Muelas De Juicio: Características, Funciones, Síntomas, Tratamiento, Complicaciones y Alternativas

Son los cuatro terceros molares que se localizan en el arco dental de la dentición permanente.

En el arco dental se forman usualmente cuatro muelas del juicio cordales, una por cada cuadrante bucal, se sitúan en la última posición de la línea de la dentadura, al fondo de la boca.

Las muelas del juicio se desarrollan en la parte posterior de la boca y usualmente cuando crecen es al final de la adolescencia.

Es en este momento cuando los 28 dientes de un adulto generalmente ya están en su lugar y el espacio en la boca para que las muelas del juicio crezcan adecuadamente no es suficiente.

Es por eso que generalmente crecen torcidas, de lado o desalineadas y a medida que emergen empujan a los otros dientes desalineándolos y causando problemas de aglomeración.

Aunque la mayoría de las personas poseen las muelas del juicio, es probable que algunos de los terceros molares nunca se desarrollen o se hagan visibles.

Todo esto porque no estallaron a través de las encías o también surgen formando un ángulo o emergen parcialmente.

Cuando las muelas del juicio crecen de esta manera, se le denomina “impactadas”.

También existe la posibilidad de que una persona posea más muelas de juicio que las cuatro usuales.

Las muelas del juicio usualmente aparecen entre los 17 y 21 años.

Cuando se es joven, las raíces no se han formado completamente y el hueso es más suave, por lo que existen menos posibilidades de dañar los nervios cercanos cuando se extraen.

Con el paso del tiempo las raíces continuarán creciendo, haciendo que al momento de realizarse la cirugía de las muelas de juicio, estas sean más dolorosas y más vulnerable a complicaciones.

Características de las muelas del juicio

  • Su anatomía es muy variable, puede presentar entre una a cuatro raíces y uno a seis conductos en forma de C.
  • Puede estar inclinada en un sentido distal o vestibular lo que es un inconveniente aún mayor para su acceso comparado con el segundo molar.
  • Pueden estar bloqueadas por otros dientes o por el hueso y situadas en una posición bajo la encía que las bloqueen y no les permiten su salida.
  • Los dientes que están ubicados al lado de las muelas del juicio son los más afectados y propensos a presentar problemas de encías y caries.
  • Aquellas muelas del juicio que no pueden llegar a erupcionar en su totalidad, provocan que parte del diente queda cubierto por pedazos de la encía, siendo reservorios de restos de alimentos y bacterias que pueden llegar a producir infecciones o inflamaciones. Esto usualmente sucede con las muelas del juicio ubicadas en la mandíbula inferior.

Funciones de las muelas del juicio

Las muelas del juicio se consideran reliquias de la evolución del ser humano, los antropólogos sostienen que estas eran útiles para los primeros hombres por el tipo de dieta que tenían (raíces, nueces, cañas, carnes) ya que son alimentos que requieren mucha masticación para poder formar el bolo alimenticio.

Cuando los dientes se desgastaban o se caían, las muelas del juicio eran los reemplazos.

Actualmente con los avances modernos en la higiene bucal y en vista de que nuestras dietas actuales se fundamentan en alimentos más suaves y blandos, no se necesitan estos dientes supletorios.

Por lo que los biólogos evolutivos clasifican a las muelas del juicio como disfuncionales debido a la evolución humana.

El espacio del arco dental básicamente, puede contener 28 dientes, pero cuando emergen las muelas del juicio, son 32 dientes en competencia por el espacio.

Generalmente se producen reacciones adversas por el hacinamiento, estas suelen provocar molestias.

Síntomas del crecimiento de las muelas de juicio

Se presenta dolor en la parte posterior de las encías, detrás de los últimos molares.

El dolor aumenta gradualmente cuando las muelas del juicio continúen emergiendo en el poco espacio donde están creciendo, comprimiendo los nervios, los huesos de la mandíbula y los dientes circundantes.

Es posible que las muelas del juicio emerjan a través de la superficie de las encías y es relativamente fácil para las bacterias introducirse por esta abertura de la encía alrededor del diente.

Esto provoca la introducción de bacterias en este tejido abierto.

