La piel cubre toda la superficie externa del cuerpo humano y es el principal sitio de interacción con el mundo circundante.
Función
Sirve como una barrera protectora que evita que los tejidos internos se expongan a traumas, radiación ultravioleta (UV), temperaturas extremas, toxinas y bacterias.
Otras funciones importantes incluyen la percepción sensorial, la vigilancia inmunológica, la termorregulación y el control de la pérdida de fluido insensible.
La dermis es una capa de tejido conjuntivo que contiene fibras de colágeno y elastina, fibroblastos, macrófagos y adipocitos, así como también nervios, glándulas y folículos capilares.
El integumento consiste en 2 capas mutuamente dependientes, la epidermis y la dermis, que descansan sobre una capa subcutánea grasa, el panículo adiposo.
La dermis es la capa media de la piel y se encuentra justo debajo de las cinco capas de la epidermis.
La zona de la membrana basal es el canal de comunicación entre la epidermis y la dermis.
La dermis sostiene a la epidermis, le proporciona nutrientes y lo protege.
La dermis constituye alrededor del 90 por ciento de la piel, posee de 1,5 a 4 mm de espesor.
Dentro de sus funciones está regular la temperatura del organismo y proporcionar a la epidermis sangre con nutrientes.
Una gran parte del agua contenida en el organismo esta almacenada en la dermis.
Por esa razón la piel mostrará signos de deshidratación mucho antes de que la sangre o cualquiera de los órganos internos lo hagan.
Cuando por el contrario, la piel esté demasiado hidratada, esto se denomina edema cutáneo y no es causado por beber demasiada agua.
Es causada por la retención de agua como resultado de afecciones sistémicas como el embarazo en algunas mujeres, insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca e incluso algunas enfermedades; o puede ser el resultado de afecciones locales tales como venas varicosas, tromboflebitis, picaduras de insectos y dermatitis.
El edema cutáneo se conoce como edema «picado» si, después de aplicar presión sobre un área pequeña de la hinchazón, la hendidura persiste durante un tiempo después de la liberación de la presión.
Capas de la dermis
La dermis está compuesta por dos capas:
La dermis papilar que es la porción de la dermis justo debajo de la epidermis y la dermis reticular que se extiende desde la dermis papilar hasta la grasa.
Debajo está el tejido subcutáneo, el amortiguador y la capa aislante y de almacenamiento de energía.
La capa papilar
La dermis papilar es la región alrededor de las papilas dérmicas, que constituye alrededor del 20% de la dermis.
Esta capa contiene tejido conectivo suelto y tiene muchos capilares.
La capa papilar es la capa superior de la dermis y se encuentra directamente debajo de la epidermis y se conecta a ella a través de proyecciones en forma de dedos llamadas papilas.
La dermis papilar es la porción superior debajo de la epidermis, caracterizada por poseer una capa delgada de fibras de colágeno dispuestas al azar.
Cuando los capilares se contraen y se expanden, esto controla la cantidad de sangre que fluye a través de la piel y determina si la piel pierde calor corporal cuando está caliente o si conserva el calor corporal cuando está frío.
Una doble hilera de papilas en almohadillas para los dedos produce las huellas dactilares estriadas en las yemas de los dedos, así como patrones similares en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Las huellas dactilares impiden que la piel se rasgue y ayudan a agarrar objetos.
En la capa papilar se encuentran los corpúsculos de Meissner, que son los receptores de los terminales nerviosos. Estos terminales nerviosos responden al tacto y a la presión mecánica.
Son los responsables de la capacidad de sentir un toque ligero y pueden percibir vibraciones por debajo de 50Hz. No detectan presión profunda o dolor.
El número de corpúsculos de Meissner se reduce a un cuarto de su recuento original entre las edades de 12 y 50 años.
La capa reticular
La capa reticular es la capa inferior de la dermis y se encuentra directamente debajo de la capa papilar.
Es la región más profunda, esta es una capa de tejido conectivo irregular y denso, que contiene colágeno y elastina, fibroblastos, macrófagos y células de grasa.
Las glándulas sudoríparas se encuentran en lo profundo de esta región y en la hipodermis.
