No es una enfermedad en sí, sino un síntoma de un problema de salud subyacente.
La diadococinesia es el término médico usado para describir la dificultad para realizar movimientos rápidos y alternos, generalmente por grupos musculares opuestos.
La diadococinesia se ve a menudo como un síntoma de esclerosis múltiple u otras afecciones cerebrales.
Causas de la diadococinesia
Se cree que la diadococinesia es causada por lesiones de esclerosis múltiple en el cerebelo, una parte del cerebro.
El cerebelo es una gran parte del cerebro que controla los movimientos musculares voluntarios, la postura y el equilibrio.
Se piensa que las personas con diadococinesia no pueden activar y desactivar los grupos musculares opuestos de manera coordinada.
El daño a las fibras en el sistema nervioso central puede causar hipotonía o debilidad muscular, que puede contribuir al problema.
La diadococinesia también está asociada con una mutación genética que afecta a los neurotransmisores, los químicos que comunican información a través de nuestro cerebro y cuerpo.
La diadococinesia más a menudo proviene de una alteración en el cerebelo.
La diadococinesia puede ser el resultado de una condición cerebral subyacente, como:
- Esclerosis múltiple.
- Ataxia de Friedreich.
- Disartria atáxica (un trastorno del habla).
Síntomas
La diadococinesia típicamente afecta los músculos de los brazos, manos, piernas y pies, así como los músculos de la laringe que controlan el habla.
Los síntomas de la diadococinesia encajan dentro de una categoría de problemas neurológicos conocidos como ataxia.
Otro signo neurológico que puede aparecer en las personas con esclerosis múltiple se llama dismetría, que se refiere a la incapacidad de una persona para juzgar la distancia.
La diadococinesia puede afectar tres áreas principales del cuerpo:
- Músculos en las extremidades superiores.
- Músculos en las extremidades inferiores.
- Músculos que controlan el habla.
Eso significa que puede tener síntomas en una o más de esas áreas.
Se puede experimentar algunos o todos estos síntomas cuando se padece de diadococinesia:
- Un cambio en el equilibrio y la marcha, incluida la lentitud, o movimientos incómodos o rígidos.
- Mala coordinación de los brazos, manos o piernas.
- Discurso inarticulado o incomprensible y dificultades para tragar.
- Dificultad para detener un movimiento y comenzar otro en la dirección opuesta.
- Temblores, debilidad, espasticidad, incapacidad para mover los ojos y pérdida de sensibilidad en las manos y los pies.
Una persona con diadococinesia puede tener dificultades para girar rápidamente su mano varias veces contra una superficie dura y plana, o para atornillar o desenroscar una bombilla.
También pueden tener problemas para repetir rápidamente una a tres sílabas seguidas, como «pa-ta-ka».
Diagnóstico de la diadococinesia
Hay muchas pruebas físicas que un médico puede realizar para observar la presencia y el alcance de la diadococinesia.
En las primeras etapas, su médico puede recomendar pruebas físicas para verificar su capacidad para alternar movimientos rápidamente.
Estas pruebas se realizan normalmente en el consultorio del médico, a menudo por un neurólogo.
Estas pruebas pueden incluir:
Alternar rápidamente la evaluación de movimientos
Sostendrá la palma de una mano sobre una superficie plana (a menudo la parte superior del muslo), y luego volteará continuamente la palma de la mano hacia arriba y luego volverá a la palma de la mano hacia abajo lo más rápido posible.
Evaluación punto a punto del movimiento
Se le pedirá al paciente que se toque la nariz y luego, con el mismo dedo y lo más rápido posible, toque el dedo extendido de la persona que realiza la prueba.
Prueba de espinillas en el talón
Se colocará un talón en una espinilla justo debajo de la rodilla y luego deslizará el talón por la espinilla hasta el pie. Debe apuntar a movimientos rápidos y coordinados.
Prueba de romberg
El paciente se quedará quieto con los talones juntos y los ojos cerrados. Si pierde su equilibrio en esta posición, puede tener algún tipo de diadococinesia.
Prueba de marcha
Se le pedirá al paciente que camine normalmente y luego camine de talón a dedo.
- Hacer que el paciente mueva alternativamente cada mano del lado de la palma hacia el lado de la palma hacia abajo lo más rápido posible en una superficie estable como una mesa
- Pedirle al paciente que demuestre el movimiento de girar una perilla o atornillar una bombilla
Una persona con diadococinesia no podrá realizar las pruebas anteriores de manera correcta y coordinada. Sus movimientos pueden ser más lentos, inusuales o torpes.
