Leucodistrofia Metacromática: Síntomas, Causas, Poblaciones Afectadas, Trastornos Relacionados, Diagnóstico y Tratamiento

causas de leucodistrofia metacromática

Es un raro trastorno neurometabólico hereditario que afecta la sustancia blanca del cerebro (leucoencefalopatía).

Se caracteriza por la acumulación de una sustancia grasa conocida como sulfatida (un esfingolípido) en el cerebro y otras áreas del cuerpo (es decir, hígado, vesícula biliar, riñones y/o bazo).

El recubrimiento protector graso de las fibras nerviosas (mielina) se pierde en las áreas del sistema nervioso central (SNC) debido a la acumulación de sulfatida.

Los síntomas de la leucodistrofia metacromática pueden incluir convulsiones, cambios de personalidad, espasticidad, demencia progresiva, trastornos motores que progresan a parálisis y/o deterioro visual que conducen a la ceguera.

La leucodistrofia metacromática se hereda como un rasgo autosómico recesivo. Hay tres formas de la enfermedad que tienen síntomas similares. Sin embargo, se distinguen por la edad de inicio: infantil, juvenil y adulta.

Signos y síntomas

Los primeros signos y síntomas de la leucodistrofia metacromática pueden ser vagos y de inicio gradual, lo que hace que este trastorno sea difícil de diagnosticar. Cambios sutiles en el procesamiento del pensamiento (mentación), la memoria y/o la postura pueden ser los primeros síntomas observados en personas con este trastorno.

Ocasionalmente, el síntoma más temprano es una alteración en la visión o entumecimiento en algún lugar del cuerpo.

La leucodistrofia metacromática tardía infantil generalmente se detecta en el segundo año de vida, más comúnmente antes de los 30 meses. Los signos iniciales de la forma infantil tardía incluyen irritabilidad, tono muscular disminuido y alteración de la marcha.

La leucodistrofia metacromática juvenil generalmente comienza entre las edades de 4 y 10 años. La leucodistrofia metacromática en adultos o de inicio tardío comienza después de los 16 años con mayor frecuencia durante la tercera o cuarta década. Los síntomas de todas las formas de la enfermedad son similares.

Sin embargo, las dificultades visuales pueden ser más pronunciadas en los bebés, mientras que la psicosis y la demencia pueden ser más graves en los adultos con esta enfermedad. Los síntomas pueden variar mucho entre las personas afectadas.

Los síntomas de todas las formas de leucodistrofia metacromática pueden incluir problemas de visión que conducen a la ceguera, cambios de personalidad y alteraciones motoras como torpeza, debilidad muscular (hipotonía), rigidez, incapacidad para coordinar el movimiento (ataxia) y/o espasmos musculares especialmente del cuello, columna vertebral, brazos y piernas.

Otros síntomas pueden incluir distensión abdominal, dificultad para hablar (disartria), pérdida de habilidades intelectuales previamente adquiridas, deterioro mental general y/o convulsiones. A medida que progresan los síntomas de la leucodistrofia metacromática, pueden desarrollar ceguera, parálisis, psicosis y/o demencia.

Las anomalías conductuales y la demencia son particularmente pronunciadas en la forma de la enfermedad que se inicia en el adulto.

La neuropatía periférica también puede ocurrir en individuos con leucodistrofia metocromática. La neuropatía periférica es un término general que denota un trastorno del sistema nervioso periférico.

El sistema nervioso periférico consiste en todos los nervios motores y sensoriales que conectan el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo (es decir, los nervios fuera del sistema nervioso central).

Los síntomas y los hallazgos físicos asociados con neuropatías periféricas pueden ser extremadamente complejos y varían mucho de un caso a otro.

Los hallazgos comunes asociados con la neuropatía periférica pueden incluir debilidad muscular; dolor; entumecimiento; rojez; y/o sensaciones de ardor u hormigueo en las áreas afectadas, especialmente los brazos y las piernas (extremidades).

