Representa un síntoma, que puede definirse como las deposiciones frecuentes mas de tres veces al día, de consistencia sueltas o líquidas.
La diarrea ocurre cuando las heces se mueven tan rápido que los intestinos no tienen tiempo para absorber el agua necesaria para «fortalecer» las heces.
La forma aguda dura menos de 14 días, desaparece espontáneamente y por lo general no es grave, pero puede estar asociada con otros problemas de salud.
La diarrea en su forma crónica puede durar más de un mes. Puede ser causada por un trastorno inflamatorio intestinal como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
Los niños y bebés con diarrea deben ser examinados por un médico inmediatamente por su tendencia a la deshidratación.
Causas
Colitis ulcerosa
La colitis ulcerosa, es una afección que causa diarrea, dolor abdominal y deposiciones con sangre.
Estos síntomas ocurren porque el intestino grueso (colon) se ha inflamado y adquirido llagas, conocidas como «úlceras».
Los síntomas principales son: náuseas o vómitos, diarrea, fiebre, dolor abdominal general, dolor de espalda e incluso necrosis (muerte) de todo o parte de su colon.
Daño debido a un flujo sanguíneo deteriorado
La colitis isquémica, es un daño al colon que se produce cuando se reduce el flujo sanguíneo en una parte del intestino grueso, provocado por el estrechamiento o bloqueo de los vasos sanguíneos.
Los síntomas principales son: el dolor abdominal (dolor de estómago), las náuseas, la pérdida de apetito, la diarrea, y malestares generales.
La enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn es una inflamación crónica del sistema digestivo.
Es uno de un grupo de enfermedades llamadas enfermedades inflamatorias intestinales.
Esta enfermedad puede afectar cualquier parte del sistema digestivo, desde la boca hasta el ano y normalmente la inflamación causa mucho dolor abdominal, diarrea, la pérdida de peso y por consiguiente desnutrición.
Campylobacter, infección del intestino delgado
La infección con la bacteria Campylobacter es una de las principales causas de diarrea aguda en todo el mundo.
El riesgo de esta infección aumenta en pacientes que presentan VIH y SIDA.
Los síntomas principales son: fatiga, distensión estomacal, pérdida del apetito, calambres abdominales (calambres estomacales), fiebre, dolor abdominal general y diarrea severa.
Infección intestinal por Yersinia
La Yersinia enterocolitica es una enfermedad bacteriana transmitida por los alimentos.
Usualmente la enfermedad es provocada por la ingesta del cerdo crudo.
Los síntomas principales son: el dolor abdominal (dolor de estómago), diarrea, fiebre, vómitos.
Infección intestinal con parásito Ameba
Visitar o vivir en lugares con poca higiene puede provocar las infecciones parasitarias que pueden causar diarrea y dolor de estómago duraderos.
La ameba provoca síntomas como: náuseas, pérdida de apetito, diarrea, estreñimiento, escalofríos.
Infección por Shigella
La infección por Shigella es una infección bacteriana aguda causada por un grupo de bacterias llamadas shigella.
La infección afecta los intestinos y puede pasar a través del contacto directo con la bacteria en las heces.
Los síntomas principales son: diarrea, dolor abdominal general, fatiga, diarrea severa, pérdida del apetito.
Síndrome urémico hemolítico
El síndrome urémico hemolítico representa un trastorno que habitualmente ocurre cuando la contaminación del sistema digestivo provoca la aparición de sustancias tóxicas.
Estas sustancias destruyen los glóbulos rojos, y provocan un daño renal.
Los síntomas principales son: dolor abdominal (dolor de estómago), fatiga, náuseas, diarrea, calambres abdominales (calambres estomacales).
Infección por Escherichia coli
Existen muchas cepas de la bacteria E. coli.
Algunas cepas normalmente viven en los intestinos y no causan enfermedades.
La Escherichia coli enterhemorrágica, es una cepa de bacteria que se puede adquirir en todo el mundo al comer alimentos contaminados, especialmente carne de res molida cruda, productos crudos o carnes frías listas para el consumo.
Contraer este tipo de bacteria puede liberar toxinas y causar diarrea con sangre, fiebre, calambres abdominales y dolor severo en el abdomen.
Infecciones virales
Estas son probablemente las infecciones más comunes que causan heces con sangre y muchos virus son capaces de hacer esto, como Norovirus, Rotavirus y Adenovirus.
