Litiasis Renal: Definición, Factores de Riesgo, Causas, Síntomas, Diagnóstico, Tratamiento, Prevención y Pronóstico

La incidencia de formación de cálculos renales en los seres humanos es bastante alta, se estima que diez de cada 100 personas pueden sufrir de esta enfermedad.

La nefrolitiasis y litiasis renal son términos médicos utilizados para referirse a los cálculos renales.

Por lo general es imposible pasar por alto estas molestias debido a que sus síntomas son evidentes, pero el significado exacto de la condición en términos de salud a largo plazo puede depender del tipo de cálculos o piedras que se desarrollan.

Algunos de los diferentes tipos de cálculos que se producen en la litiasis renal incluyen los cálculos de estruvita, que normalmente se forman alrededor de la materia infecciosa en los riñones, algunas personas desarrollan cálculos de calcio o calcita, piedras que pueden ser debido a los niveles excesivos de oxalato de calcio.

Las personas con niveles altos de ácido úrico pueden tener cálculos de ácido úrico, o, a veces las piedras se componen principalmente de ciertos aminoácidos (cistina). Otras veces la causa de la formación no es del todo clara.

Factores de riesgo

En los residentes de los países industrializados, los cálculos renales son más comunes que los cálculos en la vejiga.

Lo contrario es cierto para los residentes de las áreas en desarrollo del mundo, donde las piedras de la vejiga son las más comunes. Se cree que esta diferencia está relacionada con factores dietéticos.

Las personas que viven en las regiones del sur o sudoeste de EE. UU., tienen una mayor tasa de formación de cálculos renales, posiblemente debido a una ingesta inadecuada de agua que conduce a la deshidratación, que las que viven en otras áreas.

En las últimas décadas, el porcentaje de personas con cálculos renales en EE. UU., ha ido en aumento, muy probablemente relacionado con la epidemia de obesidad.

Un historial familiar de cálculos renales también es un factor de riesgo para desarrollar cálculos renales.

Los cálculos renales son más comunes en los asiáticos y caucásicos que en los nativos americanos, africanos o afroamericanos.

Los cálculos renales del ácido úrico son más comunes en personas con niveles crónicos elevados de ácido úrico en la sangre (hiperuricemia).

Un pequeño número de mujeres embarazadas desarrollan cálculos renales, y hay alguna evidencia de que los cambios relacionados con el embarazo pueden aumentar el riesgo de formación de cálculos.

Los factores que pueden contribuir a la formación de cálculos durante el embarazo incluyen una disminución del paso de la orina debido al aumento de los niveles de progesterona y la disminución de la ingesta de líquidos debido a la disminución de la capacidad de la vejiga por la ampliación del útero.

Las mujeres embarazadas sanas también tienen un ligero aumento en la excreción urinaria de calcio.

Sin embargo, no está claro si los cambios del embarazo son directamente responsables de la formación de cálculos renales o si estas mujeres tienen otro factor subyacente que los predispone a la formación de cálculos renales.

¿Qué causa las piedras en el riñón?

Los cálculos renales se forman cuando hay una disminución en el volumen de orina y / o un exceso de sustancias formadoras de cálculos en la orina.

El tipo más común de cálculos renales contiene calcio en combinación con oxalato o fosfato.

La mayoría de los cálculos renales son piedras de calcio. Otros compuestos químicos que pueden formar cálculos en el tracto urinario incluyen ácido úrico, fosfato de magnesio y amonio (que forma cálculos de estruvita y el aminoácido cisteína.

La deshidratación por la ingesta reducida de líquidos o el ejercicio extenuante sin un reemplazo adecuado de líquidos aumenta el riesgo de cálculos renales.

La obstrucción al flujo de orina también puede conducir a la formación de cálculos.

En este sentido, el clima puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de cálculos renales, ya que los residentes de áreas cálidas y secas son más propensos a deshidratarse y ser susceptibles a la formación de cálculos.

Los cálculos renales también pueden ser el resultado de una infección en el tracto urinario.

Estos se conocen como cálculos de estruvita o infección. Las anomalías metabólicas, incluidos los trastornos hereditarios del metabolismo, pueden alterar la composición de la orina y aumentar el riesgo de formación de cálculos en una persona.

Otras afecciones médicas que causan cálculos renales

Varias condiciones médicas diferentes pueden conducir a un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales:

La gota produce una cantidad crónicamente aumentada de ácido úrico en la sangre y la orina y puede conducir a la formación de cálculos renales de ácido úrico.

La hipercalciuria (alto contenido de calcio en la orina), otra afección hereditaria, causa cálculos en más de la mitad de los casos. En esta condición, se absorbe demasiado calcio de los alimentos y se excreta en la orina, donde puede formar fosfato de calcio o cálculos renales de oxalato de calcio.

Otras afecciones asociadas con un mayor riesgo de cálculos renales incluyen hiperparatiroidismo, enfermedades renales como la acidosis tubular renal y otras afecciones metabólicas hereditarias, como cistinuria e hiperoxaluria.

Las enfermedades crónicas como la diabetes y la presión arterial alta (hipertensión) también se asocian con un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales.

Las personas con enfermedad inflamatoria del intestino también son más propensas a desarrollar cálculos renales.

Aquellos que se han sometido a un bypass intestinal o cirugía de ostomía también tienen un mayor riesgo de cálculos renales.

