Hablamos de un tubo delgado, con forma de gusano ciego, que forma parte del tracto gastrointestinal.
Su longitud promedio es de 8-10 cm, variando su tamaño de 2 a 20 cm de largo.
En los humanos y algunos otros mamíferos, hay una estructura que sobresale del ciego, conocido como “apéndice vermiforme” o “apéndice cecal”.
El apéndice aparece durante el quinto mes de gestación, y varios folículos linfoides se encuentran dispersos en su mucosa. Tales folículos aumentan en número cuando las personas alcanzan entre los 8 y 20 años de edad.
En el sitio donde se unen el intestino delgado y el intestino grueso, se encuentra el apéndice, si lo ubicamos desde el exterior se localiza en la parte inferior derecha del abdomen o el punto de McBurney.
Cuando se aplica presión en esta área y se produce dolor o sensibilidad, se puede sospechar que el diagnóstico puede ser apendicitis.
Función del apéndice
Antiguamente no era muy claro qué papel tiene el apéndice en el cuerpo humano, y la extracción del órgano no parece tener consecuencias negativas para la salud.
Muchos científicos creían que el apéndice era un órgano vestigial, y que perdió su función original a través de siglos de evolución.
Sobre esta base, Charles Darwin teorizó que este era un ‘órgano vestigial’, un remanente inútil de algo que nuestros ancestros lejanos usaron en nuestra historia evolutiva, cuando supuestamente comíamos principalmente vegetación, como hojas.
A medida que nuestra dieta cambió, nuestro sistema digestivo supuestamente evolucionó, causando que un ciego previamente mucho más grande se redujera, dejando un remanente inútil en la forma del apéndice.
La teoría de la «casa segura» del apéndice
Investigadores rastrearon la aparición, desaparición y resurgimiento del apéndice en varios linajes de mamíferos en los últimos 11 millones de años, para determinar cuántas veces se cortó y se recuperó debido a las presiones evolutivas.
Descubrieron que el órgano ha evolucionado al menos 29 veces, posiblemente hasta 41 veces, a lo largo de la evolución de los mamíferos, y solo se ha perdido un máximo de 12 veces.
Un nuevo estudio dice que en realidad podría cumplir una función biológica importante.
Función actual del apéndice
De acuerdo a investigaciones recientes se sugiere en la actualidad que el apéndice puede tener una función importante.
En las últimas investigaciones se ha reportado que el apéndice cumple una función importante en el feto y en los adultos jóvenes.
Se ha demostrado que las células endocrinas del apéndice que aparecen durante el desarrollo embrionario, producen varias aminas biogénicas y hormonas peptídicas. Estos compuestos apoyan a través de varios mecanismos de control biológico (homeostático).
Actualmente se cree que en los humanos adultos, el apéndice se encuentra involucrado esencialmente en las funciones inmunes.
El tejido linfoide se acumula en el apéndice poco tiempo después del nacimiento, luego alcanza un pico máximo entre los 20 y 30 años de vida para luego disminuir rápidamente, desapareciendo después de los 60 años de edad.
En los primeros años de desarrollo del individuo, se ha demostrado la función como órgano linfoide del apéndice. Colaborando con el proceso de maduración de los linfocitos B y con la producción de una clase de anticuerpos denominados anticuerpos de inmunoglobulina A.
La producción de moléculas que ayudan en el movimiento de los linfocitos hasta otras partes del cuerpo humano, es otra de las actividades donde el apéndice apoya al sistema linfático, tal y como ha sido reportado por varios investigadores.
Así, la función del apéndice parece ser dispersar los glóbulos blancos hasta la extensa variedad de sustancias extrañas y antígenos que están presentes en el tracto gastrointestinal del individuo.
El apéndice posiblemente apoye la supresión del humoral potencialmente destructivo presente en la sangre y el anticuerpo, al igual que las pequeñas estructuras llamadas parches de Peyer en otras áreas del tracto gastrointestinal, absorben los antígenos del contenido de los intestinos y reaccionan a estos contenidos.
El apéndice es un órgano que posee un papel muy importante en la respuesta inmunológica fisiológica y en el control de los antígenos alimentarios, farmacológicos, microbianos o virales del sistema linfático del individuo.
Muchos investigadores han aseverado que, después de una enfermedad que implica diarrea severa (como el cólera o la disentería), las bacterias buenas almacenadas en el apéndice pueden repoblar el tracto digestivo.
La reserva de bacterias beneficiosas en el apéndice «reinicia» efectivamente el sistema digestivo en estos casos severos cuando la enfermedad elimina todas las bacterias necesarias para una digestión adecuada.
Sin embargo a pesar de todos esos reportes científicos, esta conexión entre las reacciones inmunes locales y las enfermedades inflamatorias del intestino, las reacciones autoinmunes en las que los tejidos atacan a los propios tejidos del individuo, aun se encuentra actualmente bajo investigación.