Infecciones parasitarias
Las infecciones con parásitos como Entamoeba histolytica y Giardia Lamblia (es muy común en excursionistas que beben agua con excremento) pueden causar diarrea sanguinolenta.
Cáncer de colon
El cáncer de colon puede causar diarrea (que puede ser sanguinolenta o no) y estreñimiento.
Otros síntomas asociados con el cáncer de colon incluyen un cambio en los hábitos intestinales, dolor de estómago, fatiga, pérdida de peso y anemia.
Salmonella
Las infecciones bacterianas debidas a Salmonella, estas condiciones infecciosas son más comúnmente la causa de la diarrea transitoria que afecta a los niños.
La digestión incompleta de alimentos
Algunas personas no pueden digerir la lactosa, afección conocida como la intolerancia a la lactosa, que es el azúcar que se encuentra en la leche.
Otros tienen dificultad para digerir y absorber alimentos grasos o con almidón, esta digestión incompleta provoca usualmente diarreas.
La enfermedad celiaca también reduce la capacidad del intestino de absorber los alimentos también provoca diarrea.
Medicamentos
Tomar ciertos medicamentos, como antibióticos, antiácidos (que contienen magnesio o laxantes), medicamentos para tratar la presión arterial y la artritis o aquellos como la radioterapia o la quimioterapia.
Trastornos hormonales
El hipotiroidismo puede causar cambios en el sistema digestivo: defecación frecuente o diarrea.
Los trastornos hormonales como diabetes también provocan diarrea.
El estreñimiento crónico
Cuando el intestino se encuentra bloqueado por las heces duras e impactadas, existe la posibilidad de que algunos líquidos logren filtrarse más allá del bloqueo.
Esta es una condición, denominada diarrea «espuria» o «desbordamiento», y es más común en los pacientes geriátricos.
La diarrea no siempre depende de algo que haya sido ingerido; un evento angustiante o una interrupción también pueden causarlo.
Síntomas
La característica principal de la diarrea es la materia fecal con una consistencia demasiado suave y líquida.
Pueden presentarse síntomas adicionales como los calambres abdominales y las náuseas. El paciente puede sentirse con el abdomen inflamado. Incluso podría tener fiebre con escalofríos.
Si la diarrea persiste durante varios días, es probable que se experimenten mareos o debilidad.
Esto proviene de la rápida pérdida de minerales, electrolitos, azúcar y agua que el cuerpo necesita para su funcionamiento.
En general, la diarrea no causa la pérdida de control intestinal, pero si es así, se debe consultar al médico.
El paciente puede presentar una disminución en la micción.
Esto se debe a que el cuerpo pierde agua en las heces en lugar de ser eliminadas por la orina.
En los casos en que la diarrea dure más de 72 horas, y el paciente presenta fiebre de 38,5 °C o más, si se observa la presencia de sangre o pus en las heces, si siente dolor abdominal o vómitos severos que impiden que el paciente pueda reemplazar los fluidos por vía oral, se debe buscar atención médica de inmediato.
Se debe buscar atención médica inmediata en los casos de que la diarrea está acompañada de otros síntomas como:
- La diarrea ha persistido por más de 24 horas.
- La diarrea que es de color rojo oscuro o negro.
- Presentar un dolor abdominal severo.
- Presentar signos de deshidratación como la boca seca, mareos, confusión, calambres musculares y sed excesiva.
- Tener fiebre (> 38,5 °C).
- Tener más de 65 años.
- Estar embarazada.
- Estar actualmente o haber terminado recientemente de tomar un tratamiento de antibióticos.
Diagnóstico
Generalmente, los médicos no requieren encontrar la causa de la diarrea aguda.
Pero si la diarrea dura más de cuatro días o si el paciente tiene otros síntomas, como fiebre o heces con sangre, entonces sí es necesario diagnosticar la causa.
El médico puede usar información de la historia clínica, de los antecedentes familiares, del examen físico o de las pruebas médicas para localizar la causa de la diarrea.
El médico deberá conocer los alimenticios y los medicamentos que está tomando el paciente, incluso aquellos que se venden sin receta médica.
En el examen físico el médico evaluará el estado de hidratación y examinará el abdomen del paciente.
Se pueden solicitar exámenes de sangre y orina para detectar la presencia de una posible infección.
El análisis de las heces puede tomar varios días, pero es importante que el médico sepa qué está causando su diarrea para que pueda recomendar el tratamiento adecuado.
