Es una afección inflamatoria de las meninges (membranas que envuelven al cerebro y a la médula espinal).
La meningitis puede ser mortal y requiere de un tratamiento inmediato con medicamentos como antibióticos o puede mejorar por sí sola en unas pocas semanas, solo depende de la causa que lo provoca.
Un tratamiento oportuno para la meningitis puede reducir el riesgo de las complicaciones.
Hay varios tipos diferentes de meningitis, y algunas son mucho más peligrosas que otras.
Usualmente, la meningitis ocurre cuando un virus o bacteria infecta el cerebro, la médula espinal o las meninges mismas.
El sistema inmunitario intenta combatir estas infecciones desencadenando una respuesta inflamatoria que hace que las meninges se hinchen y empujen contra el cerebro y la médula espinal.
La presión contra estos órganos puede causar síntomas temporales, como dolores de cabeza y confusión, pero también puede limitar el flujo de sangre al cerebro y puede causar daño a largo plazo o incluso la muerte.
Cuando un individuo experimenta los signos y síntomas de la meningitis, debe consultar a un médico lo antes posible para comenzar el tratamiento de inmediato.
El diagnóstico correcto en el momento adecuado ayudará a reducir la posibilidad de complicaciones de salud adicionales.
Se debe tener especial cuidado en caso de niños ya que sus síntomas son levemente diferentes y difíciles de identificar.
Causas y factores de riesgo de la meningitis
A menudo es causada por una infección viral, pero también puede deberse a una infección bacteriana.
Aunque es menos común, también puede ser causada por una infección por hongos.
El tipo más grave de meningitis es causado por infecciones bacterianas.
Los factores pueden hacer que una persona sea más susceptible a la meningitis son los siguientes:
- Edad: la edad es uno de los factores que pueden poner a una persona en riesgo de meningitis. Los menores de 20 años son propensos a la meningitis bacteriana, mientras que los niños menores de 5 años son propensos a desarrollar la meningitis viral.
- Embarazo: las mujeres embarazadas corren el riesgo de una infección debido a la bacteria de la listeria que puede causar meningitis. La infección por estas bacterias aumenta las posibilidades de los partos prematuros, los abortos involuntarios y hasta la muerte fetal.
- Sistema inmunitario débil: un sistema inmune vulnerable podría ser el resultado de alcoholismo, diabetes, consumo de medicamentos inmunosupresores o SIDA y podría provocar meningitis. La extirpación del bazo podría ser otra afección propensa al riesgo, pero existen vacunas disponibles para prevenir la meningitis en caso de ausencia del bazo.
- Descuidar la vacunación: hay vacunas disponibles para ayudar a prevenir la propagación de ciertas enfermedades. Muchas de estas vacunas están programadas para tomarse durante la infancia o en edades particulares. No administrar estas vacunas en el momento correcto hace que una persona quede indefensa y el cuerpo no es capaz de producir los anticuerpos necesarios para protegerse cuando los cuerpos extraños intentan infectar el sistema.
- Vivir en una comunidad: las personas que habitan en lugares que tienen un estilo de vida comunitario comparten la proximidad entre ellos, es probable que desarrollen meningitis meningocócica. Las bacterias son contagiosas y se propagan rápidamente a través de las vías respiratorias.
Tipos
Meningitis fúngica
La meningitis fúngica es una enfermedad infrecuente y rara que generalmente se debe a la diseminación de un hongo hasta la médula espinal a través de la sangre.
Cualquier persona de la población general puede contraer meningitis por hongos, pero las personas con sistemas inmunes comprometidos y las personas con VIH o cáncer corren un mayor riesgo de tener esta enfermedad.
La meningitis por Cryptococcus es la forma más común de meningitis que se encuentra en personas con sistemas inmunes comprometidos.
Transmisión de la enfermedad
La meningitis fúngica no es de ninguna manera una enfermedad contagiosa, lo que significa que no se puede transferir de persona a persona.
El desarrollo de esta enfermedad se produce cuando un hongo se introduce en el sistema nervioso central a través del torrente sanguíneo de otra parte del cuerpo.
También se puede contraer meningitis fúngica debido a medicamentos que comprometen o debilitan el sistema inmunitario del cuerpo, como los esteroides o los medicamentos que se administran para las enfermedades autoinmunes.