Esta capa es más gruesa que la capa papilar y más densa. Los haces de colágeno se tejen en una red gruesa.
Estas densas fibras de colágeno, están dispuestas en forma paralela a la superficie de la piel.
La capa papilar fortalece a la piel, proporcionándole la estructura y la elasticidad. Es, de hecho, la ubicación primaria de las fibras elásticas dérmicas (elastina).
Las fibras elásticas son las que le dan a su piel la capacidad de volver a su forma original después de estirarse o deformarse.
Las fibras elásticas son capaces de extenderse hasta aproximadamente el doble de su longitud de reposo.
A diferencia de los haces de colágeno, las fibras de elastina son onduladas, así como ramificadas.
La elastina está notablemente ausente de los procesos de cicatrización, como cicatrices, queloides y dermatofibromas, lo que explica su falta de flexibilidad.
Sorprendentemente, hay poca pérdida en el número o función de las fibras elásticas como resultado del envejecimiento.
La pérdida de elasticidad de la piel con el envejecimiento es más probable el resultado de la pérdida significativa del grosor de la dermis, la pérdida de fibroblastos.
La senescencia celular (disminución de la actividad biosintética de los fibroblastos) y las modificaciones negativas de las macromoléculas en la matriz extracelular.
La matriz celular es el material que envuelve a todas las células en la capa reticular.
Los fibroblastos, son células del tejido conectivo que producen proteínas como el colágeno y la elastina, así como otras macromoléculas.
La capa reticular es compatible con los componentes de la piel, como glándulas sudoríparas, glándulas sebáceas y folículos pilosos.
Estructura de la dermis
A pesar de sus funciones limitadas, la dermis contiene la mayoría de las células y estructuras especializadas de la piel, incluidos los vasos sanguíneos, los vasos linfáticos y los folículos pilosos (incluidos los pequeños músculos pili arrector que hacen que su cabello se ponga de punta).
Las estructuras de más interés, son:
El colágeno
Es la proteína principal de la dermis y el 90% de las fibras dérmicas.
El colágeno proporciona resistencia a la tensión o fuerzas que puedan deformar a la piel. Las fibras de colágeno son de triple hélice reticulada de cadenas polipeptídicas.
Está continuamente sintetizado por fibroblastos y degradado por colagenasa. Los haces son paralelos a la superficie en la dermis reticular.
Los colágenos más abundantes en la dermis son el tipo 1 y el tipo 3. También se encuentran en las paredes de los vasos sanguíneos y se tiñen selectivamente con sales de plata.
El colágeno mantiene unida la dermis y la elastina, le da su capacidad para estirarse sin perder su forma.
Ambas se forman en las células fibroblásticas que se encuentran en la dermis, y la proteína en ambos sea similar.
El colágeno se encuentra en todo el cuerpo y principalmente está ubicado en los tejidos conectivos. El colágeno mantiene los músculos y los órganos en su lugar.
El colágeno es una proteína dura e insoluble. En la piel, el colágeno tiene la función de sostener la epidermis, lo que le proporciona la estabilidad.
A diferencia de la elastina, que no disminuye a medida que se envejece, los niveles de colágeno en la piel disminuyen, lo que contribuye a la aparición de envejecimiento de la piel.
Las fibras elásticas
Las fibras elásticas comprenden el 10% de las fibras en la dermis. Devuelven la piel deformada a su estado de reposo.
Están hechas de proteína de elastina amorfa y rodeada de microfibrillas. Las fibras son más finas en la dermis papilar y más gruesas en la dermis reticular.
La matriz extracelular o sustancia fundamental
Este es el medio donde se encuentran las fibras conjuntivas.
Es un gel viscoelástico amorfo hecho de polisacáridos aniónicos (glicosaminoglicanos): ácido hialurónico, dermatán sulfato y condroitín-6-sulfato. Es producida y degradada por fibroblastos y mastocitos.
Estas moléculas, tienen como función capturar el agua y controlar el flujo de solutos a nivel de la dermis.
Los Fibroblastos
Los Fibroblastos son los encargados de producir colágeno, elastina (sustancia fundamental), ácido hialurónico y fibronectina (una glicoproteína).
