La orina pasa a la vejiga a través de un conducto denominado uréter.
Definición: si este tubo se bloquea y no realiza su función de la forma correcta, puede causar daños en los riñones causando infecciones.
Este tubo puede bloquearse por la presencia de cálculos renales o cáncer. Si esto sucede es necesario drenar la orina que está bloqueada en el riñón.
Existe un procedimiento denominado: Nefrostomía que no es más que una abertura entre el riñón y la piel con la colocación de un tubo de plástico delgado, que se pasa desde el exterior, a través de la piel y luego a través del riñón, donde se acumula la orina.
Para guiar el procedimiento se utiliza la técnica del contraste y el procedimiento es guiado por imágenes de ultrasonido y/o rayos X.
La nefrostomía además de ayudar a mantener la función renal y proteger el riñón de infecciones, puede ayudar a diagnosticar un problema subyacente, ya que la inyección de medio de contraste y el uso de ultrasonido y/o rayos X permiten obtener imágenes del uréter y observar cualquier anomalía presente.
Preparación para una nefrostomía
Como en toda cirugía, el paciente debe permanecer en ayuna e informar a su médico acerca de los siguientes aspectos:
- Si está utilizando medicamentos anticoagulantes (por ejemplo, Warfarina) o ha padecido de hemorragias excesivas en cirugías anteriores
- Si sufre de cualquier alergia a los componentes de algún medicamento o a los medios de contraste
- Si presenta cualquier síntoma de infección: fiebre, sudores nocturnos
- Si posee cualquier historial de enfermedad renal previa o se le ha practicado una cirugía previa de riñón o vejiga
- Además, lleve consigo cualquier radiografía, tomografía computarizada, ecografía o resonancia magnética.
Toda esta información refuerza el nivel de alerta que debe tener el personal médico para planificar el procedimiento y prevenir complicaciones.
Su médico tratante o el hospital donde se someterá a la prueba le harán las pruebas o los exámenes que necesite antes de someterse a la Nefrostomía.
Procedimiento
Cuando llegue al hospital, asegúrese de hacer cualquier pregunta o expresar cualquier duda o inquietud que tenga.
El médico le informara todos los detalles del procedimiento y adicionalmente debe completar un formulario de consentimiento.
Casi todos los tubos de nefrostomía se insertan bajo sedación o anestesia general.
El procedimiento se lleva a cabo en un camilla de rayos X especial, acostado sobre su estómago o ligeramente de costado, lo que le permite al radiólogo acceder a su riñón.
Se insertará una cánula intravenosa o «goteo», un tubo de plástico delgado en su mano o brazo.
Su sedación y medicamentos para el alivio del dolor normalmente se inyectarán por esta vía en este momento.
Si no se aplica anestesia general se inyectara anestesia local en le parte donde se realizara la inserción del tubo de nefrostomía, se hará una pequeña incisión en la piel.
El radiólogo utilizará ultrasonido y/o rayos X para guiar una aguja muy delgada a través de la piel hasta llegar a la posición correcta, que se confirmará con la utilización de un medio de contraste.
Luego se coloca un cable a través de la aguja y se retira la aguja.
Este cable es la guía para el tubo de nefrostomía, el cual se inserta sobre el cable, que luego será retirado, entonces el tubo se «bloquea» en su posición tirando de una cuerda que hace que el extremo se curve con la apariencia de «rabo de cerdo», lo que ayuda a mantenerla en su posición.
La colocación final se confirma con una segunda inyección de medio de contraste y se fija a la superficie con una combinación de apósitos, clips de plástico y/o puntos de sutura.
Para culminar el procedimiento, se conecta una bolsa de drenaje al tubo de nefrostomía para recoger la orina.
La duración del procedimiento puede variar, dependiendo de la estructura interna del cuerpo del paciente y el motivo por el cual se realiza la nefrostomía.
Sin embargo un procedimiento más prolongado no significa necesariamente que se haya presentado una complicación.
El éxito del procedimiento se observará inmediatamente después de la inserción y siempre que la nefrostomía continúe drenando la orina, mantendrá la función renal y cualquier infección que ocurra puede tratarse con antibióticos.
Efectos secundarios y riesgos de una nefrostomía
Este procedimiento, puede provocar algo de dolor y producir hematomas en el sitio donde se insertan la aguja, el cable y los tubos.
La orina presentara residuos de sangre por lo general por un lapso de 1 a 2 días.
Si el dolor o el sangrado en la orina empeoran, debe acudir de inmediato al médico tratante, para asegurarse de que no ha surgido una complicación o se han desarrollado infecciones.
La inserción de un tubo de nefrostomía es un procedimiento relativamente seguro y el riesgo de que se presenten complicaciones graves es inusual. Los riesgos incluyen:
- Sangrado severo (hemorragia): 1-3%
- Desprendimiento del tubo: 1%
- Bloqueo del tubo: 1%
- Infección grave: 1%
- El daño a las estructuras adyacentes es mínimo
- Lesión vascular que requiere la eliminación del riñón afectado o embolización 1% – 3.6%
- Muerte por hemorragia: menos del 0.2%
- Reacción alérgica a la inyección de contraste, menos de 1 de cada 1000 paciente