Si se piensa que los síntomas son de una lesión cerebral, el médico ordenará una resonancia magnética para detectar y describir la lesión.
Tratamiento
La diadococinesia es un síntoma clínico de que algo podría estar mal con la parte del cerebro que controla la función muscular. El tratamiento a menudo depende de encontrar la causa subyacente.
El tratamiento de la diadococinesia y la ataxia cerebelosa, en general, es un desafío, y no hay estrategias específicas que estén respaldadas científicamente en este momento.
A veces, los medicamentos utilizados para tratar el temblor, como Neurontin (gabapentin) y Topamax (topiramate) se usan para tratar la ataxia, y en ocasiones, se puede considerar la cirugía.
Un estudio encontró que la fisioterapia y la terapia ocupacional pueden proporcionar algún beneficio en pacientes que padecen de diadococinesia.
Una parte importante del tratamiento es trabajar con un fisioterapeuta, un terapeuta ocupacional o un patólogo del habla. La terapia del habla también puede ser muy útil cuando se presentan problemas en este aspecto.
Aunque no es necesariamente una «cura», los ejercicios prescritos por estos profesionales médicos pueden ayudar a reducir los síntomas a un nivel manejable.
Ejercicios para la diadococinesia
La debilidad muscular es común en la diadococinesia y dificulta el movimiento.
Hay muchas causas de una lesión cerebral y de diadococinesia, y el tratamiento puede ser variado y desafiante. Un enfoque común es la terapia física para ayudar con los trastornos del movimiento.
El entrenamiento de fuerza, los ejercicios de equilibrio, la caminata en cinta rodante y los ejercicios para mejorar la fuerza central pueden ser útiles.
La fuerza muscular también suele disminuir con la edad y los ejercicios para ayudar a aumentar la fuerza en las extremidades inferiores y la parte superior del cuerpo, especialmente los hombros, son una buena manera de ayudar a mejorar o mantener el equilibrio y la fuerza muscular.
Los ejercicios para fortalecer los músculos centrales también pueden ser útiles.
Cuando se tiene diadococinesia, o cualquier otra condición de equilibrio, siempre se debe consultar a un fisioterapeuta antes de intentar hacer algún ejercicio en casa.
Además, el paciente se debe asegurar de hacer ejercicio en un entorno seguro, como evitar hacer ejercicio en superficies duras ya que se podrían ocasionar lesiones si el paciente se cae.
Se deben calentar los músculos antes de comenzar estos ejercicios.
Para calentarse, se debe realizar una actividad continua, como trotar, usar una bicicleta de brazo o una cinta de correr, durante al menos cinco minutos.
Esto aumenta la temperatura de los músculos y el cuerpo, lo que a su vez ayuda a:
- Aumentar el rango de movimiento.
- Disminuir la rigidez.
- Dilatar los vasos sanguíneos.
- Mejorar el enfoque mental.
Ejercicio romberg
Este ejercicio sigue los siguientes pasos: quedarse quieto con los talones juntos.
Mantener los ojos abiertos durante 10 segundos mientras recupera el equilibrio y luego cerrarlos durante 10 segundos o hasta que comience a perderse el equilibrio.
El paciente debe asegurarse de tener algo donde se pueda agarrar si pierde el equilibrio.
Postura unilateral
La postura unilateral consiste en pararse en una pierna por hasta 30 segundos y luego cambiar de pierna.
Esto se puede hacer una y otra vez, y cuando se note que el equilibrio mejora, se pueden comenzar a variar la superficie y los movimientos para entrenar las estrategias de postura y equilibrio.
Otros entrenamientos de equilibrio
También se puede intentar mover los brazos y las piernas de manera coordinada, mientras se está sentado o de pie.
Una forma de hacerlo es intentar alternar golpecitos de talón y punta en el suelo.
Al apretar los músculos del vientre y prestar atención a la postura, este ejercicio ayuda a fortalecer los músculos centrales, que son una parte importante de la fuerza general del cuerpo.
Pronóstico de la diadococinesia
Vivir con diadococinesia puede ser aterrador e inquietante. Si bien no se conoce una «cura» para esta patología, se debe buscar consejo médico y trabajar con terapeutas físicos y ocupacionales puede ayudar al paciente a mantener los síntomas en un nivel manejable.
Aprender estrategias para prevenir caídas y modificar el hogar (por ejemplo, instalar rieles de agarre, quitar alfombras sueltas y colocar tapetes antideslizantes) puede mantener a alguien seguro si continúa luchando contra los síntomas de la diadococinesia.