Son las células funcionales de la dermis, responsables de la formación y remodelación del tejido. Los fibroblastos son las células principales de la dermis.
Se encuentran en grandes cantidades y son esenciales para lograr firmeza, elasticidad y densidad en la piel. La destrucción de los fibroblastos se realiza automáticamente, en la medida que el organismo envejece.
Los vasos sanguíneos
Las arterias en el tejido subcutáneo envían ramas arborizantes a la dermis.
Los vasos sanguíneos están alineados por las células endoteliales, enfundados en el colágeno y rodeados de pericitos, dendríticas macrófagos y T- linfocitos.
El control hipotalámico produce su constricción y dilatación con calor, estrés emocional (sonrojo con vergüenza, enojo, escalofrío de miedo) y comidas picantes.
Los vasos linfáticos
Los vasos linfáticos se encuentran principalmente en el tejido conectivo laxo conformando una amplia red a lo largo de la dermis.
Los nervios
Es una red de fibras nerviosas sensoriales y autonómicas. Compuesta por distintas terminaciones nerviosas sensoriales para el tacto, que son las que provocan picazón, el calor, el frío, la presión y el dolor.
Las terminaciones nerviosas, si es necesario se contraen y relajan involuntariamente a los músculos para generar calor corporal.
Características de los músculos erector pili
Se originan cerca de la zona de la membrana basal y se unen al folículopiloso cerca de su base.
Los músculos erector pili, son músculos lisos.
Causan la erección de los pelos al exponerse al frío o al miedo denominada comúnmente piel de gallina.
Está mejor desarrollado en la aureola del pezón y en la túnica dartos del escroto.
Características de las células inmunitarias
En los tejidos conectivos de la dermis se encuentran los linfocitos, neutrófilos, monocitos (histiocitos y macrófagos activados) y mastocitos, dispuestos alrededor de los vasos sanguíneos o dispersos en la dermis.
Los cuales son capaces de activarse y eliminar diversos microorganismos, también pueden provocar la inflamación a través de la secreción de citocinas.
Pueden modificar el ambiente tisular de un área determinada con la destrucción inicialmente del tejido y después reemplazar el tejido destruido por tejido conectivo.
Las glándulas sudoríparas
Las glándulas sudoríparas, son pequeñas estructuras tubulares que producen sudor. Las glándulas sudoríparas se clasifican en:
Las glándulas ecrinas
Se encuentra en todo el cuerpo, pero su densidad varía de una región a otra.
El sudor que producen es «generalmente» claro e inodoro, y consiste principalmente de agua y sal.
En ocasiones, el sudor ecrino puede tener un olor muy fuerte, ya que puede captar olores de los alimentos que usted come (como el ajo) y cuando purga toxinas, como fiebre y sudores nocturnos.
Las glándulas ecrinas son la forma primaria de regulación de la temperatura.
Estas glándulas movilizan el agua a través de los poros hasta la superficie de la piel.
Las glándulas apocrinas
Las glándulas apocrinas son más grandes que las glándulas ecrinas y tienen un mecanismo de secreción diferente.
Se encuentran solo en las áreas pilosas del cuerpo, especialmente en las axilas y la región púbica.
Estas glándulas secretan una secreción inodora, oleosa y opaca que adquiere su olor característico al sudor de descomposición bacteriana.
En los humanos, parte de esa secreción lechosa que producen es una cornucopia de feromonas.
Además, al ser sensible a la adrenalina, en los humanos las glándulas sudoríparas apocrinas están involucradas en la sudoración emocional inducida por la ansiedad, el estrés, el miedo, la estimulación sexual y el dolor.
Ambas glándulas sudoríparas apocrinas y ecrinas secretan células musculares que luego se ubican entre las células de la glándula y el material extracelular subyacente.
Es la contracción de estas células musculares que comprimen la glándula y descargan las secreciones acumuladas.
Las actividades secretoras de las células de las glándulas y las contracciones de las células musculares mioepiteliales están controladas por el sistema nervioso autónomo y las hormonas circulantes.
Las glándulas sebáceas
Estas glándulas se encuentran en todas partes del cuerpo, a excepción de las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Estas glándulas secretan un aceite ceroso conocido como sebo (del latín «grasa») que protegen del crecimiento excesivo de microorganismos en la piel, como hongos y bacterias y ayudan a mantener la piel tersa y flexible.
