Bilis: Definición, Composición, Sales Biliares, Formación y Funciones

por que existe la bilis negra

También conocida como hiel, es un líquido de color amarillo verdoso que es elaborado en el hígado.

Luego pasa a la vesícula biliar para su almacenamiento, cambia su concentración y es transportada al duodeno que es la primera región del intestino delgado.

Composición de la bilis

Esta secreción es altamente compleja y de naturaleza acuosa, posee un contenido solido menor al 5%.

La bilis se puede muestrear en los conductos biliares y consiste en una variedad de solutos orgánicos e inorgánicos.

Los solutos inorgánicos consisten principalmente en iones pasivos secretados y cuyas concentraciones en la bilis son similares en su mayor parte a las del plasma sanguíneo.

Los aniones y cationes orgánicos están altamente concentrados en la bilis por los mecanismos de transporte activo en la membrana canalicular biliar.

La bilis está formada por sales y ácidos biliares, colesterol, fosfolípidos, agua, pigmentos y químicos electrolíticos que mantienen la solución levemente alcalina, con un pH aproximado de 7 a 8.

Sales biliares

Los solutos orgánicos más prevalentes en la bilis son las sales biliares.

Las sales biliares están compuestas de cuatro tipos distintos de ácidos biliares libres como el ácido cólico, el acido desoxicólico, el acido quenodesoxicólico y el acido litocólico, cada uno de estos ácidos puede combinarse con la glicina o la taurina para formar ácidos y sales más complejos.

Estas sales biliares y los ácidos pueden extraerse en el hígado a través del torrente sanguíneo o sintetizarse a partir del colesterol.

El hígado extrae de la sangre, desechos insolubles en agua como colesterol, esteroides, drogas y pigmentos de hemoglobina, estos son transportados a través del líquido hasta el sistema excretor.

En la bilis se pueden encontrar residuos de sustancias como los ácidos grasos, grasas neutras, lecitina, moco, proteínas séricas y urea.

Formación

La formación de bilis es una función única del hígado que es vital para la supervivencia del organismo.

La bilis se secreta continuamente desde las células del hígado hacia el conducto biliar común y la vesícula biliar, una vez en la vesícula biliar, por lo general, se concentra aproximadamente 5 veces, y en algunas ocasiones hasta 18 veces, la fuerza de la secreción original.

Las hormonas colecistoquinina, secretina, gastrina y somatostatina y el nervio vago, controlan la cantidad de bilis secretada en el duodeno.

Alrededor de 800 a 1.000 ml de bilis (antes de la concentración) son producidos diariamente por el hígado.

La bilis se origina en los hepatocitos y está modificada distalmente por los sistemas de transporte, absorción y secreción en el epitelio del conducto biliar.

Función

La función principal de la bilis es auxiliar a la digestión de los lípidos en el duodeno.

Las sales biliares y los ácidos son transportados conjuntamente con el agua, sodio, cloro y bicarbonatos.

La bilis neutraliza el ácido clorhídrico que se traslada desde el estómago hasta el intestino delgado.

Las sales biliares cuando pasan al intestino delgado, actúan emulsionando la grasa y reduciendo la tensión superficial en las gotitas de grasa y las prepara para la acción de las enzimas pancreáticas e intestinales.

Las sales son iones con una carga negativa grande y no se pueden absorber fácilmente por la región superior del intestino delgado, y en consecuencia, permanecen allí hasta que es digerida la mayor parte de los lípidos.

Las sales y los ácidos se absorben en el intestino delgado inferior, y regresan al torrente sanguíneo hasta que son extraídos nuevamente por el hígado, este reciclaje, se denomina circulación entero hepática.

Algunas de las sales y ácidos se pierden durante este proceso, y son reemplazados en el hígado debido a la síntesis continua del colesterol.

Las sales biliares usualmente no llegan hasta el colon, pero cuando lo hacen, pueden llegar a inhibir la absorción del agua y del sodio, provocando una diarrea de tipo acuosa.

La bilis también es la vía excretora principal para las sustancias lipófilas exógenas potencialmente dañinas, y otros sustratos endógenos tales como bilirrubina y sales biliares que no se filtran fácilmente o se excretan por el riñón.

Las sales biliares son los principales solutos orgánicos en la bilis y normalmente funcionan para emulsionar las grasas de la dieta y facilitar su absorción intestinal.

La bilis es la ruta principal para la eliminación del colesterol.

La bilis protege al organismo de infecciones entéricas excretando inmunoglobulina A, citocinas inflamatorias y estimulando el sistema inmune innato en el intestino.

La bilis es un componente esencial de la circulación cohehepática y enterohepática, y finalmente, muchas hormonas y feromonas se excretan en la bilis, y contribuyen al crecimiento y desarrollo del intestino.

La secreción biliar para la salud del organismo se vuelve más importante cuando esta secreción se ve afectada por enfermedades colestásicas del desarrollo, genéticas o adquiridas.

Esto se demuestra más dramáticamente por los niños que nacen con atresia biliar que desarrollan lesión hepática colestásica progresiva, cirrosis biliar y, en última instancia, insuficiencia hepática y muerte.