Se trata de un sistema complejo que coordina todas las actividades del cuerpo.
El sistema nervioso es vital para la comunicación entre las diferentes partes del cuerpo. Además, el sistema nervioso reacciona a los cambios dentro y fuera del cuerpo mediante el uso de medios eléctricos y químicos para enviar y recibir mensajes.
Hay dos subconjuntos principales del sistema nervioso: el sistema nervioso central, que se compone de la médula espinal y el cerebro, y el sistema nervioso periférico, que se compone de todos los demás elementos neurales.
Por otra parte, el sistema nervioso periférico se divide en otros dos sistemas: el autónomo y el somático. En relación al primero, el sistema nervioso autónomo se compone de los sistemas simpático y parasimpático.
El sistema nervioso autónomo ayuda a controlar las actividades inconscientes de los órganos y glándulas dentro del cuerpo; mientras que el sistema somático ayuda a transferir información de los ojos, oídos, músculos y piel al sistema nervioso central. También ayuda a mover el cuerpo contrayendo y relajando los músculos.
Los órganos primarios del sistema nervioso incluyen los ojos, los oídos, los receptores sensoriales de la piel, los músculos y las articulaciones, así como los órganos sensoriales para el olfato y el gusto.
Síntomas
Aunque los síntomas de las enfermedades del sistema nervioso pueden variar, los síntomas generales más comunes incluyen aparición repentina de cefalea, dolor de cabeza diferente a lo normal, sensación alterada (entumecimiento u hormigueo), debilidad muscular, desgaste muscular y cambios en la visión (pérdida de la vista o doble visión).
Otros síntomas son la pérdida de memoria, deterioro del funcionamiento mental, rigidez muscular, falta de coordinación, convulsiones o temblores, dolor de espalda irradiado y dificultad para hablar.
Las personas que experimentan cualquiera de estos síntomas deben consultar con sus médicos para descartar una enfermedad subyacente del sistema nervioso.
Causas
El sistema nervioso puede afectarse por:
- Traumas.
- Degeneración.
- Infección.
- Tumores.
- Defectos estructurales.
- Trastornos autoinmunes.
- Interrupción del flujo sanguíneo.
Enfermedades del sistema nervioso
Accidente cerebrovascular (ACV)
Un vaso sanguíneo en el cerebro puede reventar y causar una hemorragia interna. O bien, un coágulo puede surgir en un vaso sanguíneo cerebral (un trombo) o surgir en otro lugar (émbolo) y viajar para quedar atascado en un vaso cerebral que luego priva al tejido cerebral de oxígeno.
Dependiendo del área del cerebro involucrado, el paciente puede sufrir parálisis, pérdida del habla o pérdida de la visión.
Ataque isquémico transitorio (AIT)
Un corto período de suministro insuficiente de sangre al cerebro puede tener los mismos signos y síntomas que un accidente cerebrovascular como la debilidad en un brazo, una pérdida parcial de la visión, pero el problema dura menos de 24 horas.
Las personas que se contagian de AIT corren mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular en el futuro.
Afasia
La afasia es un trastorno de la comunicación que resulta de daños o lesiones en las partes del lenguaje del cerebro. Es más común en adultos mayores, particularmente en aquellos que han tenido un derrame cerebral.
La afasia se interpone en el camino de la capacidad de una persona para usar o comprender palabras.
La afasia no afecta la inteligencia de la persona. Las personas que tienen afasia pueden tener dificultades para hablar y encontrar las palabras «correctas» para completar sus pensamientos.
También pueden tener problemas para entender la conversación, leer y comprender palabras escritas, escribir palabras y usar números.
Enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad relacionada con la edad que afecta la capacidad cognitiva de una persona. La degeneración del tejido cerebral sano es la causa más común.
La condición causa una pérdida de habilidades sociales e intelectuales que eventualmente interfieren con la vida diaria. Los síntomas incluyen pérdida de memoria, desorientación y pérdida de juicio.
No existe una cura para la enfermedad de Alzheimer, por lo que el tratamiento se enfoca en mejorar la calidad de vida de un paciente.
Enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico que afecta el movimiento del cuerpo. Aunque se desconoce la causa exacta de esta condición, los investigadores creen que puede ser causada por la presencia de mutaciones genéticas específicas.
Los síntomas incluyen temblor de las manos, movimientos lentos, cambios en el habla y pérdida de memoria.
A medida que la enfermedad de Parkinson progresa, puede hacer que las tareas diarias sean cada vez más difíciles. No hay cura para la enfermedad de Parkinson.
Las formas de tratamiento que pueden controlar los síntomas incluyen medicamentos, fisioterapia y, en algunos casos, cirugía.
Distrofia muscular
La distrofia muscular es una condición que causa la degeneración de los músculos en el cuerpo. Las formas más comunes de distrofia muscular se deben a una deficiencia genética de una determinada proteína muscular llamada distrofina.
Los síntomas de la distrofia muscular incluyen debilidad muscular, caídas frecuentes, paralización progresiva y falta de coordinación.
