El término proviene del griego “Glossa».
La Disglosia denota un trastorno de la articulación del habla, debido a daños o anomalías de los órganos o aparatos del habla: los labios, la lengua, la mandíbula, el paladar, los dientes y las cuerdas vocales.
Es causada por el daño a los órganos del habla y aparece generalmente en trastornos del habla lenta y confuso en los pacientes.
La Disglosia es tratable mediante terapia del habla. En general, el paciente que padece esta enfermedad, tiene dificultad para pronunciar ciertos sonidos.
El lenguaje se presenta a menudo, mucho más lento, confuso e indistinto para el oyente. Otros síntomas de este trastorno del habla pueden ser alteraciones sensoriales alrededor de los labios, la lengua o el paladar.
También se puede producir una parálisis de los músculos faciales, ronquera frecuente, sonido vibrante en la voz o tos compulsiva.
Puesto que los órganos del habla también son responsables para el proceso de deglución, el paciente con Disglosia también puede sufrir Disfagia. Esto puede conducir a la hipertensión y sentimientos de dolor al tragar.
Clasificación de la Disglosia
Según la localización del daño, las Disglosias pueden clasificarse como labiales, dentales, linguales, palatales, velofaríngeas y nasales, con deficiencias en la producción de sonido en todos los lugares de articulación, pero también con alteraciones de la fonación.
Según Leonard et al. Las resecciones de la lengua anterior están acompañadas principalmente por consonantes defectuosas, resecciones posteriores principalmente por vocales defectuosas.
La probabilidad de deterioro articulatorio causado por resecciones de tumores de la cavidad oral o de la orofaringe varía mucho: base de la lengua 100%, mandíbula 87,5%, piso de la boca 81%, lengua 72,7%, labios 28,6%, amígdalas 27,3%.
Hasta qué punto se deterioran las funciones también depende de las técnicas de reconstrucción. Con los colgajos locales, la inteligibilidad del habla está menos deteriorada, con trasplantes del intestino delgado, miocutáneos o fasciocutáneos, el grado de deterioro es mayor.
Koppetsch y Dahlmeier han demostrado en un estudio en 2004 que los pacientes con tumores de la lengua o del piso de la boca sufrieron un deterioro de todas las funciones orales, como masticar, tragar y hablar, así como un deterioro de la sensibilidad táctil y gustativa después de la resección y reconstrucción del tumor, pero particularmente después del inicio de radio-quimioterapia.
Los defectos del paladar y el maxilar muy a menudo crean conexiones entre las cavidades nasales, los senos paranasales y la cavidad oral, lo que conduce a una nasalización abierta fuerte, así como a trastornos severos de la deglución.
Tampoco debe olvidarse que la resección del tumor y la radiación pueden causar un daño secundario de los nervios craneales bajos con las correspondientes alteraciones del habla, que pueden aparecer inmediatamente después del tratamiento, pero posiblemente solo años o incluso décadas más tarde.
Causas de la Disglosia
Hay muchas causas posibles para Disglosia. A menudo se produce como consecuencia de accidentes en el cuello y el área facial, debido a un traumatismo y por lo tanto causa daño a los órganos del habla.
También puede ser producto del resultado de ciertas cirugías, es posible que los órganos del habla se vean afectados.
Los tumores en el área de los órganos responsables del habla o ciertas enfermedades musculares pueden afectar a los aparatos del habla y por lo tanto dar lugar a esta enfermedad.
Otra razón puede ser por la deformación de un diente o mandíbula. La labiopalatina (antes conocido como «labio leporino») provoca una hendidura en la mandíbula ocasionando a su vez Disglosia.
Otra causa puede ser la lesión de ciertos nervios craneales que están conectados a los respectivos órganos de articulación del habla y por lo tanto provocan parálisis en los mismos.
Síntomas y signos típicos de la Disglosia
- Trastornos del habla (problemas de articulación de las palabras, dificultad para hablar).
- Alteraciones sensoriales en la boca, la lengua, el paladar, la garganta.
- La parálisis de los músculos de la boca.
- Ronquera y dificultad para tragar.
Diagnóstico de la Disglosia
Para ayudar a diagnosticar la Disglosia, un examen completo del paciente es esencial, ya que las causas de la enfermedad pueden ser muy diversas.
Con frecuencia un otorrinolaringólogo es consultado, que a su vez realiza la historia clínica del paciente. También debe dirigirse a un fonólogo, que se especializa en enfermedades de la voz.
El médico buscará diferencias entre la los labios, dientes y el paladar, o cualquier otra característica que pueda estar originando la Disglosia.
Tratamiento
El tratamiento primario de Disglosia se encuentra en el campo de la terapia del habla, ya que las malformaciones por lo general no pueden ser corregidas quirúrgicamente.
Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, se puede producir en pacientes de manera externa o forma estacionaria.
Por lo tanto, se recomienda trabajar con un equipo profesional de médicos, psicólogos y especialistas.
Aunque hay muchas terapias disponibles que se realizan en el paciente con la ayuda de los terapeutas del habla; sin embargo, se necesita urgentemente comenzar con el tratamiento y las terapias necesarias.
En las terapias se llevarán a cabo otros ejercicios para el paladar, los labios, la lengua y la pronunciación. Las terapias especiales para tragar ayudan al paciente a superar la incomodidad.
En última instancia, es importante integrar las terapias en la vida cotidiana, para que el tratamiento conduzca al éxito deseado.
Prevención
Para evitar la Disglosia sólo puede tratar de prevenir malformaciones orgánicas, ya que es una de las principales causas.
Por ejemplo, dar lugar a diferentes posiciones anormales de la mandíbula, chuparse el dedo, entre otros, puede dar ocasionar una presión innecesaria en la mandíbula y originar con el tiempo una deformación.