Causas

La leucodistrofia metacromática se hereda como un rasgo autosómico recesivo. Las enfermedades genéticas están determinadas por dos genes, uno recibido del padre y el otro de la madre.

Los trastornos genéticos recesivos ocurren cuando un individuo hereda el mismo gen anormal para el mismo rasgo de cada padre. Si un individuo recibe un gen normal y un gen para la enfermedad, la persona será portadora de la enfermedad, pero por lo general no presentará síntomas.

El riesgo de que dos padres portadores pasen el gen defectuoso y, por lo tanto, tengan un hijo afectado es del 25% con cada embarazo.

El riesgo de tener un hijo que sea portador como los padres es del 50% con cada embarazo. La probabilidad de que un niño reciba genes normales de ambos padres y sea genéticamente normal para ese rasgo en particular es del 25%.

Los síntomas de la leucodistrofia metacromática se desarrollan debido a una deficiencia de la enzima arilsulfatasa A (sulfatasa del cerebro), que actúa sobre una determinada sustancia (sulfatida) en el recubrimiento graso de las fibras nerviosas (vaina de mielina) de la sustancia blanca del sistema nervioso central.

El gen que regula la actividad de la arilsulfatasa A se ha localizado en el brazo largo del cromosoma 22 (22q13.31qter). Los bajos niveles de esta enzima conducen a la degeneración de la mielina y a los síntomas neurológicos progresivos.

La forma de inicio de esta enfermedad en el adulto ocurre debido a defectos en la proteína que activa la actividad de la arilsulfatasa, aunque la cantidad de la enzima puede ser normal en algunos adultos afectados con leucodistrofia metacromática.

Poblaciones afectadas

La leucodistrofia metacromática es un trastorno poco frecuente que afecta a hombres y mujeres en igual número. Las personas de todos los orígenes étnicos pueden verse afectadas por esta enfermedad.

Se han reportado más de 160 casos en la literatura médica. La prevalencia de la forma infantil tardía es de 1 en 40,000. La prevalencia de la forma juvenil es 1 en 150,000.

Los síntomas de la forma infantil de leucodistrofia metacromática generalmente comienzan a la edad de dos años. La leucodistrofia metacromática juvenil generalmente comienza entre los 4 y los 10 años, y la leucodistrofia metacromática de inicio tardío o en adultos generalmente comienza después de los 16 años de edad.

Trastornos relacionados

Los síntomas de los siguientes trastornos pueden ser similares a los de la leucodistrofia metacromática. Las comparaciones pueden ser útiles para un diagnóstico diferencial:

Adrenoleucodistrofia

La adrenoleucodistrofia es un trastorno metabólico hereditario raro que se caracteriza por la pérdida del recubrimiento graso (cubierta de mielina) en las fibras nerviosas del cerebro (desmielinización cerebral) y la degeneración progresiva de la glándula suprarrenal (atrofia suprarrenal).

El aumento de los niveles de ácidos grasos de cadena muy larga (VLCFA) se acumula en el plasma sanguíneo y otros tejidos del cuerpo.

La forma más común de la enfermedad ocurre durante la infancia. Los síntomas pueden incluir: cambios de comportamiento como mala memoria, trabajos escolares cada vez más deficientes, pérdida de control emocional y o demencia.

Otros síntomas pueden incluir la capacidad limitada para coordinar el movimiento (ataxia), respuestas reflejas exageradas (hiperreflexia), debilidad muscular en un lado del cuerpo (hemiparesia), dificultades del habla, pérdida de la audición y/o dificultades visuales.

Enfermedad de Alexander

La enfermedad de Alexander es un trastorno metabólico progresivo extremadamente raro que con frecuencia se hereda. Es uno de un grupo de enfermedades conocidas como las Leucodistrofias.

La enfermedad de Alexander se caracteriza por la pérdida de las capas grasas que cubren las fibras nerviosas. Los síntomas del trastorno generalmente comienzan durante la infancia y pueden incluir espasmos musculares, retrasos en el desarrollo, convulsiones y/o retraso mental.

