Cada persona con diabetes recibe sus propios objetivos por su médico de cabecera o especialista.
Las personas con diabetes libran una batalla diaria contra los niveles altos de glucosa en sangre.
Junto con una dieta saludable y ejercicio, mantener los niveles de glucosa en sangre en un rango recomendado es la estrategia clave necesaria si se espera reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo, como la pérdida de visión, una enfermedad renal o cardíaca o la amputación de extremidades.
Diariamente, la monitorización efectiva requiere un medidor de mano que use una muestra de sangre capilar, generalmente de un pinchazo en el dedo.
Esto es además de una medida de tres, seis o doce meses de la hemoglobina glicosilada.
En una persona sin diabetes, los niveles de glucosa en sangre varían entre 4.0 a 7.8 milimoles de glucosa por litro de sangre (mmols / L) a lo largo del día, independientemente de cómo o que comen o si hacen ejercicio, o si están bajo estrés.
Pero vivir con diabetes significa que el cuerpo no puede regular la glucosa en sangre automáticamente.
Mantener la glucosa en sangre en este rango suele ser difícil y a veces peligrosa cuando una hipoglucemia puede estar a solo un mmol / L de distancia.
Monitoreo regular
Este monitoreo regular de niveles de glucosa en sangre, se realiza usando un medidor de mano:
Diabetes tipo 1
Objetivos de niveles de glucosa en sangre:
- Antes de las comidas: 4 a 6 mmol / L.
- 2 horas después de comenzar las comidas: 4 a 8 mmol / L.
Diabetes tipo 2
Objetivos de niveles de glucosa en sangre:
- Antes de las comidas: 6 a 8 mmol / L.
- 2 horas después de comenzar las comidas: 6 a 10 mmol / L.
Unos niveles de glucosa en sangre por debajo de 4 mmol / L puede provocar los síntomas incómodos y a veces peligrosos de una hipoglucemia.
Unos niveles de glucosa en sangre de más de 15 mmoles / L puede hacer que el paciente se sienta mal, cansado, aumente la sed y tenga necesidad de ir al baño para orinar con frecuencia.
Esto se llama hiperglucemia y es necesario actuar para que los niveles vuelvan a su rango objetivo.
Unos niveles de glucosa en sangre ocasional de más de 10 mmol / L no se considera demasiado grave para la mayoría de las personas con diabetes, pero si la glucosa en sangre continúa demasiado alta durante demasiado tiempo, aumenta la hemoglobina glicosilada.
En una persona con diabetes tipo 1, los niveles altos de glucosa en la sangre pueden conducir a cetonas en la sangre (cetosis) que pueden ser peligrosas si no se tratan con prontitud.
Panorama general de la glucosa en sangre
La hemoglobina glicosilada, es una medida, en promedio, de glucosa en sangre durante los dos o tres meses previos tomados en un laboratorio a partir de sangre venosa.
La Hemoglobina glicosilada es un complemento importante del régimen de control domiciliario continuo porque revela una imagen general de los niveles de glucosa en sangre.
La Hemoglobina glicosilada general recomendada es igual o inferior a 53 mmol / mol o 7%.
Los objetivos individualizados para adultos con diabetes, incluyen:
- Para personas sin enfermedad cardiovascular conocida, que no han tenido diabetes por mucho tiempo y no presentan hipoglucemias graves u otra contraindicación, el objetivo de Hemoglobina glicosilada es igual o inferior a 48 milimoles por mol (6,5%).
- Para las personas que no sienten los síntomas y no saben que sus niveles de glucosa en sangre están cayendo o si tienen otras condiciones de salud importantes, el objetivo puede aumentar a 64 mmol / mol (8%).
- Para las mujeres que planean un embarazo, el objetivo es, preferiblemente, igual o inferior a 42 mmol / mol (6%) antes y durante el embarazo, pero deben evitar la hipoglucemia grave.
- Para las personas que se acercan al final de su vida, lo más importante es que estén lo más cómodos y libres de los síntomas de niveles altos o bajos de glucosa en la sangre.
Todos los médicos que atienden a personas con diabetes deben observar a cada persona individualmente y hacer recomendaciones teniendo en cuenta a las personas que reciben insulina o sulfonilureas que pueden necesitar objetivos más altos para prevenir la hipoglucemia.
Esto es particularmente relevante para los ancianos, aquellos con riesgo de hipoglucemia grave y aquellos afectados por hipoglucemia.
Nivel normal de azúcar en la sangre
Comprender lo que es un nivel normal de azúcar en la sangre es vital para la prevención o tratamiento de la diabetes.
