Pólipos Cervicales o Uterinos: Definición, Síntomas, Causas, Diagnóstico, Tratamiento y Prevención

tumores

Son tumores pequeños y alargados que crecen en el cuello del útero.

El cuello uterino es el canal estrecho en la parte inferior del útero que se extiende a la vagina, y son estructuras frágiles que crecen a partir de tallos enraizados en la superficie del cuello del útero o dentro del canal cervical.

Los pólipos cervicales ocurren en aproximadamente el 4% de las mujeres en edad reproductiva. Son más comunes en las mujeres entre los 40 y 50 años que han tenido más de un hijo y casi nunca se producen en mujeres jóvenes antes del comienzo de la menstruación.

De igual forma, son también comunes durante el embarazo, esto puede ser causado por un aumento de la hormona estrógeno.

Los pólipos cervicales suelen ser benignos (no cancerosos), y el cáncer de cuello uterino es raro. El cáncer del cuello del útero se produce en sólo 1% de las mujeres en edad reproductiva alrededor de 12.000 nuevos casos por año, según la Sociedad Americana del Cáncer.

Síntomas de los pólipos cervicales

Los pólipos en el cuello uterino pueden no causar ningún síntoma perceptible. Sin embargo, se pueden presentar cualquiera de los siguientes síntomas:

  • Flujo vaginal de moco blanco o amarillo (leucorrea).
  • Manchado o sangrado vaginal: después de la relación sexual (postcoital), entre los períodos (inter-menstrual), después de las duchas vaginales, después de la menopausia (posmenopáusicas), o en períodos anormalmente pesados (menorragia).

Algunos de estos síntomas también pueden ser señales de cáncer. En casos raros, los pólipos representan una fase temprana de cáncer de cuello uterino. La eliminación de ellos ayuda a reducir este riesgo.

Causas de los pólipos cervicales

No se entiende completamente por qué se producen los pólipos cervicales. Su formación puede estar vinculado a:

  • Aumento de los niveles de estrógeno (hormona sexual femenina).
  • Inflamación crónica en el cuello uterino, la vagina o el útero.
  • Vasos sanguíneos obstruidos.
  • Altos niveles de estrógeno.

Los niveles de estrógeno fluctúan de forma natural a lo largo de la vida de una mujer. Los tiempos más comunes son durante los ciclos menstruales, embarazos, y en los meses previos a la menopausia.

Por ejemplo, los niveles de estrógeno pueden llegar a 100 veces el rango normal durante el embarazo.

Inflamación

Un cuello uterino inflamado aparece rojo, irritado o erosionado. Algunas de las causas conocidas de la inflamación del cuello uterino incluyen:

  • Infección bacteriana.
  • Virus cuminata condilomas (verrugas).
  • Virus del papiloma humano (VPH).
  • Herpes.
  • Infecciones por hongos.
  • Embarazo, aborto involuntario, o el aborto.
  • Cambios hormonales.

La infección por VPH es también una causa conocida de cáncer de cuello uterino. Exámenes pélvicos y pruebas regulares de Papanicolaou, son una precaución importante para las mujeres de cualquier edad.

La prueba de Papanicolaou se realiza raspando una pequeña cantidad de tejido del cuello uterino, que se envía a un laboratorio. La prueba comprueba la infección y las células anormales.

¿Cuándo debería ver a un médico?

Si las personas experimentan alguno de estos síntomas, deben concertar una cita con su médico lo antes posible. Si bien estos pueden ser signos de pólipos cervicales, también podrían indicar cáncer.

El diagnóstico de la mayoría de los pólipos cervicales se realiza durante exámenes pélvicos de rutina o pruebas de Papanicolaou.

Si hay pólipos presentes, es posible que un médico desee extirparlos. El médico también tomará muestras de tejido, llamadas biopsias, de los pólipos para verificar si son cancerosos o benignos.

Diagnóstico

Los pólipos son fáciles de ver en un examen pélvico de rutina. El médico verá crecimientos suaves, similares a dedos en el cuello uterino que aparecen de color rojo o púrpura.

Las biopsias (muestras de tejido) de los pólipos son tomadas y enviadas a un laboratorio para su análisis. Los resultados muestran por lo general las células benignas de pólipo.

En casos raros, puede haber células anormales o cambios neoplásicos (patrones de crecimiento precancerosas).

Tratamiento de los pólipos cervicales

La eliminación de los pólipos cervicales es un procedimiento simple que se realiza en el consultorio del médico. No se necesita ninguna medicación para el dolor, y existen varias formas de eliminar los pólipos cervicales:

  • Torciendo el pólipo fuera en la base.
  • Atar hilo quirúrgico alrededor de la base del pólipo y se corta distancia.
  • Usando pinzas de anillo para retirar el pólipo.

Los métodos utilizados para destruir la base del pólipo, y prevenir el rebrote, incluyen:

  • Nitrógeno líquido.
  • La ablación electrocauterio (utiliza una aguja calentada eléctricamente).
  • Cirugía láser.

Se puede sentir un dolor breve y leve durante la extracción y de leves a moderados calambres durante unas pocas horas después. Un punto de sangre de la vagina se puede producir por uno o dos días después de la eliminación.

¿Cómo es la recuperación?

Las personas pueden sentir un dolor leve e incomodidad durante la extirpación de los pólipos. Sin embargo, una vez que finalice el procedimiento, podrán ir a casa y tratar los cólicos o el dolor con analgésicos de venta libre.

Incluso si la cirugía se realiza en un hospital bajo anestesia, la persona debe poder ir a casa el mismo día.

Los médicos recomiendan que las personas se abstengan de tener relaciones sexuales durante al menos 3 días después de la cirugía.

El pronóstico para las personas que han tenido la extirpación de pólipos quirúrgicos es positivo. Los pólipos no suelen volver a crecer.

Sin embargo, alguien que ha desarrollado pólipos cervicales en el pasado tiene un mayor riesgo de desarrollarlos nuevamente. Por lo tanto, deben realizarse exámenes pélvicos de rutina para detectar nuevos crecimientos.

Prevención de los pólipos cervicales

La extirpación de pólipos es un procedimiento simple, seguro y no invasivo. Sin embargo, si alguna vez se tiene pólipos, existe mayor riesgo de desarrollarlos nuevamente.

Los exámenes pélvicos regulares pueden encontrar cualquier crecimiento temprano en su desarrollo.

Dado que algunas infecciones están vinculadas a los pólipos cervicales, algunos consejos simples pueden ayudar a reducir su riesgo.

Utilizar ropa interior de algodón, permite una buena circulación de aire, esto evita el exceso de calor y humedad, lo que previene las infecciones. Además, si se tiene una pareja, es recomendable usar condón durante el coito.