Es una afección médica en la que aumenta el nivel de nitrógeno ureico en la sangre.
Este nivel es un indicador de los productos de desecho de nitrógeno y su aumento se produce como resultado de la falla de los riñones para filtrar el desperdicio de nitrógeno.
La uremia es una afección potencialmente mortal ya que el exceso de nitrógeno en la sangre es dañino para el cuerpo. El paciente puede experimentar dolor.
Si se busca tratamiento con prontitud, entonces la uremia se puede revertir; sin embargo, puede haber daño permanente a los riñones o falla de los riñones.
El tratamiento comprende la hospitalización en la que se trata la causa de la lesión renal para evitar una mayor acumulación del desecho de nitrógeno en la sangre.
El tratamiento también puede consistir en diálisis, terapia de fluidos, transfusiones de sangre y medicamentos para estabilizar la presión arterial.
Después de que ha pasado la fase aguda inicial de la uremia, el tratamiento continúa con la administración de medicamentos, diálisis y cambios en la dieta.
Las complicaciones de la uremia incluyen:
- Paro cardíaco.
- Insuficiencia renal.
- Insuficiencia respiratoria.
Causas y factores de riesgo de la uremia
Cualquier condición que afecte la capacidad de los riñones para filtrar los productos de desecho puede provocar uremia.
Las causas renales de la uremia incluyen:
- Ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) administrados en dosis altas o el material de contraste intravenoso excesivo.
- Cualquier lesión o trauma en el riñón.
- Ciertas condiciones médicas como la hipertensión o la diabetes pueden causar daño al riñón.
- Otras afecciones médicas de los riñones, como cálculos renales, insuficiencia de los riñones y anomalías de los riñones.
- Oclusión o embolia de la arteria renal que dificulta el flujo de sangre al riñón.
- Cirugía al riñón.
Otras causas de uremia incluyen:
Ciertas afecciones médicas que causan disminución del volumen sanguíneo o del flujo sanguíneo también pueden provocar uremia y estas son:
- Quemaduras.
- Insuficiencia cardíaca congestiva.
- Deshidración.
- Diarrea excesiva, vómitos o sangrado.
- Factores de riesgo para la uremia.
- Hipotensión (presión arterial baja).
- Lesión reciente, infección o cirugía.
- Ciertos medicamentos, si se toman en exceso, pueden aumentar el riesgo de desarrollar uremia, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o el material de contraste intravenoso.
Signos y síntomas
Los síntomas de la uremia pueden ocurrir repentinamente y son graves, ya que el desecho de nitrógeno que se acumula en el torrente sanguíneo envenena el cuerpo.
Síntomas generales de la uremia:
- Dolor en el abdomen.
- Desorientación.
- Pérdida de consciencia.
- Sequedad en la boca y la nariz.
- Edema.
- Aumento de la sed.
- Letargo.
- Hipotensión (presión arterial baja).
- Palidez de la piel.
- Taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca).
- Debilidad.
Los síntomas graves que requieren atención médica inmediata son:
- Desorientación.
- Perder la conciencia incluso por un corto tiempo.
- Disminución de la producción de orina.
- Aumento de la sed.
Pruebas para diagnosticar la uremia
- Examen de orina.
- Prueba de sangre.
- Prueba de función renal.
- Perfil bioquímico de sangre.
Tratamiento para la uremia
El tratamiento de la uremia requiere hospitalización para cuidar adecuadamente la afección de salud subyacente, centrándose en la función de filtración renal.
Esto se puede hacer con líquidos por vía intravenosa, transfusiones de sangre, terapia de fluidos, tratamiento con medicamentos y hemodiálisis.
Es importante eliminar las cantidades potencialmente dañinas de desechos de nitrógeno y promover la circulación sanguínea normal.
Una vez que el paciente está estabilizado, el personal médico tomará medidas para evitar que vuelva a ocurrir la acumulación para proteger los riñones.
Los riñones son evaluados por cualquier daño y posiblemente tratados antes de que se inicie un plan de tratamiento de medicamentos y administración de la dieta.
La uremia es un estado médico grave para quienes padecen afecciones que afectan la salud de la sangre y los riñones.
Los que están en riesgo pueden enfrentar peligros más allá de los problemas renales, ya que puede convertirse en una preocupación para los pacientes con trastornos sanguíneos relacionados, como infecciones, o si se les realizó una cirugía reciente.
Si bien es reversible si se detecta temprano, la condición puede tener complicaciones devastadoras y conducir a la muerte. Los síntomas son generalmente repentinos y severos.
El tratamiento comienza inmediatamente para eliminar el veneno peligroso del torrente sanguíneo; luego, comienzan las medidas de protección para los riñones.
Conozca los signos y tome precauciones para prevenir el síndrome urémico.