Ectasia proviene de la palabra griega «ektasis», que significa dilatación.
La ectasia se define en términos clínicos como la dilatación de un órgano hueco o cilíndrico.
Cuando nos referimos a la ectasia renal, no es más que la dilatación de las cavidades del riñón, pudiendo tratarse de la pelvis renal o de las cámaras del riñón, conocidas como cálices renales.
La pelvis renal es un órgano tubular en forma de embudo, esta zona dilatada, está ubicada cerca del uréter del riñón.
La pelvis renal actúa como colector de la orina que se produce en los riñones, para ser transportada al uréter o tubo que conecta al riñón con la vejiga, para luego ser expulsada al exterior.
Es una anomalía morfológica renal que conjuntamente con las anomalías cardíacas son más frecuentes y detectables por medio de una ecografía.
Aunque no es una enfermedad o patología, sino una alteración de la forma de las cavidades del riñón.
Esta imperfección, sin embargo, puede ser el inicio de un proceso obstructivo del tracto urinario, que puede degenerar en un padecimiento renal.
Como consecuencia puede producir eventuales complicaciones, que suponen una evaluación del médico especialista.
Función de la pelvis renal
La cavidad pélvica o pelvis renal está ubicada en el centro del riñón es una cavidad o bolsa, donde se deposita la orina, con un embudo, conectada a la vejiga por medio de los uréteres.
Si estos se encuentran bloqueados o sus vasos constreñidos, no pueden realizar su función adecuadamente.
Esta obstrucción produce una acumulación de la orina en la pelvis renal y produce una dilatación de los músculos.
Esto provoca una producción reducida de orina que puede producir infecciones en el tracto urinario.
Causas de la ectasia renal
Esta anomalía, ocurre en la formación del feto, está asociada con las hormonas de la madre que están presentes en la placenta.
Se cree que la ectasia renal puede estar causada porque ocurre una relajación del musculo liso del tracto urinario debido a los siguientes factores:
- Un aumento de la diuresis fetal.
- Mal funcionamiento de la vejiga del feto.
- Altos consumos de alcohol por la madre durante la gestación.
Diagnóstico
El diagnóstico de la ectasia renal se puede evaluar a las 20 semanas de embarazo, ya que con la técnica de ultrasonido se puede examinar el tamaño, textura y posición de los riñones, también se pueden apreciar el sistema recolector y los uréteres.
Esta anomalía puede presentarse en el 5% de los fetos y su aparición es más frecuente en el riñón izquierdo y en los fetos de sexo masculino que en los fetos femeninos.
Cuando el tamaño de la dilatación es superior a 4 mm en fetos menores de 33 semanas y en fetos de más de 33 semanas de gestación, mayor de 7 mm entonces podemos considerarla como una ectasia renal.
Cuando la dilatación es superior de 13 mm, es necesario realizar una ecografía después del nacimiento del bebé.
En caso de confirmarse el diagnóstico se recomienda prevenir una infección con la administración de dosis bajas de antibiótico al recién nacido.
Se debe realizar un estudio de cistouretrografía miccional seriada (CUMS), para verificar si la ectasia está acompañada de un reflujo vesicoureteral (RVU).
La ectasia renal en niños y adultos debe ser monitoreada y en la edad adulta y ser evaluada apropiadamente.
Si esta anomalía no fue diagnosticada durante la gestación solo podrá ser detectada en caso de aparición de síntomas de enfermedades de la vía urinaria asociadas a esta anomalía.
Las herramientas de diagnóstico incluyen tomografías, resonancia magnética y ultrasonidos.
En el diagnóstico debe evaluarse la aparición de síntomas y descartarse una enfermedad renal de complicaciones por alteraciones de tipo morfológicas, como la ectasia renal.
Síntomas
Los síntomas de la ectasia renal son:
• Dolor en la línea renal o pélvica
Especialmente si la producción de orina excede la tasa de flujo en la zona obstruida, provocando que el volumen de orina disminuya o se detenga por completo.
• Fiebre
Esta anomalía puede producir obstrucción y dependiendo de la severidad de la obstrucción pueden presentarse reflujo vesico – uretral hacia el uréter y el riñón, provocando infecciones.
Tipos y Tratamiento
Se observan varios tipos de acuerdo con los grados de dilatación:
- Leve.
- Moderada.
- Severa.
En la mayoría de los casos de ectasia renal, solo se trata de un sistema urinario comprometido, esta anomalía continúa estable con el paso del tiempo o se supera en la etapa neonatal.
Solo en un rango de 15 a 20% de los pacientes pueden presentarse obstrucciones en la vía urinaria o reflujo vesico – ureteral que requerirán seguimiento exhaustivo.
Si la ectasia renal es superior a 20 mm, se trata de hidronefrosis, y entonces es necesario otro tipo de manejo, que puede estar acompañada de cirugía, endoscopia o terapia de medicamentos.