El nivel de azúcar en la sangre se refiere a la cantidad de glucosa en la sangre, conocida como nivel de glucosa en sangre, la concentración de glucosa en la sangre se expresa en mmol / l.
En personas sanas sin diabetes, su nivel de glucosa en sangre debe medir entre 4.0 a 5.5 mmol / l antes de una comida y debe ser menor a 8.0 mmol / l dos horas después de una comida.
El nivel de glucosa en sangre también se mide con hemoglobina glicosilada.
La hemoglobina glicosilada, brinda información sobre el nivel promedio de glucosa en sangre durante los últimos 2 o 3 meses.
Una persona sana sin diabetes debe tener hemoglobina glicosilada menor de 42 mmol / mol.
La diabetes se diagnostica cuando la glucemia en ayunas es mayor de 7,0 mmol / l, la glucosa sanguínea aleatoria es mayor de 11,1 mmol / l, o la Hemoglobina glicosilada es mayor de 48 mmol / mol.
Un nivel de glucosa en sangre en ayunas entre 5.5 y 6.9 mmol / l o una hemoglobina glicosilada entre 42 y 47 mmol / mol puede indicar un mayor riesgo de diabetes tipo 2, particularmente aquellos con obesidad, antecedentes familiares de diabetes o de ciertos grupos étnicos.
Síntomas de un bajo nivel de azúcar en la sangre
La hipoglucemia se define por niveles de glucosa en sangre por debajo de 4 mmol / l.
En las primeras etapas el cuerpo reaccionará y liberará hormonas como la adrenalina para indicar que la glucosa en sangre tiene niveles bajos, por lo que con la aparición de los síntomas se pueden tomar medidas para revertir la hipoglucemia.
Estos síntomas incluyen palpitaciones, hambre excesiva, una sensación de calor o enrojecimiento, temblores y sudor excesivo.
Cuando la glucosa en sangre baja sus niveles, la función del cerebro se verá afectada y se traducirá en confusión, irritabilidad, comportamiento agresivo, convulsiones y coma.
En vista de que el cerebro depende en una gran medida de la glucosa para funcionar, la hipoglucemia frecuente puede ocasionar un deterioro cognitivo.
Si una persona tiene hipoglucemia asintomática y los síntomas de alerta son débiles, especialmente durante las primeras etapas de la hipoglucemia, esta condición se vuelve potencialmente peligrosa ya que el paciente desconoce que la glucosa en sangre está baja.
Por lo tanto, no puede corregir el nivel bajo de glucosa en la sangre en una etapa temprana hasta que es demasiado tarde cuando la función cerebral se ve afectada.
Si no se trata, la hipoglucemia severa prolongada puede causar daño cerebral permanente.
Las personas pueden experimentar hipoglucemia por la noche cuando están dormidas.
Un nivel bajo de glucosa en la sangre puede despertar a la persona o provocar dolores de cabeza, cansancio y sudor excesivo en la noche.
Síntomas de un nivel alto de azúcar en la sangre
Los síntomas del nivel alto de azúcar en la sangre ocurren cuando la diabetes no está controlada, independientemente del tipo de diabetes.
Típicamente, el paciente experimenta sed, sequedad de boca, micción frecuente, visión borrosa y cansancio.
En casos más extremos, puede haber pérdida de peso. Los períodos leves ocasionales de niveles altos de azúcar en la sangre no son amenazantes.
Pueden requerir tratamiento o regresar a los niveles normales por sí solos.
Pero los episodios frecuentes o graves pueden ser peligrosos y pueden llevar al coma.
Consecuencias de no controlar los niveles de azúcar en la sangre
Niveles de glucosa en sangre anormales no controlados puede conducir a complicaciones de salud.
Los niveles altos de glucosa durante un período prolongado, generalmente, pueden deteriorar los vasos sanguíneos de los ojos, los riñones, los nervios y las piernas y conducir a la perdida de la visión, enfermedades renales, neuropatías y enfermedades vasculares periféricas y gangrena.
Puede causar también un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Además de un mal control de la diabetes, la presión arterial alta y niveles altos de colesterol, contribuyen a estas complicaciones.
Estos factores de riesgo son comunes en la diabetes tipo 2.
El tratamiento adecuado de la presión arterial y los niveles de colesterol son tan importantes como el control de la glucosa para reducir las complicaciones.
La diabetes tipo 2 usualmente no se diagnostica en las primeras etapas debido a la falta de síntomas.
Como consecuencia, aproximadamente el 50 por ciento de las personas con diabetes tipo 2 tienen algún tipo de complicaciones en el momento del diagnóstico.