Aneurisma Cerebral: Definición, Causas, Factores de Riesgo, Síntomas, Diagnóstico y Tratamiento

hemorragia cerebral

Consiste en una dilatación focal patológica de la cerebro-vasculatura, la cual se vuelve propensa a la rotura.

Estas anomalías vasculares se clasifican por presunta patogénesis. Los aneurismas saculares o congénitos constituyen el 90% de todos los aneurismas cerebrales y se localizan en los principales puntos de ramificación de las grandes arterias.

Los aneurismas dolicoectáticos, fusiformes o arterioscleróticos son expansiones alargadas de las arterias proximales que representan el 7% de todos los aneurismas cerebrales.

Los aneurismas infecciosos o micóticos están situados periféricamente y comprenden el 0.5% de todos los aneurismas cerebrales.

Otras lesiones periféricas incluyen aneurismas neoplásicos, secuelas extrañas de fragmentos de tumor embolizados y aneurismas traumáticos.

La lesión traumática también puede provocar la disección de aneurismas en los vasos proximales. Los microaneurismas de pequeños vasos perforantes pueden ser el resultado de la hipertensión.

Los aneurismas saculares están situados en la circulación anterior en el 85-95% de los casos, mientras que los aneurismas dolicoectásicos afectan predominantemente al sistema vertebrobasilar.

La ubicación de los aneurismas saculares en segmentos arteriales específicos varía en frecuencia debido a las diferencias en las poblaciones de estudio informadas. Se observan múltiples aneurismas saculares en el 20-30% de los pacientes con aneurismas cerebrales.

Los aneurismas saculares con frecuencia se rompen en el espacio subaracnoideo, lo que representa el 70-80% de las hemorragias subaracnoideas espontáneas (SAH, por sus siglas en inglés).

La rotura del aneurisma también puede producir hemorragia intraparenquimatosa, intraventricular o subdural. Los aneurismas saculares gigantes, definidos como mayores de 25 mm de diámetro, representan el 3-5% de todos los aneurismas intracraneales.

Aunque los aneurismas gigantes pueden causar SAH, estas lesiones frecuentemente producen efectos de masa y dan lugar a tromboembolismo distal.

La mayoría de estas personas (60%) mueren o sufren incapacidad permanente; El 50% de los sobrevivientes con resultados favorables experimentan una considerable disfunción neuropsicológica.

El vasoespasmo cerebral (es decir, el estrechamiento de los segmentos arteriales proximales) complica el 20-50% de los casos y es la causa principal de muerte y discapacidad asociada con SAH aneurismática.

Causas del aneurisma cerebral

Los aneurismas cerebrales generalmente se desarrollan a medida que las personas envejecen, y se vuelven más comunes después de los 40.

También es posible tener un defecto en los vasos sanguíneos al nacer.

Las mujeres tienden a tener tasas más altas de aneurismas que los hombres.

Los aneurismas tienden a formarse en la bifurcación de los vasos sanguíneos, lugares donde se ramifican, porque esas secciones tienden a ser más débiles. Se encuentran más comúnmente en la base del cerebro.

Factores de riesgo

Varios factores, incluyendo su historial médico y estilo de vida, pueden aumentar sus probabilidades de sufrir un aneurisma cerebral.

Eso incluye la aterosclerosis, una enfermedad en la cual la grasa se acumula dentro de la pared de las arterias (vasos sanguíneos que transportan sangre rica en oxígeno en todo el cuerpo). Otros factores que pueden entrar en juego:

  • Enfermedades que afectan su sangre o vasos sanguíneos.
  • Alta presión sanguínea.
  • Lesión o trauma en la cabeza.
  • Infección.
  • Cáncer o tumores en cabeza y cuello.
  • Anormalidades al nacer, como vasos sanguíneos enredados en su cerebro.
  • Antecedentes familiares de aneurismas cerebrales.
  • Consumo de alcohol, especialmente borracheras.
  • De fumar.
  • Abuso de drogas como cocaína o anfetaminas (drogas estimulantes).

