Es una de las complicaciones más graves del lupus.
Ocurre cuando el SLE hace que su sistema inmunitario ataque sus riñones, específicamente, las partes de su riñón que filtran su sangre en busca de productos de desecho.
Los riñones juegan un papel vital en el funcionamiento de su cuerpo. Eliminan los desechos de tu sangre. Si están dañados, puedes enfermarte severamente.
Las personas con riñones dañados pueden tener que someterse a una hemodiálisis regular.
Este es un procedimiento en el que su sangre es limpiada por una máquina de filtración. Las personas con nefritis lúpica pueden incluso necesitar un trasplante de riñón.
¿Cuáles son los síntomas de la nefritis lúpica?
Los síntomas de la nefritis por lupus son similares a los de otras enfermedades renales. Incluyen:
- Orina oscura.
- Sangre en tu orina.
- Orina espumosa.
- Tener que orinar con frecuencia, especialmente de noche.
- Hinchazón en los pies, tobillos y piernas que empeora con el transcurso del día.
- Ganancia de peso.
- Alta presión sanguínea.
Causas de la nefritis lúpica
En condiciones normales, el sistema inmune protege nuestro cuerpo de ser dañado por sustancias nocivas. Sin embargo, debido a un sistema inmune anormal, nuestro cuerpo deja de ver la diferencia entre las sustancias dañinas y las sanas.
Como resultado, el antígeno invade nuestro cuerpo y se combina con el anticuerpo generado por nuestro cuerpo.
Complejo inmune: es la combinación de antígeno y anticuerpo, los cuales circulan en la sangre y se pueden depositar en cada parte de nuestros órganos internos.
Cuando se depositan en el riñón grandes cantidades de mediadores de la inflamación se acumulan alrededor de los complejos inmunes y dan lugar a una respuesta inflamatoria que es la causa directa de las células funcionales renales dañadas.
Diagnóstico
Uno de los primeros signos de la nefritis por lupus es sangre en la orina u orina extremadamente espumosa.
La presión arterial alta y la hinchazón en los pies también pueden indicar nefritis por lupus. Las pruebas que ayudarán a su médico a hacer un diagnóstico incluyen las siguientes:
Análisis de sangre
Su médico buscará niveles elevados de productos de desecho, como la creatinina y la urea. Normalmente, los riñones filtran estos productos.
Recolección de orina de 24 horas
Esta prueba mide la capacidad del riñón de forma selectiva para filtrar los desechos. Determina la cantidad de proteína que aparece en la orina durante 24 horas.
Pruebas de orina
Las pruebas de orina miden la función renal. Identifican niveles de:
- Proteína.
- Las células rojas de la sangre.
- Células blancas de la sangre.
Pruebas de aclaramiento de othalamate
Esta prueba utiliza un medio de contraste para ver si los riñones se están filtrando correctamente.
Se inyecta iothalamate radioactivo en su sangre. Luego, su médico evaluará la rapidez con la que se excreta en la orina.
También pueden probar directamente qué tan rápido sale de su sangre. Esta se considera la prueba más precisa de la velocidad de filtración renal.
Biopsia de riñón
Las biopsias son la forma más precisa y más invasiva de diagnosticar la enfermedad renal.
Su médico insertará una aguja larga a través de su abdomen y dentro de su riñón. Tomarán una muestra de tejido renal para analizar los signos de daño.
Ultrasonido
Los ultrasonidos usan ondas de sonido para crear una imagen detallada de su riñón. Su médico buscará cualquier cosa anormal en el tamaño y la forma de su riñón.
Etapas de la nefritis lúpica
Después del diagnóstico, su médico determinará la gravedad de su daño renal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) desarrolló un sistema para clasificar las cinco etapas diferentes de la nefritis por lupus en 1964.
Los niveles de clasificación más nuevos se establecieron en 2003 por la Sociedad Internacional de Nefrología y la Sociedad de Patología Renal.
La nueva clasificación eliminó la clase I original que no tenía evidencia de enfermedad y agregó una sexta clase:
- Clase I: nefritis mínima por lupus mesangial.
- Clase II: nefritis lupus proliferativa mesangial.
- Clase III: nefritis lúpica focal (activa y crónica, proliferativa y esclerosante).
- Clase IV: nefritis lúpica difusa (activa y crónica, proliferativa y esclerosante, segmentaria y global).
- Clase V: nefritis lúpica membranosa.
- Clase VI: nefritis por lupus esclerosis avanzada.
Opciones de tratamiento para la nefritis lúpica
No hay cura para la nefritis lúpica. El objetivo del tratamiento es evitar que el problema empeore. Detener el daño renal temprano puede prevenir la necesidad de un trasplante de riñón.
El tratamiento también puede proporcionar alivio de los síntomas del lupus.
Los tratamientos comunes incluyen:
- Minimizando su ingesta de proteínas y sal.
- Tomar medicamentos para la presión arterial.
- Usar esteroides como prednisona para reducir la hinchazón y la inflamación.
- Tomar medicamentos para suprimir el sistema inmunológico, como ciclofosfamida o micofenolato-mofetilo (CellCept).
Se presta especial atención a los niños o mujeres embarazadas.
El daño renal extenso puede requerir tratamiento adicional.
Complicaciones de la nefritis lúpica
La complicación más grave asociada con la nefritis lúpica es la insuficiencia renal. Las personas con insuficiencia renal necesitarán diálisis o un trasplante de riñón.
La diálisis suele ser la primera opción para el tratamiento, pero no funcionará indefinidamente.
La mayoría de los pacientes de diálisis eventualmente necesitarán un trasplante. Sin embargo, pueden pasar meses o años antes de que un órgano donante esté disponible.
Perspectivas a largo plazo para las personas con nefritis lúpica
Las perspectivas para las personas con nefritis lúpica varían. La mayoría de las personas solo ven síntomas intermitentes. Su daño renal puede notarse sólo durante los análisis de orina.
Si tiene síntomas de nefritis más graves, tiene un mayor riesgo de pérdida de la función renal.
Los tratamientos se pueden usar para retardar el curso de la nefritis, pero no siempre tienen éxito. Hable con su médico sobre qué tratamiento es adecuado para usted.