Un fisioterapeuta puede ayudar con el tratamiento y darle técnicas para controlar el dolor y la incomodidad.
Algunas mujeres desarrollan dolor pélvico durante el embarazo. Esto a veces se llama dolor de la cintura pélvica relacionada con el embarazo (DCPE) o disfunción de la sínfisis del pubis (DSP).
Definición
El dolor pélvico es una colección de síntomas incómodos causados por un desalineamiento o rigidez de las articulaciones pélvicas en la parte posterior o frontal de la pelvis.
El DCPE no es dañino para su bebé, pero puede causarle dolor intenso en la zona pélvica y dificultarle el desplazamiento. Diferentes mujeres tienen diferentes síntomas, y en algunas mujeres el DCPE es peor que en otros.
Síntomas del dolor pelvico durante el embarazo
Los síntomas pueden incluir:
- Dolor sobre el hueso púbico en el frente o en el centro.
- Dolor en uno o ambos lados de la parte inferior de la espalda.
- Dolor en el área entre la vagina y el ano (perineo).
El dolor también puede irradiarse a los muslos, y algunas mujeres sienten o escuchan un clic o un crujido en el área pélvica. El dolor puede ser más notable cuando usted:
- Camina.
- Está de pie sobre una pierna (por ejemplo, cuando te estás vistiendo o subiendo las escaleras).
- Da vueltas en la cama.
- También puede ser difícil separar las piernas, por ejemplo, cuando sales de un automóvil.
Hay un tratamiento para ayudar y técnicas para controlar el dolor y la incomodidad. Si recibe el asesoramiento y el tratamiento adecuados desde el principio, el DCPE generalmente se puede controlar y los síntomas se pueden minimizar.
Ocasionalmente, los síntomas incluso desaparecen por completo. La mayoría de las mujeres con DCPE pueden tener un parto vaginal normal.
Factores de riesgo
Se estima que el DCPE, o DSP como se lo conoce a veces, afecta en cierta medida hasta a una de cada cinco mujeres embarazadas.
No se sabe exactamente por qué el dolor pélvico afecta a algunas mujeres, pero se cree que está relacionado con una serie de problemas, incluidos daños previos en la pelvis, articulaciones pélvicas que se mueven de forma desigual y el peso o la posición del bebé.
Causas
Los factores que pueden hacer que una mujer sea más propensa a desarrollar DCPE incluyen:
- Un historial de dolor lumbar o de la cintura pélvica.
- Lesión previa a la pelvis, por ejemplo, de una caída o accidente.
- Tener DCPE en un embarazo anterior.
- Un trabajo físico duro.
¿Cuándo obtener ayuda para el dolor pélvico durante el embarazo?
Recibir un diagnóstico lo antes posible puede ayudar a mantener el dolor al mínimo y evitar la incomodidad a largo plazo.
El tratamiento por parte de un fisioterapeuta generalmente implica presionar suavemente o mover la articulación afectada, lo que ayuda a que funcione normalmente nuevamente.
Si nota dolor alrededor de su área pélvica, infórmele a su partera, médico u obstetra. Pida a un miembro de su equipo de maternidad que lo remita a un fisioterapeuta con experiencia en el tratamiento de problemas de las articulaciones pélvicas.
Estos problemas tienden a no mejorar completamente hasta que nace el bebé, pero el tratamiento de un profesional con experiencia puede mejorar significativamente los síntomas durante el embarazo.
Tratamientos
La fisioterapia tiene como objetivo aliviar el dolor, mejorar la función muscular y mejorar la posición y la estabilidad de la articulación pélvica, y puede incluir:
- Terapia manual para asegurarse de que las articulaciones de la pelvis, la cadera y la columna se muevan normalmente.
- Ejercicios para fortalecer el piso pélvico, el estómago, la espalda y los músculos de la cadera.
- Ejercicios en agua.
- Consejos y sugerencias que incluyen puestos de trabajo y nacimiento, cuidado de su bebé y posiciones para el sexo.
- Alivio del dolor.
- Equipo si es necesario, como muletas o cinturones de soporte pélvicos.
Hacer frente al dolor pélvico en el embarazo (recomendaciones)
Su fisioterapeuta puede recomendarle un cinturón de soporte pélvico para aliviar su dolor o muletas para ayudarla a moverse. Puede ayudarla a planear su día para evitar actividades que le causen dolor. Por ejemplo, no suba ni baje escaleras más de lo necesario.
- Manténgase lo más activa posible dentro de los límites del dolor y evite las actividades que empeoran el dolor.
- Descansa cuando puedas.
- Obtenga ayuda con las tareas domésticas de su pareja, familia y amigos.
- Use zapatos planos y de apoyo.
- Siéntate para vestirte, por ejemplo, no te pares en una pierna cuando te pones los jeans.
- Mantenga sus rodillas juntas cuando entre y salga del automóvil; una bolsa de plástico en el asiento puede ayudarlo a girar.
- Duerma en una posición cómoda, por ejemplo, de costado con una almohada entre las piernas.
- Pruebe diferentes formas de voltearse en la cama, por ejemplo volteándose con las rodillas juntas y apretando las nalgas.
- Tome las escaleras una a la vez, o suba las escaleras hacia atrás o hacia abajo.
- Si usa muletas, tenga una mochila pequeña para llevar cosas.
- Si quieres tener relaciones sexuales, considera diferentes posiciones.
También debes evitar:
- Estar de pie sobre una pierna.
- Cruzar tus piernas.
- Sentarse en el piso.
- Sentarse o pararse por largos períodos
- Levantar pesas pesadas, como bolsas de compras, ropa mojada o un niño pequeño.
- Pasar la aspiradora.
- Empujar objetos pesados, como un carrito de supermercado.
- Llevar cualquier cosa en una sola mano (intente usar una mochila pequeña).