En el caso de diarrea crónica, puede ser necesario la realización de procedimientos endoscópicos como:
- Una colonoscopia.
- Una sigmoidoscopia flexible.
- Una endoscopia gastrointestinal superior.
En estos exámenes se inserta un endoscopio para observar dentro del cuerpo para encontrar las causas de la diarrea.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas y restablecer los movimientos intestinales normales.
Es importante también prevenir la deshidratación que puede presentarse a causa de la pérdida de una cantidad anormal de líquidos durante una diarrea aguda, especialmente en pacientes pediátricos y geriátricos.
No es absolutamente necesario el uso de medicamentos para suspender las deposiciones.
Si es posible, los adultos deben esperar de 48 horas a 72 horas en espera de que la diarrea se detenga por sí misma.
Al permitirle «seguir su curso», el cuerpo puede deshacerse naturalmente de los organismos o toxinas que causan la diarrea.
Sin embargo se debe poner especial interés en los síntomas de deshidratación y si la diarrea persiste, por más de 72 horas, se debe consultar al médico.
Cuando la causa de la diarrea es de origen parasitario o bacterial, el médico puede recetar un antibiótico para eliminarla.
Se debe evitar el uso de medicamentos antidiarreicos como la loperamida o el salicilato de bismuto y difenoxilato.
Estos medicamentos pueden complicar las infecciones por Escherichia coli enterhemorrágica.
Algunos prebióticos pueden ayudar a prevenir o tratar algunas de las causas de la diarrea.
El tratamiento de la diarrea con sangre requiere abordar la causa subyacente.
Cuando las diarreas vienen acompañadas de sangre se deben evitar los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la aspirina, los anticoagulantes y los agentes antiplaquetarios.
Se debe suspender cualquier tratamiento con antibióticos.
Al igual que con cualquier diarrea, es importante mantenerse bien hidratado y bien nutrido.
Es igualmente importante reemplazar los electrolitos, especialmente el sodio y el potasio, y esto se puede hacer con bebidas deportivas comerciales, lingotes y fluidos que contienen sodio y potasio.
Tan pronto como aparezcan los primeros síntomas de diarrea, tome muchos líquidos «transparentes», al menos 2 tazas por hora.
Las soluciones de rehidratación oral de elección son aquellas cuya composición es más cercana al fluido intestinal, especialmente para niños y ancianos.
Se debe consultar un profesional de la salud antes de tratar a un niño o a algún paciente que además de la diarrea presente vómitos.
Se recomienda después de una crisis de diarrea, relajarse hasta que la diarrea desaparezca.
Se debe seguir una dieta libre de grasa y el consumo de alimentos que «retienen» las heces y retrasen el movimiento en el colon, como plátanos, arroz, compota de manzana y pan tostado.
Complicaciones
La deshidratación causada por la pérdida de agua durante las deposiciones frecuentes puede provocar complicaciones graves.
Por ejemplo, puede hacer que los medicamentos pasen por el organismo demasiado rápido y afecten su efectividad por falta de absorción.
La deshidratación puede provocar daños renales y también desequilibrios electrolíticos.
Las complicaciones secundarias a la diarrea pueden ocurrir rápidamente en los pacientes geriátricos o muy debilitados, así como también en los jóvenes que presenten una diarrea significativa.
Siempre consulte a un médico cuando un niño con diarrea no haya orinado durante 6 horas, ya que el niño podría estar gravemente deshidratado.
Los signos de deshidratación incluyen boca seca, aumento de la sed, disminución de la producción de orina, disminución de la sudoración, sensación de debilidad o de aturdimiento.
Otros síntomas pueden ser las náuseas, los calambres musculares y la temperatura corporal muy elevada.
Prevención
El paciente debe esforzarse por descubrir qué causó la diarrea, por lo que puede evitarla en el futuro.
Debido a que existen varios agentes infecciosos que causan diarrea se debe poner especial atención en lo siguiente:
- Evite tocar las manos de la persona que presenta la diarrea. Si necesita tocarlos, lávese las manos inmediatamente después de hacerlo.
- Lávese las manos antes de preparar las comidas y después de ir al baño, sobre todo si tiene diarrea, luego séquelas con una toalla desechable de papel, no con la toalla de baño de uso común en la familia.
- La comida contiene muchos de los agentes infecciosos que causan diarrea. Se debe abstener de comer carne cruda o mariscos crudos. Además, tener mucho cuidado con los alimentos que están vencidos y los que se han dejado al aire libre.