Factores de riesgo para la meningitis fúngica
La razón principal de tener esta enfermedad es un sistema inmune comprometido, por lo tanto, las personas que tienen enfermedades o toman medicamentos que disminuyen la inmunidad del cuerpo o se han sometido a un procedimiento quirúrgico tienen un mayor riesgo de padecer esta enfermedad.
Los bebés prematuros que tienen pesos de nacimiento por debajo de lo normal también corren un mayor riesgo de tener esta enfermedad.
Signos y síntomas de la meningitis fúngica
Algunos de los signos y síntomas de la meningitis fúngica son:
- Temperatura corporal elevada.
- Dolores de cabeza.
- Rigidez en el cuello.
- Náuseas.
- Vomito.
- Sensibilidad a la luz.
- Alteración del estado mental.
Diagnóstico de la meningitis fúngica
Si hay una sospecha de meningitis, se toman muestras de sangre y también se toman muestras de líquido cefalorraquídeo para su análisis.
Dado que el tratamiento de las diferentes causas de la meningitis es diferente, la causa específica de la meningitis es vital, por lo que para el diagnóstico confirmatorio se realizan pruebas de laboratorio específicas según el tipo de hongo que se sospecha que está involucrado en el proceso de la enfermedad.
Tratamiento de la meningitis fúngica
El tratamiento de la meningitis fúngica implica el tratamiento con agentes anti fúngicos durante un período prolongado, generalmente en un entorno hospitalario por vía intravenosa.
El curso y la duración estimada del tratamiento dependen de la condición de inmunidad del paciente y del tipo de hongo supuestamente involucrado.
El tratamiento a menudo es más prolongado con personas que padecen VIH, cáncer y personas diabéticas.
Prevención de la meningitis fúngica
Para evitar la meningitis fúngica, las áreas donde los hongos pueden estar presentes deben evitarse.
Las personas con sistemas inmunes comprometidos o que sufren del VIH deben evitar las áreas polvorientas o las áreas geográficamente propensas a los hongos que provocan esta enfermedad.
Meningitis bacteriana
La meningitis bacteriana aguda es la forma más común de meningitis. Aproximadamente el 80% de todos los casos son meningitis bacteriana aguda.
La meningitis bacteriana puede poner en peligro la vida.
La infección puede causar que los tejidos alrededor del cerebro se hinchen.
Esto, a su vez, interfiere con el flujo sanguíneo y puede provocar parálisis o incluso un accidente cerebrovascular.
Los organismos o gérmenes que causan la meningitis bacteriana pueden vivir en la nariz y la garganta.
Las personas de cualquier edad pueden portarlas sin enfermarse, pero pueden infectar a otros al toser o estornudar.
La meningitis causada por estas bacterias es grave y requiere atención médica inmediata.
Los antibióticos se usan para tratar la infección, pero la muerte ocurre en un pequeño número de afectados.
Uno de cada cinco niños quedan con discapacidades permanentes, como parálisis cerebral y sordera.
Cepas de bacterias pueden causar diferentes tipos de meningitis bacteriana
- La Neisseria meningitides (meningococo): esta bacteria ingresa por el sistema respiratorio superior, y luego pasa al torrente sanguíneo. Es una de las principales causas de meningitis y ocurre principalmente en adolescentes y adultos jóvenes. Es altamente contagioso pero hay vacunas disponibles para prevenir la infección.
- La Listeria monocytogenes (listeria): los recién nacidos, los adultos mayores, las mujeres embarazadas y las personas con un sistema inmune débil son más susceptibles a los efectos de este tipo de bacterias. La infección por listeria puede ser fatal para el bebé durante la última etapa del embarazo ya que las bacterias pueden atravesar la barrera placentaria.
- La Streptococcus pneumonia (pneumococcus): estas bacterias son unas de las principales causas de meningitis bacteriana en adultos, bebés y niños pequeños. Puede causar infección de oído y sinusitis o neumonía. Las vacunas pueden ayudar a prevenir esta condición.
- La Haemophilus influenzae (Haemophilus): la bacteria Haemophilus influenzae tipo b, en tiempos pasados, era la principal causa de meningitis bacteriana en los niños. Sin embargo, con el desarrollo de nuevas vacunas contra este tipo de meningitis, ha habido una reducción sustancial en la ocurrencia de tales casos.