Los alimentos y las bacterias quedan atrapados ocasionando una acumulación de placa, que puede conducir a:

  • Las caries dentales: Desarrollándose por la acción corrosiva de la placa sobre la superficie del diente, que avanza y afecta a los dientes adyacentes.
  • Las enfermedades en las encías (gingivitis o enfermedades periodontales): Esto se produce cuando las toxinas que liberan las placas, provocan una irritación de las encías y se presentan los enrojecimientos e hinchazones, provocando dolores. Esta enfermedad en las encías afecta también a los dientes próximos y el hueso que se encuentra alrededor de las muelas del juicio.
  • La pericoronitis: Cuando se presenta una infección, causada por la placa, en el tejido blando que circunda el diente.
  • Las celulitis o abscesos: Es una infección bacteriana que se produce en los tejidos blandos de la mejilla, lengua o garganta, con acumulación de pus en las muelas del juicio o en el tejido circundante. Si no se busca el alivio inmediato para estas afecciones, es muy probable que estas infecciones orales pasen al torrente sanguíneo afectando a todo el organismo.

Las muelas del juicio pueden estar afectadas cuando el hueso de la mandíbula y los dientes próximos, por falta de espacio, bloquean la erupción de estos dientes.

Quedando atrapados sin poder emerger, pero sus raíces continúan alargándose por el tiempo que permanecen impactadas.

Si no son tratadas a tiempo, las muelas del juicio impactadas pueden dar origen a quistes y en algunos casos hasta tumores.

Los quistes y tumores benignos, son una afección de rara ocurrencia donde la encía desarrolla una hinchazón por presencia de líquido o una masa tumoral.

La presencia de quistes o tumores puede dañar los dientes y tejidos adyacentes, incluso el hueso, complicando la extracción de las muelas del juicio.

Los síntomas de esta impactación pueden incluir dolores severos en la parte posterior de las encías, presencia de infecciones y otras complicaciones.

Cuanto más tiempo se espere para extraer las muelas del juicio, es muy probable que se requieran de procedimientos para la extracción quirúrgica que son más invasivos, o que estas muelas provoquen daños permanentes de los tejidos circundantes.

Ocasionalmente, estas infecciones pueden provocar inflamaciones no solo del tejido de las encías, sino de las mejillas u otra zona adyacente al lado afectado de la mandíbula.

La hinchazón causa presión sobre las estructuras adyacentes y se irradia al oído causando dolores intensos.

En algunas ocasiones, una infección en el oído o un problema sinusal puede llegar a causar un dolor que se irradia a los dientes, por lo que se considera importante establecer el diagnóstico diferencial.

Tratamiento de las muelas de juicio

El tratamiento más recomendado para los síntomas que provocan la aparición de las muelas del juicio es definitivamente la extracción de esos dientes.

La extracción de las muelas del juicio se realiza por un cirujano bucal y bajo anestesia local o general.

Las opciones y cualquier tipo de complicación que pudiera sobrevenir, se discutirá antes de iniciar el procedimiento de extracción con el paciente.

Si las muelas del juicio ya han iniciado su erupción a través de la superficie de las encías, se pueden extraer con relativa facilidad, tal y como se realiza con cualquier otro diente.

Cuando las muelas del juicio están impactadas es un poco más difícil de eliminar.

La extracción de la muela del juicio es una práctica común y es seguramente la mejor opción para aliviar los síntomas que generan las muelas del juicio.

Actualmente, los especialistas recomiendan la extracción preventiva de las muelas del juicio, antes de que se produzcan las molestias y sean un problema para la salud bucal del individuo.

Si se presentan hinchazones, infecciones, dificultades para tragar, fiebre o mucho dolor, se deben prescribir antibióticos para evitar que la infección aumente o se extienda por otras partes del cuerpo.

También se puede recetar la utilización de enjuague con agua tibia salada o con enjuague bucal antibacteriano.

Estas acciones son a corto plazo para desinflamar y disminuir el dolor de los dientes hasta que se pueda realizar el tratamiento definitivo.

Procedimiento

Este procedimiento puede ser tan sencillo como la extracción de cualquier otra pieza dental, o tan complicada que requiera de una intervención quirúrgica más complicada.

Como con cualquier problema dental, es importante que el especialista en su chequeo dental regular revise el estado de las muelas de juicio y recomiende el momento ideal para realizar la extracción.

En primer lugar, cuando sea necesario extraer las muelas del juicio, se debe realizar una radiografía panorámica de la boca.

Esto le proporciona al odontólogo una visión clara de la posición de los dientes y permite realizar el diagnóstico, para programar la forma en que se realice la extracción de las muelas del juicio.

Para realizar el procedimiento, se administra un anestésico local para adormecer el área alrededor del diente.

Es necesario realizar una incisión en la encía, y quizás sea necesario antes de extraer el diente seccionarlo en pequeños trozos.

El tiempo que dura la extracción del diente varía, en algunos casos el procedimiento solo toma unos minutos, pero es posible que en otros casos pueden demorar más de 30 minutos.

