Es una alteración que provoca un enlentecimiento en el lenguaje de grado variable, provocada por una lesión en el cerebro.
Este trastorno, va acompañado de una disminución en la capacidad de modular el tono de voz y en la fluidez verbal.
El tono de voz puede tornarse aplanado y monótono y se observa una gran dificultad a la hora de articular las palabras.
Es posible que en algunas ocasiones se presente un mutismo en grado variable.
La comprensión verbal en los casos de bradilalia se mantiene, la persona puede entender todo lo que se le dice perfectamente, aunque exista un enlentecimiento en el acto de hablar o la emisión del lenguaje.
Este tipo de afectación no aparece espontáneamente, la bradilalia puede ser ocasionada por una patología orgánica, o psicológica, o ambas y es común en los estados depresivos.
La bradilalia es un síntoma e indicador de la existencia de daños neuronales más que de un trastorno per se.
Causas de la bradilalia
La bradilalia se presenta a causa de alguna lesión cerebral que se presenta específicamente en aquellas áreas del cerebro que están vinculadas con el habla o la producción del lenguaje.
La bradilalia está causada por accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneoencefálicos, enfermedades neurodegenerativas (Parkinson, Alzheimer).
Hay otras circunstancias, como los pacientes psicóticos con sintomatología negativa, que producen deterioro cognitivo, y que pueden generar la bradilalia.
También se ha observado bradilalia en algunos casos de intoxicaciones y envenenamientos, que afecten el sistema nervioso.
Se ha reportado en pacientes que padecen de infecciones cerebrales, como la encefalitis, que han dado origen a alteraciones del lenguaje como la bradilalia.
Es probable encontrar la bradilalia, aunque en menor grado, en los pacientes que presentan problemas psiquiátricos, como la depresión mayor, o algún otro problema de tipo psicótico.
También se ha observado en pacientes que presentan trastornos del neurodesarrollo.
Expresión del síntoma
Se puede comparar el bradilálico con una persona ebria.
En la mayoría de las veces, la bradilalia, está precedida de problemas neurológicos adquiridos por accidentes, o congénitos.
También por el uso de medicamentos como en el caso de la depresión, donde los efectos secundarios de los medicamentos que afectan el funcionamiento neurofisiológico del paciente.
Estas afecciones provocan la aparición del síntoma y se observa una discontinuidad, que se debe a un incremento en la inercia del movimiento de los músculos responsables de generar la voz y el habla.
En este tipo de individuos los gestos articulatorios son lentos y muy descoordinados, se pueden observar bloqueos en el habla, tartamudeo, prolongación o repetición de los sonidos de las palabras, conversación monótona y con poca entonación expresiva.
La continuidad del mensaje hablado se pierde debido a la expansión del tiempo y el ritmo de transmisión, lo que genera un trecho muy largo entre el inicio y el final del mensaje y se pierde la sistesis de la idea del pensamiento que se quiere transmitir.
Consecuencias de la bradilalia
Esta capacidad fundamental como lo es el habla, puede tener graves consecuencias en la mayoría de personas que padecen de bradilalia.
Los problemas de las personas que padecen de bradilalia, van más allá de la dificultad para hablar.
Las repercusiones funcionales se presentan frecuentemente en el momento de mantener una conversación, ya que se generan dificultades a nivel personal y social.
Es probable que se disminuya la vida social y se dificulte que las comunicaciones se realicen de forma eficaz, inclusive se pueden minusvalorar las capacidades mentales del paciente.
A nivel laboral también se pueden presentar grandes repercusiones, dificultando o impidiendo el cumplimiento de las actividades normales en el trabajo.
Es muy frecuente que la bradilalia genere una alteración a nivel emocional, en especial si aparece acompañada de síntomas de irritabilidad, de una disminución de la autoestima, síntomas de ansiedad o un incremento de los problemas de depresión, en especial si este síntoma es causado una enfermedad psiquiátrica.
Los pacientes que presenta bradilalia son conscientes de la presencia de las dificultades del habla.
Se observa la evitación de cualquier contacto social, una desmotivación general acompañada con la perdida de ganas de hacer cosas, también pueden aparecer cierta desesperanza.
Todos estos efectos son especialmente frecuentes en aquellos casos en que el paciente no presenta mejorías.
Diagnóstico
El diagnóstico lo realiza un especialista en lenguaje.
Generalmente la bradilalia se presenta acompañada de otros trastornos, por lo que a veces se dificulta su diagnostico, por lo que es necesario que se midan durante el diagnostico los niveles de inteligencia, percepción, atención y capacidades de lectoescritura.
Tratamiento de la bradilalia
El tratamiento para la bradilalia va a depender de las causas que la provoquen.
Por lo general requieren de un prolongado periodo de tiempo para poder observar los avances y no siempre es posible alcanzar una recuperación total de la rapidez normal del habla.
Esto se debe a que la alteración surge de un deterioro de una parte del sistema nervioso y puede ser temporal o permanente, según sea el problema que lo ocasionó.
Cuando la bradilalia fue causada por una intoxicación o una depresión, es probable la recuperación cuando se aplica el tratamiento para la afección.
En los casos de accidentes cerebrovasculares o de enfermedades neurodegenerativas, el tratamiento es multidisciplinario.
Los tratamientos pueden requerir de una combinación de fisioterapia, fortalecimiento de los músculos bucofonatorios y respiratorios, fonoaudiología, trabajo ocupacional, terapia de lenguaje y estimulación cognitiva.
Cuando este síntoma se presenta en niños con trastornos del neurodesarrollo, es necesario tener en cuenta sus dificultades en el aula y hay que llevar a cabo adaptaciones curriculares y una planificación individual según sea el caso.