Este término se utiliza para indicar trastornos del lenguaje (habla).
Debido a la falta de control de los músculos que permiten realizar su articulación, es decir, la capacidad del individuo para producir sonidos articulados (fonemas).
La disartria es un trastorno que afecta principalmente a la ejecución del movimiento.
Tipos de disartrias
Saber qué tipo de disartria está experimentando el paciente ayuda a crear el mejor plan de tratamiento posible.
A veces, las disartrias se presentan junto con el deterioro intelectual u otros problemas del habla, como la afasia o la apraxia, por lo que el medico tendrá que ser un poco detective para resolver qué problemas deben abordarse.
La disartria atáxica: suele deberse a accidentes cerebrovasculares o enfermedades degenerativas. Su paciente puede presentar síntomas clásicos ebrios: dificultad para hablar, aumentos repentinos de volumen y falta general de coordinación.
La disartria flácida: puede deberse a accidentes cerebrovasculares, trastornos congénitos, ELA, parálisis cerebral, tumores, MNS u otros traumas en el cerebro. El paciente puede tener un tono muscular bajo y su habla puede ser respiratoria o nasal.
Otros signos incluyen una mandíbula que tiende a caer o colgar una marcha rígida. También pueden tener dificultades para tragar.
La disartria hipercinética: es el resultado de enfermedades como la enfermedad de Huntington, que atacan la galangia basal. Notará un movimiento excesivo, un sonido tenso o estrangulado, variaciones en el volumen y cambios en la velocidad de habla.
Usted o su paciente pueden descubrir que ciertos «trucos sensoriales» o ajustes en la postura ayudan a limitar los movimientos involuntarios y mejorar el habla.
La disartria hipocinética: también se debe a enfermedades que afectan a los ganglios basales, generalmente la enfermedad de Parkinson, pero en este caso los individuos hablan de forma apresurada con un volumen más bajo y, a veces, con monopitch o monovolumen.
Puede notar un temblor en reposo. Esta es la única forma de disartria en la que verá un aumento en la velocidad del habla. Desafortunadamente, esta forma de disartria a menudo viene con deterioro cognitivo, que a veces influye en el progreso del tratamiento.
La disartria espástica: se desencadena con mayor frecuencia por un accidente cerebrovascular, aunque otros eventos como tumores, parálisis cerebral, encefalitis y esclerosis lateral primaria también pueden causarla.
Notará espasticidad, habla lenta, voz áspera, debilidad y reflejos hiperactivos. Dependiendo de la causa raíz, el individuo puede mostrar deterioro cognitivo.
Neurona motora superior unilateral: la disartria suele ser consecuencia de un accidente cerebrovascular o una neurocirugía, aunque los tumores y las lesiones cerebrales traumáticas son otras causas posibles.
Estos pacientes suelen ser más fáciles de entender que otros pacientes del habla, porque un lado de la cara está afectado. Esta forma de disartria es a menudo sólo a corto plazo.
La disartria mixta: tiende a ser consecuencia de múltiples accidentes cerebrovasculares o enfermedades como la ELA, la enfermedad de Wilson y la EM. Esencialmente, una disartria mixta es cualquier combinación de lo anterior.
Es muy probable que encuentres individuos con disartria mixta, ya que ocurren con más frecuencia que las disartrias solitarias o «puras». En este caso, notará los síntomas de varias categorías y deberá ajustar los tratamientos para responder en consecuencia.
¿Cuáles son las causas de la disartria?
La disartria es causada por un daño del sistema nervioso central o periférico, que puede ocurrir con la aparición de múltiples patologías, tales como:
- Enfermedades degenerativas (como la esclerosis lateral amiotrófica, esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson).
- Enfermedades inflamatorias (tales como encefalitis o polineuritis).
- Enfermedades metabólicas tóxicas.
- Tumores.
- Traumatismo craneal.
- Enfermedades vasculares.
¿Cuáles son los síntomas?
Una persona con disartria puede mostrar algunas de las siguientes características:
- Trastornos del habla y dificultad de ser entendido.
- Poca capacidad para procesar oraciones complejas.
- Tartamudeo.
- Limitados movimientos de la lengua, la mandíbula y labios.
- Ritmo anormal del habla.
- Cambios en la calidad de la voz.
Diagnóstico de la disartria
Si tiene problemas para hablar, debe consultar a un patólogo del habla y lenguaje. Le preguntará acerca de cualquier enfermedad que tenga que pueda afectar su habla.
También querrá comprobar la fuerza de los músculos en tus labios, lengua y mandíbula mientras hablas. Él podría pedirte que:
- Saques la lengua.
- Hacer diferentes sonidos.
- Lee algunas oraciones.
- Cuenta números.
- Canta.
- Soplar una vela.
Tratamiento
El terapeuta del habla tiene que controlar los movimientos de la lengua, los labios, y músculos faciales, así como la respiración, los cuales son elementos vitales para el lenguaje y la calidad de voz.
El tratamiento depende de la gravedad, la causa y el tipo de síntomas. Los objetivos del tratamiento son:
- Reducir la velocidad del habla, si es demasiado rápido.
- Mejorar la respiración e invitar al paciente a levantar la voz.
- Fortalecer los músculos que intervienen en la articulación.
- Mejorar el discurso, exagerando los movimientos, para hacer el discurso más comprensible.
- Transmitir las estrategias a los familiares para comunicarse mejor con la persona disártrica.
En casos muy graves, utilizar medios alternativos de comunicación (gestos, tarjetas de comunicación alfabéticos, ordenadores).
Consejos para la persona disártrica
- Introducir el tema con una palabra clave o frase corta, antes de empezar a hablar con oraciones complejas.
- Comprobar siempre si es entendido por el oyente.
- Hablar en voz alta y lentamente, pronunciando las palabras y haciendo pausas frecuentes.
- Limite las conversaciones cuando esté cansado ya que la inteligibilidad del habla se reduce.
- Haga uso de los canales de comunicación alternativos cuando no pueda hacerse entender (gestos, escrituras, lenguaje de señas, etc.).
- Tome un descanso cuando se sienta cansado y reanude la comunicación en un momento posterior.
Consejos para la persona que escucha
- Reduzca el ruido y las distracciones de fondo.
- Preste especial atención a la persona que habla.
- Mire a los ojos de la persona que habla.
- Sea claro con la persona disártrica, con el fin de que pueda comprenderla claramente.
- Sólo repita la parte del mensaje que no se entendió bien en voz alta, no hace falta repetir toda la oración.
- Si a menudo la persona con disartria no puede articular el mensaje de preguntas que tienen una respuesta de SÍ / NO, pida a su interlocutor que escriba la respuesta en una hoja de papel o que haga algún gesto.