Cuando la enfermedad de Alexander comienza durante la infancia, los síntomas pueden incluir dificultad para tragar, dolor en las articulaciones, vómitos, dificultad para respirar, inhabilidad para toser y/o espasmos musculares.

Enfermedad de Canavan

La enfermedad de Canavan es un raro trastorno neurológico heredado caracterizado por la degeneración esponjosa del cerebro y la médula espinal (sistema nervioso central).

Los síntomas pueden incluir falta de tono muscular (hipotonía), pérdida de habilidades mentales, motoras o físicas previamente adquiridas, control de la cabeza deficiente, una cabeza anormalmente agrandada (megalocefalia) y/o ceguera.

Otros síntomas pueden incluir contracciones musculares involuntarias de los brazos y las piernas, respuestas reflejas exageradas, debilidad de los músculos que sostienen la cabeza (atonía) y/o parálisis.

La enfermedad de Canavan es causada por una deficiencia de la enzima aspartoacylase. Los síntomas pueden comenzar durante la primera infancia y generalmente progresan rápidamente, lo que resulta en complicaciones que amenazan la vida.

Leucodistrofia de Krabbe

La leucodistrofia de Krabbe es un trastorno metabólico hereditario raro que se caracteriza por la acumulación anormal de una sustancia grasa (galactósido de galamida) en el cerebro.

Los síntomas se desarrollan debido a una deficiencia de la enzima galactosidasa beta-galactosidasa y pueden incluir irritabilidad, vómitos, episodios de inconsciencia parcial y/o convulsiones. También puede haber contracciones espásticas de las piernas, dificultad para tragar y/o deterioro mental.

Enfermedad de Tay-Sach

La enfermedad de Tay-Sach es un raro trastorno hereditario que ocasiona la destrucción progresiva del sistema nervioso central. El cuerpo no puede metabolizar adecuadamente ciertas grasas (lípidos) debido a la ausencia de una enzima (hexosaminidasa A). Esto resulta en la acumulación de estas grasas en el cerebro (gangliosidosis GM2).

Los síntomas pueden incluir una respuesta de sobresalto anormal y espasmos musculares (sacudidas mioclónicas).

Entre los 6 y 10 meses de edad, aparecen síntomas adicionales que incluyen dificultades para comer, debilidad muscular (hipotonía), inquietud, movimientos oculares inusuales y manchas circulares rojas en los ojos (manchas maculares de color rojo cereza).

Después de 12 meses, los niños afectados pueden perder habilidades y coordinación previamente adquiridas. La enfermedad de Tay-Sach generalmente se encuentra entre los niños del patrimonio judío de Europa del Este.

Enfermedad de Sandhoff

La enfermedad de Sandhoff es una rara enfermedad hereditaria de almacenamiento de lípidos que resulta en el deterioro progresivo del sistema nervioso central. Una deficiencia de la enzima hexosaminidasa (subunidad beta) da como resultado la acumulación de ciertas grasas en el cerebro y otros órganos del cuerpo.

La enfermedad de Sandhoff es una forma grave de la enfermedad de Tay-Sachs y no se limita a ningún grupo étnico en particular.

Los primeros síntomas de la enfermedad de Sandhoff generalmente comienzan entre las edades de 3 a 6 meses y pueden incluir problemas de alimentación, debilidad general, un reflejo de sobresalto exagerado, debilidad motora y/o manchas rojas (máculas de cereza) en los ojos.

Otros síntomas pueden incluir deterioro mental progresivo, espasticidad, soplos cardíacos, convulsiones (mioclónicos y generalizados), ceguera y/o bazo anormalmente agrandado.

Esclerosis cerebral de Pelizaeus-Merzbacher

La esclerosis cerebral de Pelizaeus-Merzbacher es una rara enfermedad hereditaria del sistema nervioso central que se asocia con el deterioro progresivo de la sustancia blanca del cerebro. Los síntomas pueden comenzar durante la infancia (forma clásica de la enfermedad) o la edad adulta.

