Pertenece a una clase de medicamentos llamados antipsicóticos y neurolépticos atípicos.
La ziprasidona no cura la esquizofrenia, ni el trastorno bipolar pero puede ayudar a controlar los síntomas y ayudar a prevenir episodios adicionales.
Tomar medicamentos antipsicóticos o neurolépticos como ziprasidona también puede permitirle probar terapias psicológicas cuando lo recomiende su médico.
La ziprasidona se usa como un tratamiento a corto plazo para las fases maníacas.
Formula química
- C21H21ClN4OS.
Presentación
Cápsulas de 20, 40, 60 y 80 mg y polvo para solución para administrar por vía intramuscular de 30 mg.
Indicaciones
Se usa para controlar los síntomas de la esquizofrenia y el trastorno afectivo bipolar.
Mecanismo de acción
El bienestar mental se relaciona en parte con el mantenimiento de un equilibrio entre los químicos que se producen en forma natural en el cerebro llamados neurotransmisores.
Se cree que la ziprasidona modifica las acciones de varios neurotransmisores y de esta manera restablece la función apropiada de los sistemas químicos en el cerebro que están fuera de equilibrio en las personas con esquizofrenia.
Dosis
- La dosificación de ziprasidona varía ampliamente de un individuo a otro.
- Una dosis inicial común es 20 mg de ziprasidona dos veces al día.
- La dosis se aumenta gradualmente hasta que desaparecen los síntomas de la esquizofrenia.
- Se pueden tomar dosis de hasta 100 mg dos veces al día.
- La ziprasidona se debe tomar acompañada con comida.
Efectos secundarios
La razón más común por la que se suspende la ziprasidona es debido al desarrollo de una erupción y la somnolencia es el efecto secundario más común.
Otros efectos secundarios que pueden ocurrir son contracciones anormales, involuntarias y trastornos respiratorios.
Las náuseas, el estreñimiento, la indigestión y los mareos debidos a la presión arterial baja ocurren en más del 5% de las personas que toman ziprasidona.
Otros efectos secundarios menos comunes son latidos cardíacos rápidos, presión arterial baja, agitación, temblor, confusión, amnesia, boca seca, aumento de la salivación, dolores en las articulaciones y visión anormal.
La incidencia de algunos efectos adversos, como presión arterial baja, anorexia, movimientos involuntarios anormales, somnolencia, temblor, síntomas de resfrío, erupción cutánea, visión anormal, boca seca o aumento de la salivación, parece aumentar a dosis más altas.
Las personas que toman ziprasidona deben alertar al médico de inmediato si desarrollan sarpullido o urticaria, ya que esto podría indicar una reacción adversa potencialmente grave.
Los pacientes también deben notificar de inmediato si experimentan movimientos musculares involuntarios anormales.
Advertencias y contraindicaciones
Somnolencia
Este efecto secundario generalmente empeora cuando se inicia el medicamento y se vuelve menos severo con el uso continuado.
Las personas que realizan tareas que requieren estado de alerta mental, como manejar u operar maquinaria, deben abstenerse de hacerlo hasta que vean cómo el medicamento los afecta.
Alergia
No tome este medicamento si, el paciente es hipersensible o ha tenido una reacción alérgica a la ziprasidona o a alguno de los ingredientes presentes en el medicamento.
Problemas cardíacos
La ziprasidona puede alterar el ritmo cardíaco.
Debido al riesgo de latidos cardíacos irregulares o incluso la muerte, no debe ser tomado por personas con antecedentes de ritmo cardíaco irregular o prolongado (síndrome de QT prolongado), personas con insuficiencia cardíaca o personas que han tenido un ataque cardíaco recientemente.
Las personas con antecedentes de enfermedad cardíaca deben analizar los riesgos y beneficios del tratamiento con su médico antes de comenzar con ziprasidona.
La ziprasidona puede disminuir la presión arterial a niveles peligrosamente bajos, causando que el paciente se desmaye.
No debe ser tomado por personas que tienen latidos cardíacos lentos y aquellos con niveles bajos de potasio o magnesio en la sangre.
Convulsiones
Las personas con antecedentes de convulsiones, incluso convulsiones provocadas por el abuso de drogas o alcohol, deben usar ziprasidona con precaución y con la supervisión del médico, ya que puede aumentar el riesgo a tener convulsiones.
Temperatura corporal
La ziprasidona puede aumentar la temperatura corporal a niveles peligrosamente altos. Por ejemplo, para las personas que hacen ejercicio enérgicamente, las que están expuestas al calor extremo, las que toman medicamentos con efectos anticolinérgicos (esto incluye muchos antidepresivos comunes).
Las personas propensas a la deshidratación deben usar el medicamento con precaución y estar alertas a los efectos secundarios relacionados con la deshidratación.
Pulmones
Las personas de edad avanzada con mayor riesgo de desarrollar neumonía deben ser monitoreadas cuidadosamente mientras toman ziprasidona.
Comportamiento suicida
Debido a que hay una alta incidencia de suicidio en todos los pacientes con enfermedades psicóticas, las personas que usan ziprasidona deben ser observadas cuidadosamente en busca de signos de comportamiento suicida.
Embarazo
Al igual que la mayoría de los medicamentos antipsicóticos/neurolépticos atípicos, no se recomienda el uso de ziprasidona durante el embarazo.
Para las mujeres en edad fértil se recomienda un método anticonceptivo apropiado.
Lactancia
No se sabe si la ziprasidona pasa a la leche materna, por lo que se recomienda consultar al médico sobre su uso en madres lactantes.
Niños
La ziprasidona no se recomienda para niños menores de 18 años ya que no hay suficiente información sobre sus efectos en este grupo de edad.
Interacciones
La ziprasidona interactúa con muchas otras drogas.
Es necesario revisar todos los medicamentos que se toman con el médico, antes de comenzar a usar este medicamento.
Como la ziprasidona puede alterar el ritmo cardíaco, las personas que también estén tomando medicamentos como quinidina, dofetilida, pimozida, sotalol, eritromicina, tioridazina, moxifloxacina y sparfloxacina no deben tomarla.
Estos medicamentos también pueden afectar las propiedades del corazón y tomarse con ziprasidona aumenta el riesgo de ritmos cardíacos irregulares y otros problemas cardíacos.
Debido a que la ziprasidona causa somnolencia, se debe usar con moderación y con cuidado con otras drogas que también tienen una tendencia a causar somnolencia a las personas, como antidepresivos, antihistamínicos, algunos analgésicos y alcohol.
La ziprasidona puede disminuir la presión arterial hasta el punto en que las personas se sienten mareadas o desmayadas.
Las personas que toman medicamentos para regular su presión arterial deben controlar su presión arterial y modificar el tratamiento según sea necesario.
La ziprasidona también puede disminuir los efectos de los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad de Parkinson, como la levodopa.
Otros medicamentos tomados en combinación con ziprasidona pueden alterar los efectos de la ziprasidona.
Por ejemplo, medicamentos como la carbamazepina, que se usan para tratar las convulsiones, aumentan el metabolismo del hígado y pueden causar que la ziprasidona sea menos efectiva.
Alternativamente, los medicamentos como el ketoconazol disminuyen el metabolismo hepático y pueden aumentar los efectos secundarios negativos asociados con la ziprasidona.