No hay cura para la distrofia muscular. El tratamiento se enfoca en desacelerar la progresión de la paralización y mantener los músculos móviles durante el mayor tiempo posible. Esto se puede hacer con la ayuda de terapia física o cirugía.
Epilepsia
La epilepsia es un trastorno neurológico que causa convulsiones. Típicamente, estas convulsiones son causadas por impulsos eléctricos defectuosos o que fallan en el cerebro. Los síntomas pueden incluir movimientos espasmódicos incontrolables y confusión temporal.
Las convulsiones pueden volverse tan violentas que causan daño corporal a la persona que padece el trastorno. Aunque las convulsiones son un síntoma característico de la epilepsia, experimentar uno no significa que tenga epilepsia.
Se requieren un mínimo de dos ataques no provocados para un diagnóstico de epilepsia.
El tratamiento para la epilepsia incluye medicamentos, cirugía y estimulación del nervio vago.
Esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple (EM) es un trastorno que afecta el sistema nervioso central y puede conducir a la parálisis. La afección ocurre cuando el sistema inmune del cuerpo ataca y destruye la cubierta protectora que cubre los nervios. Esto resulta en una interrupción en la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.
Los primeros síntomas de la enfermedad incluyen visión borrosa, visión doble o una distorsión de los colores rojo y verde, de acuerdo con el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidente Cerebrovascular.
No existe una cura para la EM, pero el tratamiento a través de medicamentos y terapia física puede ayudar a controlar y disminuir los síntomas.
Tratamientos
El tratamiento para las enfermedades del sistema nervioso se basa en el problema subyacente. Por lo general, los pacientes son derivados a un neurólogo, que es un médico especializado en enfermedades del cerebro, la médula espinal y los nervios.
El neurólogo llevará a cabo un historial médico detallado y un examen físico, y puede ordenar una variedad de pruebas adicionales, que incluyen:
- Punción lumbar: esta prueba permite analizar el líquido cefalorraquídeo para buscar bacterias que puedan estar causando meningitis, proteínas que son específicas de la esclerosis múltiple o las células sanguíneas.
- Exploración cerebral: los tumores cerebrales se pueden visualizar al introducir un elemento radiactivo en el torrente sanguíneo.
- Electroencefalograma (EEG): esta prueba mide la actividad de las ondas cerebrales y puede ser útil para diagnosticar diversas afecciones, incluida la epilepsia y los tumores cerebrales.
- Tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM): estas dos técnicas de imagen se pueden utilizar para visualizar diferentes áreas del cuerpo en detalle en busca de signos de enfermedad.
Dependiendo del tipo de enfermedad del sistema nervioso, el tratamiento puede enfocarse en curar la afección, controlar los síntomas o enlentecer la progresión de la enfermedad.
Para pacientes que sufren de enfermedades del sistema nervioso que son el resultado de una infección se iniciará un tratamiento con antibióticos para ayudar a combatir la infección. El tipo de antibiótico utilizado dependerá de la bacteria que causa la enfermedad.
El dolor neuropático se puede tratar con una combinación de medicamentos analgésicos y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (MANE). Además, algunos pacientes pueden recibir medicamentos anticonvulsivos o antidepresivos para tratar sus síntomas de dolor neuropático.
Los pacientes que sufren trastornos funcionales, como dolor de cabeza y epilepsia, pueden tratarse con terapia profiláctica para ayudar a prevenir dolores de cabeza y convulsiones. El tratamiento profiláctico para pacientes epilépticos puede incluir medicamentos anticonvulsivos.
El tratamiento profiláctico para los pacientes con migraña puede incluir una variedad de medicamentos, como propranolol, timolol, amitriptilina, divalproex, valproato de sodio o topiramato.
El objetivo del tratamiento profiláctico es minimizar la frecuencia, intensidad y duración de los síntomas en un intento de mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Los pacientes que sufren de trastornos degenerativos, incluida la esclerosis múltiple y la enfermedad de Parkinson, generalmente se tratan con una combinación de medicamentos que son específicos de su condición, así como un programa de rehabilitación que puede ayudar a mantener la función y mantener una calidad de vida óptima.
Los pacientes que tienen trastornos estructurales o vasculares pueden requerir una derivación a un neurocirujano para discutir la posibilidad de una cirugía para controlar su enfermedad del sistema nervioso.
Conclusión
El sistema nervioso es un sistema complejo en el cuerpo que se encarga de coordinar todas las funciones del cuerpo. El daño al sistema nervioso puede provocar diversas enfermedades, que pueden ser de naturaleza vascular, infecciosa, estructural, funcional o degenerativa.
Los síntomas de las enfermedades del sistema nervioso varían de una enfermedad a la siguiente; los pacientes que experimentan cualquier síntoma preocupante deben consultar con su médico para descartar una enfermedad del sistema nervioso.
Los tratamientos para las enfermedades del sistema nervioso pueden estar orientados a curar la enfermedad, controlar y prevenir los síntomas, o ralentizar la progresión de la enfermedad.
Los pacientes que padecen enfermedades del sistema nervioso deben consultar con un neurólogo para ayudar a determinar el mejor curso de tratamiento para su caso.