Algunos medicamentos también aumentan el riesgo de cálculos renales. Estos medicamentos incluyen algunos diuréticos, antiácidos que contienen calcio y el inhibidor de la proteasa indinavir (Crixivan), un medicamento utilizado para tratar la infección por el VIH.

Los factores y las prácticas dietéticas pueden aumentar el riesgo de formación de cálculos en individuos susceptibles.

En particular, la ingesta inadecuada de líquidos predispone a la deshidratación, que es un factor de riesgo importante para la formación de cálculos.

Otras prácticas dietéticas que pueden aumentar el riesgo de un individuo de formar cálculos renales incluyen un alto consumo de proteína animal, una dieta alta en sal, un consumo excesivo de azúcar, suplementos excesivos de vitamina D y una ingesta excesiva de alimentos que contienen oxalato como la espinaca.

Curiosamente, los bajos niveles de ingesta de calcio en la dieta pueden alterar el equilibrio de calcio-oxalato y dar como resultado una mayor excreción de oxalato y una propensión a formar cálculos de oxalato.

La hiperoxaluria como una condición hereditaria es poco común y se conoce como hiperoxaluria primaria.

Los niveles elevados de oxalato en la orina aumentan el riesgo de formación de cálculos. La hiperoxaluria primaria es mucho menos común que la hiperoxaluria debido a factores dietéticos como se mencionó anteriormente.

Síntomas principales de la litiasis renal

Los síntomas asociados con la litiasis son a menudo fáciles de detectar. Muchas personas sienten un dolor significativo que puede ocurrir justo debajo de las costillas o en el estómago, la pelvis y la ingle.

Orinar tiende a causar malestar y la gente puede sentir impulsos constantes de ir al baño. Cuando se producen cálculos el color de la orina puede ser diferente y podría ser de color marrón o rosa, o, posiblemente, de color rojo brillante.

Cuando las personas tienen cálculos de estruvita, también pueden mostrar signos de litiasis renal con fiebre y síntomas semejantes a la gripe.

Diagnóstico

El diagnóstico de la litiasis renal no significa necesariamente intervenciones enormes, si se sospecha infección, puede recibir antibióticos.

Las piedras grandes pueden no ser capaces de pasar y los médicos podrían considerar diferentes métodos invasivos, incluyendo la extirpación quirúrgica o el uso de radiofrecuencia para romper y eliminar las piedras.

Para los cálculos bastante pequeños, el tratamiento habitual es conseguir que la persona afectada aumente la ingesta de agua de manera significativa y la administración de medicamentos de ayuda como los analgésicos para reducir el malestar, hasta que pase el calculo y sea expulsado.

Tratamiento para la litiasis renal

El tratamiento se adapta de acuerdo con el tipo de calculo. La orina puede ser filtrada y las piedras pueden ser recogida para su evaluación. Beber de seis a ocho vasos de agua al día aumenta el flujo de orina.

Las personas que están deshidratadas o tienen náuseas y vómitos graves pueden necesitar líquidos intravenosos. Otras opciones de tratamiento incluyen:

Medicación

El alivio del dolor puede requerir medicamentos narcóticos. La presencia de la infección requiere tratamiento con antibióticos. Otros medicamentos incluyen:

  • Alopurinol para los cálculos de ácido úrico.
  • Diuréticos.
  • Bicarbonato de sodio o citrato de sodio.
  • Soluciones de fósforo.
  • Litotricia.

En la litotricia extracorpórea por ondas de choque se utilizan ondas sonoras para romper piedras grandes para que puedan pasar más fácilmente por los uréteres hasta la vejiga. Este procedimiento puede ser incómodo y puede requerir anestesia ligera.

Puede causar hematomas en el abdomen y la espalda y sangrado alrededor del riñón y órganos cercanos.

Cirugía de Tunnel (percutánea nefrolitotomía)

Las piedras se eliminan a través de una pequeña incisión en la espalda y puede ser necesaria cuando:

  • La piedra provoca la obstrucción e infección o está dañando los riñones.
  • La piedra se ha vuelto demasiado grande para pasar.
  • El dolor no se puede controlar.
  • Se ha hecho ureteroscopia.

Cuando una piedra se ha quedado atascada en el uréter o la vejiga, el médico puede utilizar un instrumento llamado ureteroscopio para quitarla.

Un pequeño cable con una cámara adjunta se inserta en la uretra y se hace pasar dentro de la vejiga. Una pequeña jaula se usa para enganchar el cálculo y retirarlo. Luego se envía al laboratorio para su análisis.

¿Los remedios caseros son efectivos para los cálculos renales?

Para algunas personas que han tenido muchos cálculos renales, el cuidado en el hogar puede ser apropiado.

Cuando se ha tenido un cálculo renal, es importante beber mucho líquido. De hecho, esta es la medida más importante para el cuidado en el hogar.

Los medicamentos pueden ayudar a controlar el dolor (como se describió anteriormente).

Sin embargo, si es la primera vez que uno tiene síntomas sugestivos de cálculos renales, es importante consultar a un médico de inmediato.

¿Se pueden prevenir los cálculos renales?

En lugar de tener que someterse a un tratamiento, lo mejor es evitar los cálculos renales en primer lugar cuando sea posible.

Puede ser especialmente útil beber más agua, ya que la baja ingesta de líquidos y la deshidratación son los principales factores de riesgo para la formación de cálculos renales.

Dependiendo de la causa de los cálculos renales y el historial

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