Conocido como carcinoma renal y también llamado carcinoma de células claras, es un tumor maligno que afecta las células epiteliales del riñón.
La mayoría de los carcinomas renales aparecen en personas con más de 40 años de edad, con una incidencia máxima alrededor de la sexta o séptima década.
Tienden a surgir en personas con trastornos vasculares de los riñones, debido a que están muy cerca del torrente sanguíneo, a menudo envían tumores secundarios a otros órganos del cuerpo como los pulmones, el hígado, el cerebro y el tejido óseo.
El carcinoma renal forma una gran masa redondeada en uno o ambos riñones. Es principalmente de color amarillo debido a la gran cantidad de sustancias lipídicas presentes.
También hay áreas enrojecidas, donde los vasos sanguíneos han sangrado, y quistes que contienen líquidos acuosos.
El cuerpo del tumor generalmente muestra numerosos vasos sanguíneos grandes, cuyas paredes están compuestas de células tumorales.
Con frecuencia, los carcinomas renales no se reconocen hasta que se manifiestan en otras partes del cuerpo. La hemorragia indolora en la orina puede ocurrir al comienzo de la enfermedad.
El dolor es poco frecuente y se presenta tarde en el desarrollo de la enfermedad.
El tumor causa deformidad en una o más de las cavidades en el riñón en una etapa temprana; si se sospecha de tumores, una radiografía especializada mostrará estas distorsiones.
Los riñones
Los riñones son órganos en su cuerpo que ayudan a deshacerse de los desechos del organismo y al mismo tiempo regulan el equilibrio de líquidos. Hay pequeños tubos en los riñones llamados túbulos. Estos ayudan a filtrar la sangre, ayudan a excretar desechos y ayudan a producir la orina.
Un hipernefroma ocurre cuando las células cancerosas comienzan a crecer incontrolablemente en el revestimiento de los túbulos del riñón.
Este es un cáncer de rápido crecimiento que a menudo se propaga a los pulmones y los órganos circundantes.
Causas del hipernefroma
Los expertos no conocen la causa exacta del hipernefroma.
Se encuentra más comúnmente en hombres entre las edades de 50 y 70 años, pero se ha diagnosticado en pacientes de cualquier edad.
Existen algunos factores de riesgo para la enfermedad, que incluyen:
- Antecedentes familiares de hipernefroma.
- Pacientes con tratamiento de diálisis.
- Hipertensión arterial.
- Obesidad.
- Tabaquismo.
- Enfermedad renal poliquística (trastorno hereditario que causa la formación de quistes en los riñones).
- La enfermedad genética de Von Hippel-Lindau (caracterizada por quistes y tumores en varios órganos).
- Abuso crónico de ciertos medicamentos como: antiinflamatorios no esteroideos utilizados para el tratamiento de la artritis y medicamentos para aliviar la fiebre y el dolor, como el acetaminofen, aspirina , ibuprofeno, durante mucho tiempo.
- La hepatitis C.
- La exposición a ciertos tintes, amianto, cadmio, herbicidas y solventes.
Síntomas
Cuando un hipernefroma se encuentra en sus primeras etapas, los pacientes pueden estar libres de síntomas.
A medida que la enfermedad progresa, los síntomas también progresan y pueden incluir:
- Abultamiento del abdomen.
- Presencia de sangre en la orina.
- Pérdida de peso inexplicable.
- Pérdida de apetito.
- Fatiga.
- Problemas de la vista.
- Dolor persistente en el costado del tórax.
- Crecimiento excesivo de vello en las mujeres.
Diagnóstico del hipernefroma
Si se sospecha de la presencia de un hipernefroma se inicia el diagnóstico con el historial personal y familiar y un examen físico.
Se pueden ordenar una serie de pruebas para obtener un diagnóstico preciso. Estos pueden incluir:
- Un conteo sanguíneo completo.
- Tomografía computarizada: permite observar de cerca los riñones para detectar cualquier crecimiento anormal.
- Ultrasonidos abdominales y de riñón: permite crear una imagen de los órganos, en el caso de tumores y otras anomalías.
- Examen de orina: para detectar sangre en la orina y para analizar las células en busca de evidencias de cáncer.
- Biopsia: extracción de una muestra de tejido, para descartar o confirmar la presencia de cáncer.
Si se diagnostica la existencia de un hipernefroma, se realizarán más pruebas para determinar si el cáncer se ha diseminado y dónde.
Un hipernefroma se estadifica desde la etapa 1 hasta la etapa 4, en orden de gravedad ascendente.
Las pruebas de estadificación pueden incluir una gammagrafía ósea, una tomografía por emisión de positrones y una radiografía de tórax.
Aproximadamente un tercio de las personas con un hipernefroma, tienen las células cancerígenas diseminadas para el momento del diagnóstico.
Tratamiento
Hay cinco tipos de tratamientos estándar para un hipernefroma. Uno o más se pueden usar para tratar el cáncer.
- La cirugía puede incluir diferentes tipos de procedimientos. Durante una nefrectomía parcial, se extirpa parte del riñón o se puede extirpar todo el riñón. Según la extensión de la enfermedad, es posible que se necesite una cirugía más extensa para extirpar el tejido circundante, los ganglios linfáticos y la glándula suprarrenal.
- La radioterapia implica el uso de rayos X de alta energía para matar las células cancerosas. La radiación puede ser administrada externamente o colocada internamente.
- La quimioterapia usa medicamentos para eliminar las células cancerosas. Se puede administrar por vía oral o intravenosa, dependiendo del medicamento que se elija. Esto permite que los medicamentos ingresen al flujo sanguíneo y lleguen a las células cancerosas que pueden haberse diseminado a otras partes del cuerpo.
- La terapia biológica, también llamada inmunoterapia, funciona con el sistema inmunológico para atacar el cáncer. Las enzimas o sustancias hechas por el cuerpo se utilizan para defender al cuerpo contra el cáncer.
- La terapia dirigida es un tipo más nuevo de terapia contra el cáncer. Los medicamentos se usan para atacar ciertas células cancerosas sin dañar las células sanas. Algunos medicamentos funcionan en los vasos sanguíneos para evitar el flujo de sangre al tumor, logrando la reducción de su tamaño.