 Signos y síntomas del aneurisma cerebral

Los síntomas asociados a un aneurisma cerebral (el cual tiene lugar cuando se ensancha un vaso sanguíneo de modo que se abomba o hincha en el cerebro, alterando el correcto flujo sanguíneo a través de él y explotando en forma de hemorragia) son los siguientes:

  • Dolor de cabeza.
  • Dolor facial.
  • Alteraciones en la conciencia.
  • Convulsiones.
  • Manifestaciones de irritación meníngea.
  • Las perturbaciones autonómicas.
  • Quejas neurológicas focales.
  • Síntomas visuales.
  • Disfunción respiratoria.
  • Inestabilidad cardiovascular.
  • Disfunción hormonal.
  • Epistaxis.

Es importante estar pendientes de esta clase de sintomatología a fin de prevenir la formación del aneurisma cerebral.

En este sentido, los hallazgos específicos procedentes de la exploración física pueden incluir venas prominentes del cuero cabelludo, signos de insuficiencia cardíaca congestiva (p. Ej., Vena de aneurismas de Galeno) o soplos orbitales (p. Ej., Aneurismas carótidos cavernosos).

Mientras que los hallazgos neurológicos muestran una variabilidad considerable debido a las diferencias en las características del aneurisma. Estos hallazgos incluyen lo siguiente:

SAH aneurismática: puede acompañarse de rigidez nucal, disminución del nivel de conciencia, hemorragias subhialoideas, anormalidades pupilares (es decir, típicamente dilatadas), oftalmoplejía, neuropatías craneales y otros déficits focales.

Aneurismas gigantes o aneurismas dolicoectásicos: pueden causar efectos de masa y tromboembolismo distal con déficits focales prominentes; estos aneurismas también pueden producir atrofia óptica u otras neuropatías craneales o causar compresión del tronco encefálico.

Los síndromes específicos se han asociado con ubicaciones aneurismáticas particulares. Por ejemplo, los aneurismas en la arteria comunicante anterior, el sitio más común de SAH aneurismática (34%), tienen las siguientes características:

  • Estos aneurismas usualmente permanecen en silencio hasta que se rompen.
  • La presión supraciasmática puede causar déficit de campo visual altitudinal, abulia o mutismo acinético, síndromes amnésicos o disfunción hipotalámica.
  • Los déficits neurológicos en la ruptura del aneurisma pueden reflejar hemorragia intraventricular (79%), hemorragia intraparenquimatosa (63%), hidrocefalia aguda (25%) o embolias del lóbulo frontal (20%).

Diagnóstico de un aneurisma cerebral

Los estudios de laboratorio utilizados en el diagnóstico y la evaluación de los aneurismas cerebrales incluyen los siguientes:

  • Conteo sanguíneo completo (CBC) con plaquetas: que abarca monitorear la infección, evaluar la anemia e identificar el riesgo de hemorragia
  • Tiempo de protrombina (PT) / tiempo de tromboplastina parcial activada (aPTT): el cual busca identificar una coagulopatía que aumenta el riesgo de hemorragia
  • Química del suero, incluidos los electrolitos y la osmolaridad: cuya meta es obtener estudios de línea de base para controlar la hiponatremia, tratar las anomalías arritmogénicas, evaluar la glucemia y controlar la terapia hiperosmolar para la presión intracraneal elevada.
  • Pruebas de función hepática: cuyo fin es el de identificar la disfunción hepática que puede complicar el curso clínico.
  • Gases sanguíneos arteriales: a través del cual se evalúa la oxigenación de la sangre

Los estudios de imagen utilizados en el tratamiento de los aneurismas cerebrales incluyen los siguientes:

