Es un procedimiento de eliminación de la vesícula biliar realizado principalmente para tratar cálculos biliares.
Esto se puede llevar a cabo utilizando la técnica abierta tradicional o el método mínimamente invasivo. La vesícula biliar es un órgano con forma de bolsa o pera que recolecta y almacena bilis, un fluido digestivo producido por el hígado.
¿Quién debe someterse a este procedimiento y cuáles son los resultados esperados?
La colecistectomía a menudo se realiza cuando se forman cálculos biliares en la vesícula biliar.
Los cálculos biliares son un problema bastante común y se cree que se desarrollan debido al desequilibrio de los compuestos que se encuentran en la bilis, principalmente el nivel de colesterol.
Algunos sugieren que comer alimentos con alto contenido de colesterol podría ser la razón, pero estudios sugieren que no existe una dieta específica que pueda prevenir o reducir el riesgo de cálculos biliares.
Los cálculos biliares también pueden ocurrir debido a altas cantidades de bilirrubina en la bilis.
El nivel excesivo puede ser causado por daño al hígado, que descompone los glóbulos rojos. Podría ser que el hígado ya está experimentando cicatrices (cirrosis) o hay un tumor creciendo en el órgano. También es posible que los conductos biliares estén infectados.
Las piedras aparecen en diferentes colores, lo que puede indicar la posible razón de su formación. Si están pigmentados, pueden haberse desarrollado debido a la bilirrubina alta.
Si son amarillas, son causadas por colesterol alto. Un paciente también puede tener cálculos biliares mixtos.
Los cálculos biliares tienen varios factores de riesgo como la edad, el origen étnico, la obesidad y el sexo. Son más comunes entre las mujeres ya que el estrógeno contiene colesterol.
Un paciente puede desarrollar y acumular cálculos biliares sin darse cuenta. Los síntomas generalmente aparecen cuando los cálculos comienzan a bloquear los conductos biliares o ya hay una infección.
Algunos de estos síntomas incluyen dolor abdominal, fiebre, indigestión, picazón en la piel, pérdida de apetito e ictericia (coloración amarillenta de la piel y de los ojos).
Una persona puede someterse a una cirugía de eliminación de la vesícula biliar sin apenas ningún problema con la digestión.
Sin embargo, algunos pueden experimentar hinchazón, problemas en el movimiento intestinal y una capacidad reducida para absorber las vitaminas liposolubles.
¿Cómo funciona el procedimiento de Colecistectomía?
Como se mencionó anteriormente, la colecistectomía se puede realizar a través del método abierto o tradicional o laparoscópica (ojo de cerradura).
Para ayudar al cirujano a decidir, se llevarán a cabo diferentes exámenes que incluyen análisis de sangre que pueden determinar la función general y la salud del hígado y otros órganos vitales.
Un examen por imágenes también puede ser útil para conocer la posición exacta de los cálculos biliares, la condición del conducto biliar y la vesícula biliar, y el procedimiento quirúrgico más ideal para el paciente.
Por lo general, se recomienda la cirugía abierta si el paciente necesita un trasplante de hígado, hay una cicatriz importante en el área o si el paciente ya ha sido operado en el hígado, la vía biliar o la vesícula biliar anteriormente.
También se necesita una consulta para preparar al paciente, a quien se le recomendará que deje de fumar unas semanas antes de la cirugía y suspenda la ingesta de medicamentos que pueden aumentar el sangrado o prevenir la coagulación.
El cirujano también hablará sobre los riesgos y las complicaciones del procedimiento, los posibles resultados, la atención de seguimiento y la nutrición después de que se haya extirpado la vesícula biliar.
En el caso de una cirugía abierta, se realiza una gran incisión (alrededor de 6 pulgadas) en el área del vientre para exponer completamente el hígado y la vesícula biliar. La vesícula biliar se separa luego usando herramientas, como electrocauterio, antes de que se utilicen suturas para cerrar la incisión.
Si la cirugía se realiza con métodos laparoscópicos, se realizan cuatro pequeñas incisiones en el área abdominal. El aire se usa para expandir la cavidad abdominal mientras se inserta un laparoscopio, una sonda con una cámara y una luz en una de estas incisiones.
La cámara ofrece imágenes de los órganos en tiempo real a un monitor para guiar al cirujano durante la operación. Usando instrumentos microquirúrgicos, se extrae la vesícula biliar y se suturan las incisiones.
En ambos procedimientos, el paciente recibe anestesia general. Por lo general, se administran anticoagulantes y antibióticos al paciente antes de la cirugía para minimizar ciertos riesgos, como infección y hemorragia.
La operación puede tardar alrededor de una hora en completarse. A los pacientes que se han sometido a cirugía abierta generalmente se les recomienda permanecer en el hospital por hasta cinco días para que su afección pueda ser monitoreada de cerca.
Mientras tanto, a los pacientes de cirugía de “ojo de cerradura” se les permite irse a casa después de pasar la noche en el hospital.
Posibles riesgos y complicaciones
Una extirpación quirúrgica de la vesícula biliar puede causar hemorragia, infección y dolor. Es más probable que estos riesgos ocurran en cirugía abierta que en un procedimiento laparoscópico.
Otras posibles complicaciones son fugas de bilis, lesiones en otros órganos como el intestino, inflamación del páncreas y desarrollo de coágulos sanguíneos. También hay una pequeña posibilidad de que se desarrolle la sepsis.
Sepsis es una afección potencialmente mortal caracterizada por una inflamación sistémica que puede provocar insuficiencia o daño del órgano.