El término “idiopático” indica que una inflamación no responde a ninguna razón aparente, y que por el contrario, se desconoce cuáles son las causas del padecimiento.
La hidronefrosis idiopática no es más que una condición en la que se dilata el sistema colector de orina del riñón.
Técnicamente, la hidronefrosis idiopática describe específicamente la dilatación y la hinchazón del riñón, que puede provocar una disminución de la función renal.
El aumento de la presión de líquido retenido dentro del riñón disminuye la tasa de filtración de sangre y puede provocar un daño estructural en las células del riñón.
Esta mengua de la función del riñón a menudo es reversible, si se diagnostica a tiempo y se corrige la condición subyacente, pero si la duración es prolongada, el daño suele ser permanente.
Tipos
- Unilateral: Involucra un solo riñón.
- Bilateral: Involucra ambos riñones.
Causas de la hidronefrosis idiopática
Las causas de hidronefrosis son muliples y se clasifican según el lugar donde se ubica la hinchazón, es decir, si la causa es intrínseca (dentro del sistema colector urinario), o extrínseca (fuera del sistema colector) o si por el contrario se debe a una alteración en la función renal.
En el caso de la hidronefrosis idiopática, en la cual no se conoce la causa exacta, los expertos no pueden descartar ninguna de estas como origen del padecimiento.
Causas intrínsecas de hidronefrosis
En el uréter:
- Cálculos renales, son probablemente, la razón más común para tener hidronefrosis unilateral, porque el cálculo renal causa la obstrucción de la uretra.
- Coágulo de sangre.
- Estenosis o cicatrices.
En la vejiga:
- Cáncer de vejiga.
- Piedras en la vejiga.
- Cistocele.
- Contractura del cuello de la vejiga.
En la uretra:
- Estenosis uretral.
- Válvulas uretrales.
- Cáncer de uretra.
Causas extrínsecas de hidronefrosis
Uréter:
- Tumores o cánceres que comprimen la uretra y evitan el flujo de orina.
- Fibrosis retroperitoneal.
- Síndrome de la vena ovárica.
- Cáncer del cuello uterino.
- Cáncer de próstata.
- El embarazo.
- Prolapso uterino.
Uretra:
- La hipertrofia o la hinchazón de la próstata es una causa frecuente de retención urinaria e hidronefrosis en los hombres.
- Cáncer de próstata
Causas funcionales de hidronefrosis
Vejiga:
- La vejiga neurógena: incapacidad de la vejiga para funcionar correctamente. Se origina debido a daños en los nervios. Esto puede ocurrir en el caso de esclerosis múltiple, diabetes, tumores cerebrales, lesiones o tumores de la médula espinal.
- Reflujo vesicoureteral: cuando la orina se desplaza en sentido contrario desde la vejiga hacia la uretra.
Síntomas de la hidronefrosis idiopática
Una persona con hidronefrosis aguda generalmente desarrolla dolor significativo, sangre en la orina, fiebre y disminución del flujo de la orina.
La hidronefrosis crónica se desarrolla con el tiempo y puede no presentar síntomas definidos y pueden incluir debilidad, malestar general, dolor en el pecho, dificultad para respirar, hinchazón de las piernas, náuseas y vómitos.
Si se producen anomalías electrolíticas debido a que los riñones son incapaces de regular el sodio, el potasio y el calcio, puede haber alteraciones del ritmo cardíaco y espasmos musculares.
En la hidronefrosis aguda, los síntomas del cólico renal debido a un cálculo renal, comienzan con la aparición de un intenso dolor de espalda que se irradia a la ingle, asociado con náuseas, vómitos y sudoración, pudiendo haber sangre en la orina.
Diagnóstico
El diagnóstico se inicia con un historial de los síntomas que desarrolla el paciente.
El examen físico puede revelar sensibilidad en el lugar donde se encuentran los riñones, la vejiga puede estar distendida. En los hombres, se realiza un examen rectal para apreciar el tamaño de la próstata, en las mujeres, se puede realizar un examen pélvico para evaluar el útero y los ovarios.
Adicionalmente se realizan dependiendo del diagnóstico potencial las siguientes pruebas:
Pruebas de laboratorio:
- Análisis de orina.
- El conteo sanguíneo completo.
- El análisis de electrolitos.
- El NUS (nitrógeno ureico en sangre), la creatinina y la tasa de filtración glomerular (TFG) son análisis de sangre que ayudan a evaluar la función renal.
Estudios de imagen:
- Tomografía para evaluar la anatomía del riñón, los cálculos renales o las estructuras que comprimen el sistema colector urinario.
- El ultrasonido para evaluar las estructuras en el abdomen y el retroperitoneo. El ultrasonido también es útil en mujeres que están embarazadas donde existen problemas de radiación.
- La pielografía intravenosa (PIV) ha sido reemplazada en su mayoría por tomografía computarizada, pero su uso es limitado.
- Los rayos X RUV, una radiografía que muestra la vejiga, el riñón y la uretra son utilizados para clasificar un cálculo renal como radiodenso o radiotransparente o para determinar si la piedra puede migrar hacia debajo de la uretra en la vejiga.
Tratamiento de la hidronefrosis idiopática
El tratamiento para la hidronefrosis idiopática depende de la causa de la afección y el grado de gravedad.
El objetivo del tratamiento es reiniciar el flujo libre de orina, disminuyendo la hinchazón y por ende la presión para minimizar el dolor y prevenir las infecciones del tracto urinario y tratar la causa subyacente evitando un daño renal permanente.
Dentro de los tratamientos se encuentran:
- Cirugía formal o laparoscopia.
- Antibióticos y terapia con esteroides.
- La litotricia por ondas de choque. Las ondas de choque del exterior se dirigen a un cálculo renal que hacen que la piedra se fragmente en pedazos pequeños que pueden pasar de las vías urinarias a la orina.
- Colocación de un “stent” en la uretra.
- La inserción de un tubo de nefrectomía percutánea a través del costado directamente en el riñón para permitir que la orina se drene.
Complicaciones de la hidronefrosis idiopática
Si la hidronefrosis idiopática no es tratada a tiempo, el aumento de la presión por los líquidos retenidos en el riñón puede disminuir la capacidad del riñón de filtrar la sangre.
De esta forma se logra eliminar los productos de desecho, permitiendo el paso de la orina y regular el nivel de electrolitos en el cuerpo.
También puede provocar infecciones renales y en ciertos casos, la pérdida completa de la función renal o en los casos más crónicos la muerte.