Se caracteriza por pensamientos excesivos y una obsesión con un defecto imaginario o un pequeño defecto físico, cuya percepción de la persona es completamente desproporcionada.
La persona con dismorfofobia tiene una mala imagen de sí misma. Estas manifestaciones obsesivas conducen a actitudes negativas o incluso dañinas para la persona (pensamiento destructivo, emociones incontrolables, comportamiento desproporcionado, etc).
Estos pueden afectar la vida social, familiar y profesional del paciente.
El trastorno dismórfico corporal es un trastorno mental en el que el dismorfóbico no puede dejar de pensar en uno o más defectos en su apariencia, un defecto que para otros es menor o no observable.
Pero puede sentirse tan avergonzado y ansioso que puede incluso evitar muchas situaciones sociales.
Causas de la dismorfofobia
La dismorfofobia es un trastorno obsesivo de la conducta, caracterizado por una exageración de un defecto, que incluso puede ser imaginario. Las causas de tal síndrome son poco conocidas.
Al igual que muchas otras enfermedades mentales, el trastorno dismórfico corporal puede ser el resultado de una combinación de causas, como:
Cerebrales
Las anomalías en la estructura del cerebro o neuroquímica pueden jugar un papel en causar desorden dismórfico corporal.
Genéticas
Algunos estudios muestran que el trastorno dismórfico corporal es más común en las personas cuyos parientes consanguíneos también tienen esta afección o trastorno obsesivo-compulsivo.
Ambiente
El entorno, las experiencias de vida y la cultura pueden contribuir al desorden dismórfico o dismorfofobia, especialmente si implican evaluaciones sociales negativas sobre su cuerpo o autoimagen, o incluso negligencia o abuso infantil.
Factores de riesgo
Ciertos factores parecen aumentar el riesgo de desarrollar o desencadenar una dismorfofobia, que incluyen:
- Tener familiares consanguíneos con dismorfofobia o trastorno obsesivo compulsivo.
- Experiencias de vida negativas, como burlas y traumas infantiles.
- Ciertos rasgos de personalidad, como el perfeccionismo.
- Presión social sobre expectativas de belleza.
- Tener otro trastorno psiquiátrico, como ansiedad o depresión.
Dado que la dismorfofobia afecta particularmente a los adolescentes, la pubertad es un factor de riesgo.
Ya que, los adolescentes están más preocupados en su morfología, especialmente por los cambios significativos en su cuerpo.
Complicaciones de la dismorfofobia
Las complicaciones que pueden ser causadas por la dismorfofobia incluyen, por ejemplo:
- Fuertes estados depresivos u otros trastornos del estado de ánimo.
- Pensamientos o comportamientos suicidas.
- Desórdenes de ansiedad.
- Problemas de salud debido a conductas tales como las cirugías o trastornos de alimentación.
- Desorden obsesivo compulsivo.
- Abuso de drogas.
Prevención
No hay forma conocida de prevenir la dismorfofobia.
Sin embargo, debido a que el trastorno dismórfico corporal a menudo comienza a principios de la adolescencia, la identificación temprana del trastorno y el inicio del tratamiento pueden ser beneficiosos.
El tratamiento de mantenimiento a largo plazo también puede ayudar a prevenir una recaída de los síntomas.
Síntomas de la dismorfofobia
Los signos y síntomas del trastorno dismórfico corporal incluyen:
- Estar extremadamente preocupado con un defecto percibido en la apariencia que para otros no se puede ver o parece ser menor.
- Fuerte creencia de que se tiene un defecto en la apariencia que le hace feo o deforme.
- La creencia del individuo que padece la dismorfofobia de que los demás prestan especial atención a la apariencia de una manera negativa o se burlan.
- Hacer citas excesivas con profesionales de la salud y el uso de cirugía estética.
- Depresión, ansiedad, así como otros sentimientos y emociones.
- Las manifestaciones y los signos clínicos de la dismorfofobia también pueden provocar trastornos mentales.
- La necesidad de ocultar el defecto percibido, con maquillaje o ropa, es difícil de resistir o controlar, o revisarse el espejo continuamente.
- Esconder la parte del cuerpo que causa la fobia usando sombrero, bufanda, guantes.
- Pasar el tiempo mirándose en el espejo y escudriñando este «defecto imaginario» o desalojando espejos y superficies brillantes que pueden reflejar su imagen.
- Comparar constantemente su apariencia con otros.
- Tener tendencias perfeccionistas.
- Búsqueda de procedimientos cosméticos frecuentes con poca satisfacción.
- Evitar reuniones sociales.
- Estar tan preocupado con la apariencia que causa una gran angustia o problemas en su vida social, trabajo, escuela u otras áreas de funcionamiento.
El dismorfofóbico puede obsesionarse con una o más partes de su cuerpo. La característica en la que se enfoca puede cambiar con el tiempo.
Las características más comunes que obsesionan a este tipo de personas incluyen:
- La cara, como la nariz, la tez, las arrugas, el acné y otras imperfecciones.
- Cabello, la apariencia del cuerpo, la obesidad o el poco peso y la calvicie.
- Apariencia de la piel y presencia de venas.
- Tamaño de los senos.
- El tamaño y el tono muscular.
- Los genitales.
La percepción sobre el trastorno dismórfico corporal varía.
La obsesión de que la constitución del cuerpo sea demasiado pequeña o no lo suficientemente muscular (dismorfia muscular) ocurre casi exclusivamente en los hombres.
Tratamiento
El tratamiento de la dismorfofobia incluye la psicoterapia conductual cognitiva. Estas prácticas hacen posible que el individuo se vuelva consciente de que la perfección como tal no existe.
El tratamiento terapéutico más frecuentemente asociado con la dismorfofobia se refleja particularmente en la toma de antidepresivos.