También llamado tumor pituitario, es un tumor benigno (no canceroso) de la glándula pituitaria.
La mayoría de los tumores pituitarios son adenomas hipofisarios, tumores benignos de crecimiento lento que surgen de las células de la glándula pituitaria, lo que significa que no se diseminan a lugares distantes del cuerpo.
Incidencia de los adenomas hipofisarios
Los adenomas pituitarios son relativamente comunes. Pequeños adenomas pituitarios microscópicos se encuentran en uno de cada cinco adultos. Sin embargo, la mayoría de estos tumores nunca crecen ni causan problemas.
Con frecuencia, un paciente se somete a una exploración de imágenes por resonancia magnética (IRM) del cerebro por otra razón, y el médico descubre un adenoma hipofisario.
Glándula pituitaria
La glándula pituitaria se encuentra en la base del cerebro, justo detrás de los ojos.
La glándula pituitaria tiene diferentes tipos de células pituitarias, cada una produciendo hormonas especiales liberadas en el torrente sanguíneo que afectan otros órganos en el cuerpo.
Los tumores pituitarios se originan a partir de una de estas células especializadas. Si las células tumorales producen un exceso de una o más hormonas, se denomina adenoma «funcional». Los ejemplos de adenomas funcionales incluyen:
- Prolactinoma, un tumor que produce en exceso prolactina.
- Gigantismo (infantil) por acromegalia (adultos), causado por un exceso de hormona de crecimiento.
- Enfermedad de Cushing, causada por un tumor pituitario que estimula una producción excesiva de cortisol.
Clasificación de los adenomas hipofisarios
Los adenomas hipofisarios se clasifican de diferentes maneras según sus propiedades:
- Tamaño: un microadenoma tiene menos de un centímetro de tamaño; un macroadenoma es de un centímetro o más de tamaño.
- Agresividad: casi todos los adenomas hipofisarios son benignos (no cancerosos) y de crecimiento lento. Un adenoma hipofisario atípico, el tipo más raro, crece más rápidamente y es más probable que reaparezca.
- Secreción de hormonas: los adenomas hipofisarios que liberan una hormona activa (por lo general, una cantidad excesiva) se denominan tumores funcionales. Si no liberan una hormona activa, se llaman adenomas que no funcionan clínicamente.
Tipos de adenomas hipofisarios
- Adenomas hipofisarios funcionales: secretan en exceso una o más hormonas como prolactina, hormona de crecimiento, hormona adrenocorticotrópica, hormona estimulante de la tiroides, hormona luteinizante y hormona folículo estimulante.
- Adenomas hipofisarios no funcionales: no secretan hormonas.
- Macroadenomas: son grandes (mas de un 1 centímetro) y pueden comprimir las estructuras adyacentes, causando complicaciones graves, como la pérdida de visión. También afectan la función de la pituitaria y causan deficiencias de hormonas.
- Microadenomas: son pequeños (menos de un 1 centímetro) y rara vez comprimen los tejidos cercanos, pero pueden ser dañinos si secretan hormonas excesivas.
Causas
La mayoría de los adenomas hipofisarios ocurren espontáneamente, lo que significa que no son heredados.
Hay casos de tumores pituitarios familiares, que es una tendencia hereditaria a desarrollar adenomas hipofisarios. Sin embargo, estos casos son poco comunes. En muchos casos familiares, el gigantismo o la aparición temprana de acromegalia son más comunes.
La neoplasia endocrina múltiple tipo 1 (MEN 1) es una rara entidad caracterizada por tumores simultáneos de la glándula pituitaria, páncreas y paratiroides. Los adenomas pituitarios se desarrollan en el 25 por ciento de los pacientes con MEN 1.
Síntomas
Los síntomas que producen los adenomas hipofisarios dependen de varios factores, incluso si los tumores producen hormonas o clínicamente no funcionan.
- Los adenomas hipofisarios funcionales liberan una hormona activa en cantidades excesivas en el torrente sanguíneo. Los pacientes generalmente experimentan síntomas relacionados con la acción de la hormona en el cuerpo.
- Los adenomas hipofisarios no funcionales generalmente causan problemas relacionados con el tamaño del tumor, lo que empuja a las estructuras cerebrales circundantes.
