educación y relaciones sociales. La causa exacta de la antropofobia no se entiende bien. Pero los expertos dicen que algunas posibilidades incluyen:
- Experiencias pasadas negativas con hombres, como violación, agresión física, abuso mental o físico, negligencia o acoso sexual.
- La genética y su entorno, que puede incluir un comportamiento aprendido.
- Cambios en el funcionamiento del cerebro.
Algunas personas corren más riesgo de antropofobia que otras. Los que están en mayor riesgo incluyen:
- En los niños, la mayoría de las fobias, incluida la androfobia, ocurren en la primera infancia, generalmente a los 10 años.
- Parientes que han tenido fobias o ansiedad, esto puede ser el resultado de un comportamiento heredado o aprendido.
- Poseer un temperamento o personalidad sensible, inhibida o negativa.
- Una experiencia negativa en el pasado.
- Escuchar de segunda mano sobre una experiencia negativa con hombres de un amigo, miembro de la familia o incluso un extraño.
Los psicólogos aún no pueden dar una respuesta inteligible a la cuestión de las causas del desarrollo de la antropofobia.
Todas las explicaciones ofrecidas por especialistas tienen la forma de teorías, según las cuales la razón yace lo suficientemente profunda en el subconsciente, y supuestamente nace allí en la primera infancia.
Puede haber muchas opciones para el desarrollo de antropofobia.
Esto puede ser el resultado de un fuerte insulto infantil, los hechos de la violencia contra el niño, el susto severo u otros choques, que son agudamente percibidos por la psique del niño vulnerable.
Como resultado, el niño comienza a comportarse de forma aislada, y este comportamiento con la edad solo se agrava, adquiriendo este estado como un rasgo de su carácter.
Un adulto que ha crecido y no puede confiar en otras personas, le resulta mucho más cómodo para él pasar tiempo a solas, es indeciso y siempre trata de mantenerse a una distancia segura de las personas para la supuesta seguridad de sí mismo.
Factores de riesgo
A pesar de que la antropofobia, en la opinión de personas conocedoras, nace a una edad temprana, clínicamente puede manifestarse mucho más tarde.
Y existen factores pueden contribuir a esto:
- Una poderosa carga de estrés.
- La fatiga crónica.
- Un estado depresivo.
- Presencia de crisis nerviosas como cuando una persona es testigo de un crimen o él mismo es atacado.
Los habitantes de las grandes ciudades son especialmente susceptibles al desarrollo de antropofobia.
La psique del individuo es sometida a diario a bastante estrés: es el alboroto urbano, el ruido, las multitudes constantes de personas y la imposibilidad práctica de crear un espacio personal de calidad.
Se cree que una perturbación de la psique como la antropofobia, en primer lugar, afecta a los pacientes que anteriormente tenían una baja autoestima.
Estas personas a menudo recibían una ráfaga de críticas de los demás como sus jefes u otras personas que representan una autoridad para ellos, personas que siempre han presionado y obligado a tomar decisiones no convencionales, o les han privado de sus propias opiniones.
Debido a la baja autoestima y la falta de confianza en sí mismo, el antropofóbico se convierte en rehén de las propias sensaciones y está constantemente en tensión, inconscientemente busca momentos que le libren de una nueva ola de incomodidad.
A veces la antropofobia se desarrolla debido a otros trastornos de la psique. Por ejemplo, una persona podría tener miedo a la publicidad o temer que se ría de él en alguna situación.
Estas personas tienen una gran cantidad de complejos que se relacionan no solo con sus habilidades, sino también con las características externas.
Síntomas de la antropofobia
La antropofobia no siempre es lo mismo, porque el grado de trastorno mental en diferentes personas también suelen ser diferente.
Sin embargo, hay algunos signos comunes de la enfermedad, por lo que se puede reconocer:
- Miedo que ocurre ante cualquier persona, este puede manifestarse en forma de disgusto por las personas: mientras el paciente irrita cualquier toque táctil, miradas y frases en su dirección.
- Un sentido especial de miedo a los extraños, con un rechazo completo de la comunicación con ellos.
- La inaceptabilidad de ciertas características del individuo o su apariencia como una fobia puede manifestarse solo en relación con personas calvas, gordas o borrachas, o con personas con un color de ojos oscuro, barba, entre otros.
Cuando la comunicación es forzada con personas desagradables para los individuos enfermos, estos desarrollan un ataque de pánico y los primeros signos pueden ser los siguientes:
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Aumento de la sudoración.
- Presencia de disnea.
- Temblor de dedos o manos.
- Estupor.
- Dolor abdominal, malestar en el estomago.
- Mareos.
El paciente generalmente siente el inicio de un ataque y puede tomar medidas para prevenirlo.
Tales medidas a menudo se ven como signos compulsivos:
- Acariciarse a uno mismo.
- Tamborilear con los dedos y provocar ruidos.
- Cambiar de un pie a otro, de forma impaciente.
Etapas
La antropofobia puede tener lugar en una forma leve, cuando es suficiente para que un paciente haga algunos esfuerzos volitivos para superar la sensación de miedo.
En tal situación, el paciente, aunque se siente incómodo, aún así, según sea necesario, se comunica con otras personas y no evita a la sociedad.
Sin embargo, en una etapa progresiva, controlar las emociones y el comportamiento se vuelve más difícil.
El paciente con el tiempo generalmente puede rechazar cualquier comunicación con extraños.
Si de repente hay un contacto accidental, esto puede provocar un ataque de irritabilidad, agresión, sudoración excesiva, temblores y taquicardia.
En situaciones de gravedad, el paciente lleva un estilo de vida hermético, sin permitir que casi nadie, incluso aquellos que abiertamente quieren ayudarlo.