Factores de riesgo de la meningitis bacteriana
Los niños entre las edades de 1 mes y 2 años son los más susceptibles a la meningitis bacteriana.
Los adultos con ciertos factores de riesgo también son susceptibles a la meningitis bacteriana.
Un individuo tiene un mayor riesgo si abusa del alcohol, tiene infecciones crónicas de la nariz y del oído, sufre una lesión en la cabeza o tiene neumonía neumocócica.
También tiene un mayor riesgo si tiene un sistema inmune debilitado, le han extirpado el bazo, toma cortico esteroides debido a insuficiencia renal o tiene una enfermedad de células falciformes.
Además, si se ha sometido a una cirugía cerebral o espinal o ha tenido una infección generalizada de la sangre, también tiene un mayor riesgo de meningitis bacteriana.
Los brotes de meningitis bacteriana también ocurren en situaciones de vida en las que está en contacto cercano con otras personas, como residencias universitarias o cuarteles militares.
Transmisión de la meningitis bacteriana
La mayoría de los tipos de meningitis son contagiosos.
Una persona puede estar expuesta a la bacteria de la meningitis cuando alguien con meningitis tose o estornuda.
Estas bacterias pueden propagarse también a través de los besos o de compartir objetos como utensilios para comer o el cepillo de dientes.
Causas la meningitis bacteriana
Las bacterias más frecuentemente responsables de la meningitis bacteriana son comunes en el medio ambiente y también se pueden encontrar en la nariz y el sistema respiratorio sin causar ningún daño.
A veces la meningitis ocurre sin ningún motivo conocido.
Otras veces ocurre después de una lesión en la cabeza o después de que ha tenido una infección y el sistema inmunológico está debilitado.
Síntomas de la meningitis bacteriana
Los síntomas más comunes son la fiebre alta, los dolores de cabeza y la incapacidad para bajar la barbilla hacia el pecho debido a la rigidez en el cuello.
Los niños mayores y adultos, pueden presentar confusión, irritabilidad, aumento de la somnolencia. Las convulsiones y un accidente cerebrovascular pueden presentarse.
En niños pequeños, la fiebre puede causar vómitos y pueden negarse a comer. Los niños pequeños pueden ponerse muy irritables y llorar. Puede haber convulsiones.
Además, debido a que el líquido alrededor del cráneo puede bloquearse, sus cabezas pueden hincharse. La aparición de los síntomas es rápida y ocurre dentro de las 24 horas.
Si se permite a la enfermedad progresar, el paciente puede morir.
Diagnóstico de la meningitis bacteriana
Es importante que se busque asistencia médica inmediata si se sospecha de meningitis.
El médico realizará un examen físico y buscará una erupción púrpura o roja en la piel.
El médico verificará la rigidez de su cuello y examinará la flexión de la cadera y la rodilla.
Para realizar el diagnóstico diferencial de la causa de la meningitis (bacteriana, viral o fúngica) es necesario analizar el fluido espinal por lo que debe ordenarse una punción lumbar.
También pueden analizarse, muestras de sangre y orina, así como muestras de las mucosas de la nariz y de la garganta.
Prevención de la meningitis bacteriana
Algunas formas de meningitis se pueden prevenir mediante la inmunización, que incluyen:
- Haemophilus influenzae tipo b se puede prevenir con la inmunización con Hib, que está disponible en vacunas combinadas gratuitas en el Programa Nacional de Inmunización. Se ofrece rutinariamente para bebés y se debe comprar con receta médica para algunos grupos con alto riesgo de enfermedad bacteriana.
- Los grupos meningocócicos A, B, C, W135 e Y, pueden prevenirse con una variedad de vacunas. Algunas vacunas están disponibles gratis en los programas de Inmunización de algunos países.
El Neumococo puede prevenirse con dos tipos de vacuna antineumocócica.
Tratamiento para la meningitis bacteriana
El diagnóstico precoz es muy importante en el tratamiento de la meningitis bacteriana. El tratamiento puede incluir:
- Antibióticos (a menudo administrados por vía intravenosa).
- Medicamentos anticonvulsivos, cortisona y sedantes, que se pueden usar para tratar complicaciones.
