El paroxismo se refiere al ataque violento de una enfermedad.
El paroxismo, también conocido como ataques paroxísticos son una recurrencia repentina o la intensificación de los síntomas de una determinada afección o enfermedad, como un espasmo o ataque. El paroxismo es la etapa más critica de una enfermedad.
Puede deberse a la aparición repentina de síntomas o a la exacerbación aguda (el empeoramiento brusco) de los síntomas preexistentes.
La palabra paroxismo significa «ataque repentino, arrebato» y proviene del griego παροξυσμός (paroxusmos), «irritación, exasperación».
Los síntomas paroxísticos son cortos y frecuentes se pueden observar en diversas situaciones clínicas.
Suelen asociarse con esclerosis múltiple o tos ferina, pero también pueden observarse en otros trastornos como encefalitis, traumatismo craneoencefálico, accidente cerebrovascular, asma, neuralgia del trigémino, episodios de retención de aliento, epilepsia, malaria, tabes dorsal y enfermedad de Behçet, paroxística hemoglobinuria nocturna (HPN).
También se ha observado como un síntoma del trastorno de gratificación en los niños.
Se han informado extensamente ataques paroxísticos en diversos trastornos y se presume que el acoplamiento efepticico de los nervios desmielinizados es uno de los mecanismos subyacentes de este fenómeno.
Esto se ve respaldado por la presencia de estos ataques en la esclerosis múltiple y las tabes dorsal, que implican la desmielinización de las neuronas de la médula espinal.
Desarrollo del paroxismo
El ejercicio, los estímulos táctiles, el agua caliente, la ansiedad y la flexión del cuello pueden provocar ataques paroxísticos. La mayoría de los ataques paroxísticos reportados son dolorosos espasmos tónicos, disartria y ataxia, entumecimiento y hemiparesia.
Por lo general son diferentes de otros síntomas transitorios por su brevedad (que no dura más de 2 minutos), frecuencia (de 1 a 2 veces por día hasta unos cientos de veces por día), moda estereotipada y excelente respuesta a las drogas (generalmente carbamazepina) . La retirada de los síntomas sin ningún hallazgo neurológico residual es otra característica clave en su reconocimiento.