- Los tumores hipofisarios grandes pueden comprimir el quiasma óptico, el punto de cruce de los nervios ópticos, lo que lleva a la pérdida de la visión. Asimismo pueden comprimir la glándula pituitaria normal y causar insuficiencia hipofisaria.
Los tumores hipofisarios productores de hormonas también pueden crecer en tamaños grandes, causando los mismos problemas descritos anteriormente además de los efectos relacionados con las hormonas.
Síntomas relacionados con el efecto de un macroadenoma
- Pérdida de la visión: esto ocurre cuando los macroadenomas crecen hacia arriba en la cavidad del cerebro, comprimiendo el quiasma óptico.
- Hemianopsia bitemporal: una pérdida de la visión periférica externa. Cuando es grave, un paciente solo puede ver lo que está directamente frente a ellos.
Síntomas relacionados con la insuficiencia hipofisaria
Cuando el tumor comprime la glándula pituitaria normal, puede hacer que falle y conducir a una insuficiencia hipofisaria (hipopituitarismo). Los síntomas dependerán de qué hormona esté involucrada.
- Reducción de las hormonas sexuales, la hormona luteinizante (LH) y la hormona foliculoestimulante.
- La reducción en la producción de tirotropinoma puede provocar hipotiroidismo, que puede causar pérdida de apetito, aumento de peso, fatiga y disminución de la función mental.
- La reducción en la producción de la hormona del crecimiento se llama insuficiencia de la hormona del crecimiento.
- La reducción en la producción de prolactina es poco común y ocurre con insuficiencia pituitaria severa.
- Los tumores hipofisarios grandes pueden elevar levemente los niveles de prolactina en sangre.
- Dolor de cabeza.
Diagnóstico
Se puede sospechar un adenoma hipofisario según los síntomas, el historial médico y los hallazgos físicos.
Explicar sus síntomas es una parte crucial del diagnóstico, ya que su médico utiliza la información para determinar si un tumor hipofisario está secretando un exceso de hormonas y si hay evidencia de insuficiencia pituitaria.
Las pruebas de diagnóstico estándar incluyen:
- Pruebas hormonales.
- Pruebas de función hipofisaria para pacientes con tumor pituitario.
- Escaneos de imágenes.
Tratamiento
El tratamiento de un adenoma pituitario depende de varios factores, que incluyen:
- Producción de hormonas por el tumor (si está presente).
- Tamaño tumoral.
- La medida en que el tumor invadió las estructuras circundantes.
- Su edad y salud general.
Si tiene un adenoma pituitario productor de hormonas, a veces puede tratarse médicamente. Un endocrinólogo que se especialice en tumores productores de hormonas, llamado neuroendocrinólogo, puede ser necesario para administrar su atención.
La medicación puede ayudar a ciertos tumores pituitarios. Los prolactinomas a menudo se tratan solo con medicamentos y pueden no requerir cirugía.
La medicación juega un papel importante en el manejo de la enfermedad de Cushing y la acromegalia.
También es importante abordar la insuficiencia hipofisaria (hipopituitarismo), especialmente antes de la cirugía. Los niveles inadecuados de cortisol o tiroides pueden ser potencialmente mortales si no se tratan antes de la cirugía.
Si los adenomas pituitarios requieren cirugía, generalmente el mejor procedimiento es a través de un abordaje nasal. Este procedimiento elimina el tumor y minimiza las complicaciones, el tiempo de hospitalización y las molestias.
Los tumores muy grandes que se extienden dentro de la cavidad del cerebro pueden requerir la apertura del cráneo (craneotomía) para acceder al tumor.
Algunos tumores no se pueden extirpar quirúrgicamente y es posible que no respondan a los medicamentos. La radioterapia puede ser efectiva para controlar el crecimiento de estos tumores.
Una consecuencia del tratamiento con radiación es que puede causar un retraso en la falla de la hipófisis. Esto generalmente ocurre varios años después del tratamiento. Si esto sucede, requerirá reemplazo hormonal.
Prevención
Los adenomas hipofisarios no están asociados con ningún estilo de vida conocido o factores de riesgo ambientales, por lo que no existen métodos disponibles para prevenir la afección.
Las personas con antecedentes familiares de tumores hipofisarios asociados con síndromes genéticos hereditarios deben controlarse regularmente para detectar signos tempranos del trastorno.