El médico elegirá una combinación de antibióticos dependiendo de la bacteria específica que está causando la infección.
Se usa un antibiótico de amplio espectro hasta que se determine la causa específica de la meningitis.
Si hay un seno o mastoides infectados, serán drenados.
3. Meningitis viral
La Meningitis viral es un tipo de meningitis que mejora por sí sola en unas pocas semanas.
El tratamiento de esta condición incluye tener muchos líquidos, reposo en cama y consumo de analgésicos para aliviarlos de la fiebre y el dolor del cuerpo.
Los medicamentos también están disponibles en caso de que el virus del herpes sea la causa de la meningitis.
Los medicamentos anticonvulsivos ayudan con las convulsiones, mientras que los corticosteroides ayudan a reducir la inflamación en el cerebro.
La meningitis causada por un virus es relativamente común y en ocasiones puede ser grave. Puede ser causado por una variedad de virus diferentes.
Usualmente surge como una complicación de otra enfermedad de origen viral.
Virus que causan la meningitis viral
Algunos de los virus que pueden causar meningitis incluyen:
- Enterovirus.
- Virus de Coxsackie
- Virus de las paperas.
- Adenovirus.
Prevención de la meningitis viral
Se puede prevenir la propagación de muchas infecciones virales usando un pañuelo y lavándose bien las manos después de ir al baño.
También se debe evitar el contacto cercano, los estornudos y la tos sobre otras personas cuando se tiene una infección viral.
Tratamiento para la meningitis viral
El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas.
El tratamiento es el mismo que para cualquier infección viral y puede incluir atención de apoyo, como:
- Descanso.
- Mantenerse tibio y cómodo.
- Beber muchos líquidos.
La meningitis viral no se puede tratar con antibióticos.
El tratamiento para la meningitis depende del tipo o causa particular.
Complicaciones de la meningitis
El pronóstico a largo plazo para los niños que desarrollan meningitis bacteriana varía significativamente.
El resultado depende de la edad del niño, las bacterias que causan la infección, las complicaciones y el tratamiento que recibe el niño.
Las complicaciones que se presentan en la meningitis bacteriana pueden ser muy graves e incluyen problemas de tipo neurológico como la pérdida de la audición, la discapacidad visual, las convulsiones y los problemas de aprendizaje.
Por otro lado, órganos como el corazón, riñones y glándulas suprarrenales pueden verse afectados.
Los niños que reciben un diagnóstico y tratamiento a tiempo se recuperan por completo.
Los casos de meningitis viral usualmente se resuelven sin mayores complicaciones.
Meningitis en niños, adolescentes y adultos
Cuando los niños pequeños o en edad escolar desarrollan meningitis, generalmente es causada por un virus.
Los niños presentan fiebre, rigidez en el cuello y pueden tener dificultades para caminar o alcanzar sus juguetes.
Si ya son lo suficientemente grandes para hablar, pueden decir cosas sin mucho sentido.
En los adolescentes, los primeros signos de meningitis se parecen mucho a un resfrío o gripe.
La secreción nasal y el dolor de garganta, pero muy rápidamente pueden desarrollar fiebre alta, rigidez y confusión, incluso pueden volverse completamente insensibles, y tener problemas para despertar.
Este es el grupo de edad en el que los médicos comienzan a preocuparse más por la meningitis bacteriana.
El tipo causado por Neisseria meningitidis, puede enfermar a un niño tan rápido que a veces hay una cantidad enorme de daño antes de que se pueda siquiera diagnosticarlo.
La meningitis bacteriana se puede propagar rápidamente entre las personas que se encuentran cerca: en la escuela, en los dormitorios universitarios o en equipos deportivos.
Y el tipo de bacteria que ha causado brotes recientes de alto perfil en los campus universitarios, Neisseria meningitidis, es especialmente rápido y peligroso.
Los niños y adultos jóvenes pueden estar en mayor riesgo de meningitis, pero las personas de cualquier edad pueden verse afectadas.
En los adultos, la meningitis bacteriana puede ser causada por Streptococcus pneumoniae, la misma bacteria que causa neumonía e infecciones sinusales.
Los adultos mayores, las mujeres embarazadas y las personas con sistemas inmunes debilitados también tienen un mayor riesgo de desarrollar meningitis.