Es la prominencia ósea a cada lado del tobillo humano.
Cada pierna está soportada por dos huesos, la tibia en el lado interno (medial) de la pierna y el peroné en el lado externo (lateral) de la pierna.
El maléolo medial es la prominencia en el lado interno del tobillo, formado por el extremo inferior de la tibia. El maléolo lateral es la prominencia en el lado externo del tobillo, formado por el extremo inferior del peroné.
Maléolo medial
El maléolo medial se encuentra en el extremo de la tibia. La superficie medial de la extremidad inferior de la tibia se prolonga hacia abajo para formar un proceso piramidal fuerte, aplanado desde adentro hacia afuera:
- La superficie medial de este proceso es convexa y subcutánea.
- La superficie lateral o articular es lisa y ligeramente cóncava, y se articula con el astrágalo.
- El borde anterior es rugoso, para la fijación de las fibras anteriores del ligamento deltoides de la articulación del tobillo.
- El borde posterior presenta un surco amplio, el surco maleolar, dirigido oblicuamente hacia abajo y medialmente, y ocasionalmente doble; este surco aloja los tendones de Tibialis posterior y Flexor digitorum longus.
- La parte superior del maléolo medial está marcada por una depresión áspera detrás, para la unión del ligamento deltoideo.
Estructuras que pasan detrás del maléolo medial profundo al retináculo flexor:
- Tendón tibial posterior.
- Flexor digitorum longus.
- Arteria tibial posterior.
- Vena tibial posterior.
- Nervio tibial.
- Flexor hallucis longus.
Maléolo lateral
El maléolo lateral se encuentra en el extremo del peroné, es de forma piramidal y algo aplanado de lado a lado; desciende a un nivel más bajo que el maléolo medial:
- La superficie medial presenta al frente una superficie triangular lisa, convexa desde arriba hacia abajo, que se articula con una superficie correspondiente en el lado lateral del astrágalo. Detrás y debajo de la superficie articular hay una depresión áspera, que da fijación al ligamento talofibular posterior.
- La superficie lateral es convexa, subcutánea y continua con la superficie triangular y subcutánea en el lado lateral del cuerpo.
- El borde anterior es grueso y áspero, y está marcado a continuación por una depresión para la unión del ligamento talofibular anterior.
- El borde posterior es ancho y presenta el surco maleolar superficial, para el paso de los tendones de Peronæi longus y brevis.
- La cumbre es redondeada y da fijación al ligamento calcáneoperoneo.
Importancia clínica
Fractura
Una fractura bimaleolar es una fractura del tobillo que involucra el maléolo lateral y el maléolo medial. Los estudios han demostrado que las fracturas bimaleolares son más comunes en mujeres, personas mayores de 60 años y pacientes con comorbilidades existentes.
Una fractura trileolar es una fractura del tobillo que involucra el maléolo lateral, el maléolo medial y la cara posterior distal de la tibia, que se puede denominar maléolo posterior. El trauma a veces va acompañado de daño y dislocación del ligamento.
Causas
Una fractura de maléolo medial a menudo se produce en asociación con un tobillo enrollado particularmente con importantes fuerzas de carga de peso. También pueden ocurrir debido a un aterrizaje incómodo de un salto, debido a una caída o después de un golpe directo en la parte frontal o interior de la pierna o el tobillo.
Las fracturas de maléolo medial ocurren ocasionalmente en deportes de carrera y saltos que implican un cambio de dirección, como fútbol, rugby y baloncesto. Una fractura por estrés del maléolo medial puede ocurrir como resultado del uso excesivo a menudo asociado con un aumento reciente o un alto volumen de carrera.
Signos y síntomas
Los pacientes con una fractura de maléolo medial típicamente experimentan una aparición repentina de dolor en el tobillo interno o en la parte inferior de la pierna aguda e intensa en el momento de la lesión. Esto a menudo hace que el paciente cojee para proteger el maléolo medial.
En casos severos, que involucran particularmente una fractura desplazada del maléolo medial, la carga de peso puede ser imposible.
Por lo general, el dolor se siente en la parte frontal o interna del tobillo o la parte inferior de la pierna y ocasionalmente se asienta rápidamente con el descanso, dejando a los pacientes con un dolor en el lugar de la lesión que puede ser particularmente prominente por la noche o a primera hora de la mañana.
Ocasionalmente, los pacientes pueden experimentar síntomas en la región de Aquiles o de la pantorrilla.
Los pacientes con una fractura de maléolo medial también pueden experimentar hinchazón, hematomas y dolor al tocar firmemente la región ósea afectada. El dolor también puede aumentar durante ciertos movimientos del pie o el tobillo o al pararse o caminar o cuando se intenta pararse o caminar.
En las fracturas de maléolo medial severas, puede notarse una deformidad obvia. Ocasionalmente, los pacientes también pueden experimentar hormigueos o entumecimiento en la parte inferior de la pierna, el pie o el tobillo.
Diagnóstico
Un examen subjetivo y objetivo completo de un fisioterapeuta es esencial para ayudar con el diagnóstico de una fractura de maléolo medial.
Por lo general, se requiere una radiografía para confirmar el diagnóstico y evaluar la gravedad de la fractura. En algunos casos, se pueden requerir investigaciones adicionales, como una resonancia magnética, tomografía computarizada o gammagrafía ósea, para ayudar con el diagnóstico y evaluar la gravedad de la lesión.
Tratamiento
El tratamiento se basa básicamente en actividades que soportan peso durante aproximadamente 6 semanas. Un soporte para el tobillo puede ayudar a proteger y soportar la articulación. Si la lesión ha progresado hasta una fractura completa, es probable que se requiera cirugía.
Después de un período de reposo, se deben realizar ejercicios de fortalecimiento del propio tobillo y propiocepción para restablecer la fuerza y la coordinación totales en la articulación del tobillo, evitando lesiones futuras.
También es importante identificar la causa de la fractura por estrés en primer lugar. Esto puede deberse al sobreentrenamiento, una técnica deficiente o una biomecánica del pie deficiente.
Un podólogo o profesional en lesiones deportivas puede recetar plantillas ortopédicas para corregir cualquier problema biomecánico del pie. Los entrenadores deportivos especialistas deben ser consultados si se sospecha que los errores de entrenamiento han contribuido a la lesión.