En los bebés, los síntomas pueden incluir incapacidad para desarrollar el control normal de la cabeza y los ojos, retrasos en el crecimiento, temblores musculares, debilidad, movimientos musculares espasmódicos involuntarios, muecas faciales, inestabilidad y/o la fijación permanente anormal de las articulaciones (contracturas).

Diagnóstico

Su médico realizará un examen físico y revisará sus síntomas e historial médico y buscará signos de leucodistrofia metacromática.

Su médico puede ordenar pruebas para diagnosticar su condición. Estas pruebas también ayudan a determinar qué tan grave es su condición.

Pruebas de sangre y orina: Los análisis de sangre buscan una deficiencia de enzima que causa leucodistrofia metacromática.

También es posible que se hagan análisis de orina para verificar la acumulación de sustancias grasas (lípidos).

Pruebas genéticas: Su médico realizará pruebas genéticas para detectar mutaciones en el gen asociado con la leucodistrofia metacromática.

También puede recomendarle  pruebas de detección de mutaciones en el gen a los miembros de la familia, especialmente a las mujeres que están embarazadas (pruebas prenatales).

Estudio de conducción nerviosa: Esta prueba mide los impulsos nerviosos eléctricos y funciona en sus músculos y nervios al pasar una pequeña corriente a través de electrodos en su piel.

Su médico puede usar esta prueba para buscar daño en los nervios (neuropatía periférica), que es común en personas con leucodistrofia metacromática.

Resonancia magnética (MRI): Esta prueba usa potentes imanes y ondas de radio para producir imágenes detalladas de tu cerebro.

Su médico puede usar esta prueba para determinar si tiene signos de leucodistrofia metacromática, que tiene un patrón de rayas característico (tigroid) de sustancia blanca anormal (leucodistrofia) en su cerebro.

Pruebas psicológicas y cognitivas: Su médico puede evaluar sus habilidades psicológicas y de pensamiento (cognitivas). Estas pruebas pueden ayudar a determinar cómo la condición afecta su función cerebral.

Tratamiento

La leucodistrofia metacromática no se puede curar y existen pocas opciones de tratamiento. Sin embargo, su médico debe trabajar con usted para ayudarlo a controlar sus signos y síntomas y tratar de mejorar su calidad de vida.

La leucodistrofia metacromática se puede tratar con varios tratamientos:

Medicamentos: Los medicamentos pueden reducir sus signos y síntomas y aliviar su dolor.

Trasplante de células madre: Los trasplantes de células madre hematopoyéticas a veces han ralentizado la progresión de la leucodistrofia metacromática al introducir células sanas para ayudar a reemplazar a las enfermas.

Terapia física, ocupacional y del habla: Es posible que tenga terapia física para promover la flexibilidad muscular y articular y mantener su rango de movimiento tanto como sea posible. Es posible que necesite una silla de ruedas, un andador u otros dispositivos de asistencia a medida que su condición progresa.

Es posible que tenga terapia ocupacional y del habla para mejorar su calidad de vida.

Asistencia nutricional: Usted y su familia pueden trabajar con un especialista en nutrición (dietista) para asegurarse de obtener la nutrición adecuada. Eventualmente, puede ser difícil tragar alimentos o líquidos.

Es posible que necesite dispositivos de alimentación  a medida que su condición progresa.

Sinónimos de Leucodistrofia Metacromática

  • ARSA.
  • Deficiencia de Arylsulfatase A.
  • Deficiencia de cerebrósido sulfatasa.
  • Esclerosis cerebral difusa.
  • Enfermedad de Greenfield.
  • Leucodistrofia metacromática tardía.
  • Forma metacromática de cerebral difusa.
  • Leucoencefalopatía metacromática.
  • MLD.
  • Sulfatide Lipidosis.
  • Sulfatidosis.
  • Subdivisiones de leucodistrofia metacromática.
  • Leucodistrofia Metacromática Adulta.
  • Leucodistrofia Metacromática Juvenil.
  • Leucodistrofia metacromática infantil tardía.