La antropofobia puede tomar la forma de:
- Monofobia: ocurre cuando hay un objeto que causa un ataque de pánico.
- Polifobia: ocurre cuando hay muchos objetos que provocan un ataque.
Además, la fobia puede ser directa, miedo a las personas en general y la llamada fobia a las consecuencias, miedo a cualquier consecuencia negativa después de comunicarse con las personas.
En cuanto a la fobia a las consecuencias, el paciente puede temer ser ridiculizado o decir algo fuera de lugar.
Complicaciones y consecuencias
La antropofobia es un trastorno peligroso porque limita completamente al paciente en términos de su participación en el medio así como su desarrollo social.
La antropofobia siempre tiene problemas con el trabajo, con los estudios, con el establecimiento de relaciones personales, entre otros.
Una antropofobia grave a menudo representa que cuando se comunican con otras personas, puede suceder algo irremediablemente malo.
Desde cualquier situación difícil, todos los intentos de ofrecer ayuda al paciente siguen siendo rechazados, empeorando su salud.
En algunos casos, un ataque de antropofobia puede llevar al paciente a un estado de agresión, esto puede ser peligroso, tanto para las personas que lo rodean como para el paciente mismo.
Diagnóstico de la antropofobia
Para establecer el diagnóstico de una antropofobia, solo un especialista competente y experimentado es capaz de tomar en cuenta ciertas características y criterios de la enfermedad.
Si una persona evita la comunicación, esto no siempre significa que padece antropofobia.
A veces, la propensión a la soledad se convierte en una manifestación de la depresión estacional o es un signo temporal de un período difícil en la vida de un individuo.
Para el diagnóstico correcto, el médico se comunica no solo con el paciente, sino también con su entorno: amigos y familiares cercanos.
El especialista debe conocer no solo el comportamiento del paciente en el consultorio, sino también las condiciones en su hogar, estudio o trabajo. El diagnóstico instrumental ayudará a determinar el grado de estado de pánico en una situación incómoda.
Por ejemplo, un electrocardiograma puede detectar un aumento en la frecuencia cardíaca. La tomografía computarizada y la resonancia magnética permitirán evaluar el estado de los vasos cerebrales.
El principal método de diagnóstico para determinar la antropofobia es el examen directo por un psiquiatra.
El diagnóstico diferencial generalmente se realiza con otros trastornos de ansiedad y fóbicos, por ejemplo, con fobia social, con trastorno de ansiedad generalizada, con trastorno de pánico o trastorno de estrés postraumático, es decir, con patologías en las que se encuentran reacciones similares a ciertos objetos o situaciones.
Teniendo esto en cuenta, el médico debe tener la oportunidad de evaluar cualitativamente el estado del paciente y elaborar un plan para su tratamiento.
Tratamiento
Se recomienda al paciente practicar la respiración abdominal durante un ataque. La exhalación debe ser dos veces más larga que la inhalación.
Se recomienda al paciente tomar una ducha de contraste, masajear las orejas, los dedos de las manos y los pies, para relajarse.
Puede tomar medicamentos como gotas de valeriana, tintura de agripalma o pión, valocordin.
El médico puede prescribir tranquilizantes como fenazepam o diazepan, fármacos nootrópicos como mexidol y glicida y antidepresivos como fluoxetina y pirazidol.
La dosificación de tales medicamentos es prescrita individualmente para cada paciente por el médico tratante.
Además, a un paciente con antropofobia se recomienda seguir una dieta libre de alcohol, bebidas estimulantes como café o té fuerte, chocolate y especies picantes.
El yoga y la gimnasia respiratoria se consideran muy útiles. Y adicionalmente se pueden realizar otro tipo de terapias como:
- El acudir a un terapeuta consejero.
- Al asistir a sesiones de psicoanálisis.
- Cuando se acude a sesiones de hipnosis (ordinaria o ericksoniana).
- Acudir a sesiones de programación neurolingüística.
Prevención
La prevención de la antropofobia puede ser una educación autosuficiente, una personalidad segura de sí misma, con un alto nivel de autoestima y una actitud normales hacia los demás.
Los padres deben explicarle al niño desde una edad temprana qué es lo que le puede esperar en la vida, qué peligros pueden afrontar, para que a medida que crezca, esté listo para soportar valientemente todas las adversidades que pudieran presentársele.
Además, desde una edad temprana es aconsejable proteger al bebé del estrés y situaciones trágicas.
Especialmente no se debe exponer al niño a la violencia, ni puede asustarse: los niños pequeños tienen una psique demasiado sensible que absorben las experiencias negativas como una esponja.
Si el niño tiene miedo, es necesario que se le hable suavemente, se le explique que no hay necesidad de tener miedo, pero en ningún caso debe burlarse del niño y molestarlo.
Los juegos y la confianza que puedan brindarle personas cercanas pueden servir como un excelente sustituto de la psicoterapia.
Sin embargo, si el miedo del niño se vuelve patológico, si no tiene una base clara y no está psicológicamente condicionado, entonces es necesario consultar a un psiquiatra infantil lo más pronto posible.
Pronóstico
La antropofobia se puede curar si se busca ayuda de un psicoterapeuta, y cuanto antes se haga, mejor.
Un enfoque médico competente, con la ayuda del paciente, necesariamente conlleva a la calma e incluso la necesidad de comunicación humana del paciente.
Es posible deshacerse de la patología de forma independiente, pero solo en las etapas iniciales de la enfermedad, pero es mejor llevar a cabo el tratamiento bajo la supervisión de un especialista experimentado.
Si se ignoran los síntomas de la enfermedad, en el futuro la antropofobia puede llegar a transformarse en un aislamiento absoluto de una persona de la sociedad, así como la aparición de otros trastornos adicionales de la psique.