Es una afección de la glándula tiroides, en la que se altera el trabajo del órgano, a pesar de que el nivel de hormonas tiroideas y estimulantes de la tiroides es normal.
Este término generalmente lo utilizan los médicos para caracterizar los resultados de los análisis obtenidos.
Pero, a pesar del hecho de que el eutiroidismo clínico es una condición fisiológica, las enfermedades graves como el bocio endémico o la tiroiditis autoinmune pueden comenzar a desarrollarse en su origen.
Estas patologías tienen un cuadro clínico vívido, la glándula tiroides aumenta de tamaño (el grado de aumento depende directamente de la gravedad de la enfermedad).
Nos podemos dar cuenta del eutiroidismo, ya que como en el hipertiroidismo e hipotiroidismo, el paciente nota un cambio difuso de la glándula, así como la formación de ganglios específicos (bocio nodular).
Si varias formaciones patológicas de este tipo se forman simultáneamente, entonces en este caso estamos hablando de un bocio multinodular de eutiroidismo.
Etiología
Las causas de la progresión del eutiroidismo son bastante diversas.
El problema es que los órganos del sistema endocrino son muy sensibles a diversos factores endógenos y exógenos.
Especialmente vulnerable es la glándula tiroides.
El eutiroidismo es referido por muchos clínicos como una condición límite.
La proporción de hormonas tiroideas puede cambiar en cualquier momento; el nivel puede disminuir y aumentar, lo que da como resultado la progresión de patologías (por ejemplo: la tiroiditis autoinmune).
Causas del eutiroidismo:
- Inadecuada concentración de yodo en el cuerpo: esta causa es la principal en la progresión de las patologías tiroideas como la tiroiditis autoinmune, hipertiroidismo, hipotiroidismo, bocio endémico y otros.
- Ambiente adverso.
- Herencia.
- Patologías tiroideas: que se acompañan de inflamación severa (en cuyo caso los síntomas de la enfermedad serán muy pronunciados).
- Aumento de estrés físico y psicológico.
- Tomar medicamentos que deprimen el funcionamiento de la glándula tiroides.
- Introducirse en el cuerpo algunas sustancias activas: arsénico, estroncio, cobalto y otros.
Factores de riesgo
El eutiroidismo es más común en personas con las siguientes condiciones:
- Septicemia.
- Cetoacidosis diabética.
- Lesiones térmicas.
- Falla renal crónica.
- Cáncer.
- Deficiencia de proteína.
- Anorexia nerviosa.
- Insuficiencia cardíaca.
- Neumonía.
- Cirrosis.
Los recién nacidos en unidades de cuidados intensivos también corren el riesgo de verse afectados por la afección.
Síntomas
Los síntomas de eutiroidismo están directamente relacionados con las manifestaciones de la dolencia subyacente.
El primer síntoma que surge en una persona es el nerviosismo. Además, la fatiga se asocia con un aumento de la fatiga.
Más tarde, estos síntomas pueden aparecer:
- Incomodidad en el área del cuello.
- Sensación de un nudo en la garganta.
- Sensación de debilidad.
- Dolor de cabeza.
- Somnolencia.
- Aumento en el tamaño de la glándula tiroides: este síntoma puede indicar no solo eutiroidismo, sino también en patologías más graves de la glándula.
- Rápido aumento de peso: mientras continúa con su dieta habitual.
- Cambio en la voz: este síntoma aparece en el contexto de un aumento en el tamaño de la glándula tiroides.
- Tos seca.
Por otra parte, cabe destacar la forma más común de eutiroidismo: el bocio nodal.
Esta condición se caracteriza por la aparición en la glándula de excrecencias patológicas. Los médicos distinguen 4 variedades de bocio nodular:
- Bocio endémico: que progresa debido a la concentración insuficiente de yodo en el cuerpo.
- Bocio nodular: que se caracteriza por la unión de nódulos.
- Bocio con un solo nodo.
- Un bocio con numerosos nódulos.
Etapas
- 1era etapa: en esta etapa de desarrollo, la glándula tiroides no está agrandada y no se puede palpar.
- 2da etapa: el nodo puede palparse.
- 3era etapa: la forma de la glándula se puede ver al tragar.
- 4ta etapa: el bocio se expande a un área significativa del cuello.
- Última etapa: la glándula se agranda tanto que comienza a presionar sobre los tejidos y órganos circundantes.
Diagnóstico
Cuando se sospecha de bocio o la glándula tiroides está visiblemente agrandada, se indica una evaluación diagnóstica básica que consiste en las siguientes pruebas:
- Realización de una historia específica y examen físico: con atención a la causa del bocio, función tiroidea potencialmente anormal y cualquier síntoma o signo de compresión mecánica.
- Ecografía tiroidea: para confirmar la dilatación, para distinguir el bocio difuso de uno multinodular y para revelar posibles otras causas de bocio.
- Medición de la hormona estimulante de la tiroides (TSH): para la evaluación de la función tiroidea.
Además de la toma de antecedentes y el examen físico, los exámenes que pueden ayudar a responder si alguien padece esta enfermedad incluyen pruebas de laboratorio, estudios funcionales (gammagrafía), estudios de imágenes (ultrasonografía y, en casos especiales, tomografía computarizada sin medio de contraste o tomografía de resonancia magnética) y biopsia por aguja.
Tratamiento
El tratamiento del eutiroidismo puede llevarse a cabo solo después de que el médico realiza la ecografía de la glándula tiroides y también envía al paciente al análisis de sangre.
Dependiendo de los resultados, el eutiroidismo puede no requerir un tratamiento específico.
Estos son los casos en que la glándula no está agrandada y el fondo hormonal es estable.
Se recomienda visitar al endocrinólogo regularmente.
Si un paciente está preocupado por ciertos síntomas descritos anteriormente, entonces el médico recurre a un tratamiento, cuyo principal objetivo es restaurar el funcionamiento de la glándula y también normalizar su tamaño.
El tratamiento se hace con:
- Levotiroxina.
- Preparaciones cuyo principio activo es el yodo.
Pronóstico
El pronóstico para el eutiroidismo es bueno. La condición es generalmente reversible y tratable.
Las anomalías se normalizan una vez que se trata la afección subyacente.