Son básicamente un núcleo lleno de grasa y colesterol, junto con una membrana lipídica que contiene proteínas llamadas apolipoproteínas.
Las lipoproteínas son compuestos con enlaces de naturaleza bioquímica entre las proteínas solubles simples y los lípidos no solubles, unidos para facilitar el desplazamiento de las grasas no solubles a través de la sangre y el sistema linfático a las diversas células en todo el organismo.
Según su composición y densidad se clasifican en cinco tipos. En una lipoproteína, con los extremos polares de todas las moléculas de fosfolípidos mirando hacia afuera, para interactuar con el agua.
Esto permite que la lipoproteína se transporte en la sangre en lugar de subir a la parte superior, como la crema en la leche.
La grasa no polar esta acumulada dentro de la capa de fosfolípidos, en el centro de la lipoproteína y se transporta así al lugar donde debe almacenarse o metabolizarse, a través del torrente sanguíneo, a pesar de ser insoluble en la sangre.
Se puede comparar, las lipoproteínas con camiones de carga a nivel molecular que transportan grasas donde sea que se almacenen o requieran.
Estructura
Las lipoproteínas son estructuras macromoleculares, se puede diferenciar en una lipoproteína el núcleo y una envoltura.
La envoltura está formada principalmente por lípidos anfipáticos del tipo de fosfolípidos, como cefalinas, lecitinas y otros.
Estos fosfolípidos tienen su parte polar orientada hacia afuera para estar en contacto con la superficie acuosa, mientras que la parte apolar interactúa con el núcleo hidrofóbico de la lipoproteína, formado principalmente por triacilgliceroles y ésteres de colesterol.
También aparece formando parte de la envoltura de las lipoproteínas, el colesterol libre con el hidroxilo de carbono orientado al entorno polar y el resto apolar de la molécula incrustado en la porción hidrófoba de la monocapa formada por los fosfolípidos.
Los aminoácidos hidrófilos de estas apoproteínas están orientados hacia el exterior, mientras que los aminoácidos hidrofóbicos interactúan con la parte apolar de la estructura de las lipoproteínas.
Tipos
Según la densidad hay cinco tipos de lipoproteínas. Los tres principales son LDL, HDL y VLDL.
El perfil lipídico o panel lipídico mide los valores de cada una de estas lipoproteínas en el plasma sanguíneo mediante un análisis de sangre.
La forma más común en que se clasifican las lipoproteínas es de acuerdo con la densidad de las apolipoproteínas, la relación de peso por unidad de volumen.
1. Quilomicrones:
Estas son las lipoproteínas de mayor tamaño y baja densidad, y poseen el mayor contenido de triglicéridos.
Es un componente de proteína sintetizado en el hígado, que envuelve el colesterol y las grasas derivadas de los alimentos.
Se desplaza desde los vasos linfáticos intestinales hasta las venas grandes, y se fija a la superficie interna de los pequeños vasos sanguíneos capilares que se encuentran dentro de los músculos y las células de almacenamiento de grasa distribuidas en varias partes del cuerpo.
Allí la grasa se digiere, mientras que el colesterol permanece, viaja al hígado, donde el colesterol se metaboliza.
Así, los quilomicrones liberan colesterol y grasas desde los intestinos hasta los músculos, el hígado y las células adiposas.
2. VLDL
Es una lipoproteína compuesta de proteínas, grasas y colesterol sintetizados en el hígado y de muy baja densidad.
Se asocia con 5 apoproteínas diferentes: B – 100, CI, C-II, C-III y E.
Se convierte en IDL y LDL mediante la eliminación de las apoproteínas, a excepción de una llamada apoproteína B100, junto con la esterificación del colesterol.
Son porcentualmente los segundos, después de los quilomicrones.
3. IDL:
El IDL es una lipoproteína de densidad intermedia, creada por el metabolismo de VLDL.
4. LDL
Esta proteína de baja densidad, es el último remanente de VLDL y contiene principalmente colesterol. Todas las formas transportan las grasas y el colesterol producidos en el hígado a los tejidos, la única apoproteína asociada a ella es apoB-100.
Se conoce como el colesteror malo. Es el que debemos evitar en nuestra dieta.
5. HDL
Es la más densa y tiene la mayor relación proteína – lípidos. Posee la apoproteína A-1. También denominada «colesterol bueno» o de alta densidad, porque reduce los niveles de colesterol malo en la sangre, lleva el colesterol de los tejidos al hígado.
Los niveles altos de HDL se asocian con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
El tamaño de las partículas de lipoproteínas varía de 10 a 1000 nanómetros.
Generalmente, a mayor densidad de las lipoproteínas menor es el tamaño de la partícula de lipoproteína.
Funciones
Tanto los triglicéridos como el colesterol no son solubles en el plasma sanguíneo.
Pero deben moverse en el torrente sanguíneo por todo el cuerpo para que el cuerpo pueda hacer uso de sus beneficios y funciones, es por ello que las proteínas solubles ayudan a transportarlas uniéndose a ellas y ayudándolas a moverse libremente a través del torrente sanguíneo en un estado miscible en sangre.
En general las lipoproteínas son importantes y responsables del transporte de los triglicéridos el colesterol y los fosfolípidos a través del torrente sanguíneo a las diversas células de los tejidos de todo el cuerpo.
El perfil lipídico
El perfil lipídico es una prueba importante para evaluar los patrones variables que se relacionan con los riesgos en nuestro historial médico y nos indican la necesidad de tratamiento.
Este examen nos permite medir el colesterol total en plasma, los niveles de LDL, VLDL y HDL, así como el nivel de triglicéridos.
Estos resultados conjuntamente con otros factores de riesgo, van a originar desde aterosclerosis hasta un evento cardiovascular fatal.
Los niños deben hacerse un perfil lipídico entre 9-11 años y repetirlo entre los 17 y 21 años.
Los adultos sin otros factores de riesgo deben realizarse un perfil de lípidos en sangre una vez cada 5 años como mínimo.