El apéndice en el pasado generalmente se retiraba y se descartaba durante la práctica de otras cirugías abdominales evitando así cualquier posibilidad de un ataque ulterior de apendicitis.
Pero el apéndice ahora se salva en caso de que sea necesario para una cirugía reconstructiva si se retira la vejiga urinaria.
En la práctica de esta cirugía, una sección del intestino se utiliza para la formación de una vejiga de reemplazo, donde el apéndice se usa para construir un «músculo del esfínter» para que el paciente no pierda la continencia o la capacidad de retener la orina a voluntad.
Además, es utilizado como un sustituto improvisado cuando hay problemas con el uréter, que permite que la orina fluya desde los riñones hacia la vejiga.
Como resultado, el apéndice, una vez considerado como un tejido no funcional, ahora se considera como un «respaldo» importante que puede usarse en una variedad de técnicas quirúrgicas reconstructivas, ya no se extrae y desecha rutinariamente si es saludable.
Problemas de salud relacionados con el apéndice
Apendicitis y cuyas causas generalmente están asociadas a:
- Heces duras.
- Parásitos.
- Objetos ingeridos que no pueden ser digeridos.
- Traumatismo abdominal.
- Úlceras gastrointestinales.
- Apéndice agrandado del tejido linfático.
Los tumores del apéndice son raros. En el apéndice se han reportado los tumores carcinoides que secretan sustancias químicas que causan enrojecimientos periódicos, sibilancias y diarrea. Los tumores epiteliales se observan como crecimientos en el apéndice que pueden ser benignos o cancerosos.
Diagnóstico de las afecciones del apéndice
Examen médico
Un examen simple del abdomen presionando el punto de McBurney sigue siendo la primera prueba para hacer el diagnóstico. Además de una observación si se han producido cambios en el abdomen.
Pruebas de imagen
En la apendicitis, las tomografías computarizadas, imágenes de resonancia magnética y los ultrasonidos pueden mostrar el apéndice inflamado y si se ha roto, también se realizan cuando se sospecha la presencia de un tumor porque pueden observarse la presencia de crecimientos y su localización.
Recuento sanguíneo completo
A menudo se observa un aumento en el número de glóbulos blancos, un signo de infección e inflamación, en los análisis de sangre durante la apendicitis.
Tratamiento
Apendicectomía
La extirpación del apéndice es una cirugía conocida como apendicectomía, si el problema no se trata, la presión en el órgano aumentará hasta que el apéndice se rompa o explote.
El médico puede usar la técnica de cirugía tradicional o por laparoscopia (varios cortes pequeños en la piel y la introducción de un micro equipo de cirugía usando una cámara para ver el interior).
También se necesita cirugía para extirpar los tumores del apéndice. Si el tumor es grande, puede requerir una cirugía más agresiva con la extirpación de parte del colon.
Antibióticos
Si bien el tratamiento es cuestionable, los antibióticos tratan cualquier infección potencial que pueda estar causando los síntomas. En general, los antibióticos solos no pueden tratar eficazmente la apendicitis.
Extirpación del apéndice, seguridad contra beneficios
Una de las primeras cosas que aprende acerca de la evolución es que el cuerpo humano tiene una serie de partes ‘vestigiales’, como el apéndice, las muelas del juicio, el cóccix, que gradualmente dejaron de usarse a medida que nos adaptamos a estilos de vida más avanzados que nuestros ancestros primitivos.
Pero aunque nuestras muelas del juicio definitivamente nos están causando más dolor que bien en este momento, el apéndice humano podría ser más que una simple bomba de relojería en el abdomen.
Durante años, los científicos y los médicos han estudiado el apéndice, con la esperanza de saber por qué este tubo corto y delgado se encuentra en la parte inferior derecha del abdomen.
Con los años, la mayoría de los expertos han concluido que el apéndice es simplemente un resto inútil del largo pasado evolutivo de los humanos.
Sin embargo, puede causar problemas. Por razones que a menudo no están muy claras, el apéndice puede inflamarse e infectarse, causando dolor abdominal intenso. Esta afección, llamada apendicitis, requiere cirugía para extirpar el apéndice infectado.
Si la cirugía no ocurre lo suficientemente rápido, el apéndice infectado puede romperse. Si se rompe, puede propagar la infección a través de la cavidad abdominal, creando una situación potencialmente mortal.
Una vez que es extirpado no sucede nada, la gente sigue viviendo muy bien sin un apéndice. Este hecho es el que ha reforzado por años la opinión de que el apéndice no servía para nada en absoluto .
El hecho de que algunos científicos han reportado evidencia que sugiere que el apéndice puede desempeñar un papel en ciertas situaciones, como una sala de almacenamiento de bacterias buenas, y tejido de reemplazo, pudiendo haber encontrado un propósito para el apéndice, no ha privado a los investigadores de advertir, que esta no es una razón para mantener el apéndice.
El riesgo de infección en caso de ocurra una apendicitis es mucho más grave que la necesidad de mantener un depósito de tejido y de bacterias digestivas beneficiosas.