  • Tomografía computarizada (TC): en la que se puede detectar una SAH aneurismática en el 90-95% de los casos.
  • Imágenes por resonancia magnética (IRM): las secuencias de recuperación de inversión atenuada por fluido (FLAIR) son muy sensibles para SAH, aunque la comparación de la TC con la IRM en la detección de SAH es controvertida; Los aneurismas dolicoectáticos y gigantes se identifican fácilmente con una resonancia magnética.
  • Angiografía: la angiografía convencional es el procedimiento definitivo para la detección y caracterización de aneurismas cerebrales.
  • Ultrasonografía Doppler transcraneal: esta modalidad facilita el diagnóstico de vasoespasmo y la monitorización en serie del flujo sanguíneo cerebral en la cabecera del paciente.
  • Tomografía de emisión de fotón único (SPECT), tomografía de emisión de positrones (PET), tomografía de xenón-TC (XeCT): con estas técnicas, los estudios de flujo sanguíneo cerebral pueden mostrar isquemia asociada con vasoespasmo, aunque estas modalidades no se emplean de forma rutinaria.
  • Imagen de la columna cervical: la evaluación radiográfica de la columna cervical debe realizarse en todos los pacientes en estado de coma con una pérdida de conciencia no testificada.
  • Ecocardiografía: las fuentes cardíacas de embolia, incluida la endocarditis y los mixomas, pueden visualizarse en casos de aneurismas infecciosos o neoplásicos.

La punción lumbar puede ayudar a establecer el diagnóstico de SAH en ausencia de signos focales de efectos masivos.

Una SAH aneurismática muestra líquido cefalorraquídeo hemorrágico con un sobrenadante xantocrónico, aunque estos hallazgos pueden estar ausentes dentro de las primeras horas después de la rotura del aneurisma.

Tratamiento

Tratamientos para un aneurisma roto

Necesita tratamiento lo antes posible si tiene un aneurisma cerebral roto, porque es probable que vuelva a sangrar. El tratamiento consiste en detener el flujo de sangre al aneurisma.

Los procedimientos conllevan riesgos. Su médico determinará qué tratamiento funciona mejor según su salud y el tamaño, tipo y ubicación del aneurisma.

Recorte quirúrgico: se extrae una sección de su cráneo para localizar el aneurisma. Se coloca un clip de metal en la abertura del aneurisma para cortar el flujo sanguíneo. Su cráneo se cierra herméticamente.

Enrollamiento endovascular: esto no requiere cirugía que abra el cráneo. Su médico insertará un catéter en su ingle para llegar al vaso sanguíneo afectado donde se encuentra el aneurisma.

El médico enviará pequeñas bobinas de platino a través del tubo y las colocará dentro del aneurisma. Las bobinas se ajustan a la forma del aneurisma, deteniendo el flujo de sangre allí. Esto puede ser más seguro que el recorte quirúrgico, pero tiene una mayor probabilidad de que el aneurisma vuelva a sangrar.

Cirugía de desviación de flujo: esta opción es para aneurismas cerebrales más grandes en los que no funcionaría ni el recorte ni el enrollamiento. En este procedimiento, su médico inserta un stent, generalmente una malla metálica, dentro de la arteria. Se convierte en una pared dentro del vaso para desviar la sangre del aneurisma.

Tratamientos para un aneurisma que no se ha roto

Los aneurismas pequeños que no se han roto y no están causando síntomas pueden no necesitar tratamiento. Pero esto depende de su salud y del aneurisma. Habla todo esto con tus médicos.

Si vive con un aneurisma cerebral que no se ha roto, los cambios en el estilo de vida pueden ayudarle a reducir las posibilidades de que se filtre o explote:

  • No use cocaína u otras drogas estimulantes.
  • Dejar de fumar.
  • Baje la presión arterial con dieta y ejercicio.
  • Limite su cafeína, porque puede aumentar la presión arterial de repente.
  • Evite levantar cosas pesadas; Esto también puede elevar la presión arterial.

Efectos o consecuencias del aneurisma cerebral

Una de las consecuencias del aneurisma cerebral es la hemorragia subaracnoidea aneurismática (SAH) cuyas consecuencias son devastadoras.

Alrededor del 10% de las personas con SAH aneurismática mueren antes de recibir atención médica, el 25% muere dentro de las 24 horas y el 40-49% muere dentro de los 3 meses.

Se ha estimado que la mortalidad es tan alta como el 65%, y la mayoría de las muertes ocurren temprano en el curso clínico.