Post operatorio

Después de que se realice la extracción de las muelas del juicio, se puede experimentar hinchazón, dolor y malestar, dentro o fuera de la boca, estos síntomas son más intensos durante los primeros tres días.

Se deben seguir las pautas médicas sin modificaciones.

El especialista prescribe analgésicos, antiinflamatorios y un tratamiento para las infecciones y otras recomendaciones como:

  • No se debe realizar enjuague hasta después de 24 horas de realizada la cirugía.
  • No se puede cepillar los dientes. Cuando se realice el cepillado sobre el área de la cirugía debe realizarse después de 48 horas, suavemente y con sumo cuidado.
  • A las 48 horas después de realizar la cirugía, debe enjuagarse la boca por lo menos 5 a 6 veces al día, sobre todo después de comer, con una mezcla de agua tibia con sal o con enjuagues bucales que contengan clorhexidina durante 15 días.
  • En caso de formarse el coágulo y ya se ha detenido el sangrado normal, se recomienda morder suavemente con la encía una gasa esterilizada y mojada en agua fría por 45 minutos. Esto ayuda a acelerar el proceso de coagulación.
  • Si inmediatamente después de realizar la cirugía se inflama el lado de la cara donde se realizó la extracción se debe colocar una bolsa con hielo durante 30 minutos cada 3 horas. Esto ayudará a que la inflamación se reduzca rápidamente.
  • No se debe fumar ni beber, ya que la nicotina irrita las heridas bucales y el alcohol inhibe los efectos de los antibióticos.
  • Los puntos se deben retiran una semana después de la cirugía aproximadamente.
  • Se deben restringir las actividades cotidianas el día de la cirugía y evitar esfuerzos y actividad física fuerte después de la cirugía.
Posibles complicaciones

Como toda cirugía, existen riesgos que están asociados con la extracción de las muelas del juicio.

Dentro de estos riesgos se incluyen infecciones o demoras en la cicatrización, los cuales son más probables cuando el paciente fuma durante la recuperación o si se padece de diabetes.

Otra complicación es el denominado «alvéolo seco«, que se produce cuando en el alvéolo dental se pierde el coágulo que normalmente se forma después de la extracción.

De manera que el hueso y los nervios quedan expuestos al aire, provocando dolor y retrasando la recuperación.

Esta se manifiesta como una sensación dolorosa en la encía o la mandíbula y en algunas ocasiones la presencia de un mal olor o sabor que proviene de la cuenca del diente vacío.

También puede existir el riesgo de un daño a los nervios, que causan dolor o un entumecimiento del labio inferior, el mentón, los dientes, la lengua, las encías y una leve sensación de hormigueo.

Otras opciones

No es absolutamente necesaria la extracción de todas las muelas del juicio.

Cuando la muela del juicio erupciona limpiamente a través del tejido de las encías sin que llegue a comprometer el diente colindante, la muela del juicio puede permanecer en el arco dental sin ningún problema.

En estos casos la higiene dental es más estricta, debe realizarse un buen cepillado, se recomienda el uso del hilo dental.

Es imperativo que las muelas del juicio sean inspeccionadas regularmente por un odontólogo para determinar cuál es el diagnóstico adecuado y el curso que siguen estas muelas a través del tiempo.

La situación de las muelas del juicio varía mucho en las edades comprendidas entre los 16 y 23 años

Eventualmente, las muelas del juicio pueden llegar a causar dolor, producido por un pequeño colgajo del tejido de la encía que se ha desplazado por la salida de la muela del juicio, que se ha hinchado y que escasamente cubre la parte posterior de la muela.

Si existe suficiente espacio para la acomodación de la pieza dental, el tejido sobrante de la encía puede extraerse para solucionar este problema y no es necesaria la extracción de la muela del juicio.

Es necesario modificar el ángulo del cepillado y aumentando la frecuencia de uso del hilo dental.

Puede ayudar a proteger los tejidos de las encías manteniéndolos saludables y evitar la aparición de afecciones como la gingivitis dolorosa o las infecciones que se presentan alrededor de las muelas del juicio.

En las situaciones cuando el tercer molar ha iniciado su erupción a través del tejido de la encía, pero no se presenta una oclusión o contacto con otros dientes, que interfiera con su salida, la extracción debe ser considerada.

Cuando se revisa la posición de las muelas del juicio en erupción, estos dientes son a menudo difíciles de mantener en buen estado de limpieza.

Cuando estas muelas adquieren caries, por lo general se recomienda su extracción en lugar de eliminar las caries o reparar las muelas del juicio con la utilización de empastes, de conductos radiculares o de coronas, que están indicados para el resto de los dientes con éxito.

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