Estas glándulas están ubicadas en la cara y en el cuero cabelludo.
El sebo está hecho de aceites triglicéridos, cera y escualeno (un líquido oleoso relacionado con el colesterol).
El sebo se produce en células especializadas en las glándulas sudoríparas y se libera cuando estas células estallan, un método de administración muy diferente del que se encuentra en las glándulas endocrinas y exocrinas que hemos examinado anteriormente.
La mayoría de los anatomistas los consideran un subconjunto de glándulas exocrinas, pero debido a su sistema único de administración, que implica la desintegración de la célula completa, las glándulas sebáceas a veces se consideran únicas y luego se las denomina glándulas holocrinas, del griego «entero».
El sebo mantiene flexible el cabello y la piel. El sebo es inodoro, pero su descomposición bacteriana puede producir olores.
El exceso de sebo es la razón por la cual algunas personas tienen cabello «graso». Los hombres secretan un poco más de sebo que las mujeres.
Es un aceite natural que trabaja para humectar la piel y el cabello y evitar que se sequen.
De hecho, el sebo es fundamental para el cabello y la piel sanos, que es una de las razones por las cuales los hombres tienden a arrugarse menos que las mujeres.
También es una de las razones por las cuales los hombres tienden a tener más vello corporal y acné.
Y hay otro problema para los hombres. El sebo tiende a venir cargado de dihidrotestosterona.
Para aquellos que son genéticamente sensibles a la dihidrotestosterona, eso se traduce en la pérdida del cabello.
Para aquellos que son sensibles, entonces, un paso clave en el manejo de la aparición de la pérdida de cabello es mantener bajos los niveles de sebo.
Las glándulas sebáceas son muy importantes por otro motivo: almacenan y secretan una forma de colesterol llamado 7-dehidrocolesterol o provitamina D3.
La producción de vitamina D en el cuerpo comienza cuando la luz ultravioleta del sol interactúa con la provitamina D3 que se ha liberado en la dermis y la epidermis.
La combinación de la luz solar y el calor del sol y el cuerpo causa un cambio estructural en la provitamina D3 que la convierte en vitamina D3.
El D3 producido en la piel es recogido por la rica red de vasos sanguíneos que penetra la dermis y se difunde en el torrente sanguíneo, donde se transporta al hígado.
El hígado luego lo convierte en 25-hidroxi-vitamina D3, que a su vez se convierte en sus riñones en 1,25-dihidroxi-vitamina D3 o calcitriol.
Y el calcitriol es la forma de vitamina D que el cuerpo realmente usa.
A medida que se envejece, la capacidad de las glándulas sebáceas para producir provitamina D3 y, por lo tanto, producir vitamina D, disminuye en más del 50%.
La circulación de la piel
La hipodermis se encuentra debajo de la dermis, y principalmente contiene tejido adiposo.
Las arterias que irrigan la piel están en lo profundo de la hipérmica. Las ramas de las arterias pasan hacia arriba para formar un plexo profundo y un superficial.
El plexo cutáneo profundo se encuentra en la unión dérmica e hipodérmica.
Suministra el tejido graso de la hipodermis y las partes más profundas de la dermis, incluidos los capilares de los folículos capilares, las glándulas sebáceas profundas y las glándulas sudoríparas.
El plexo subpapilar superficial se encuentra justo debajo de las papilas dérmicas y suministra los capilares a las papilas dérmicas.
El color rosado de la piel se debe principalmente a la sangre que se ve en las vénulas de este plexo. Existen muchas anastomosis arteriovenosas en la dermis, que pueden evitar que la sangre ingrese al plexo cutáneo superficial.
Esta estrategia se usa como respuesta al frío como una forma de conservar el calor. El peligro es que si la epidermis pierde su suministro de sangre por mucho tiempo, se produce la hipotermia y la muerte.
Alternativamente, cuando hace calor, se permite más sangre en el plexo superficial y la piel se enrojece.
La sangre en los capilares superficiales se enfría por la evaporación del sudor de la superficie de la piel.