Gastritis Aguda: ¿Qué es? Diferencias, Causas, Factores de Riesgo, Síntomas, Diagnóstico, Tratamiento y Prevención

Es una inflamación o irritación del revestimiento del estómago que provoca síntomas que incluyen dolor, náuseas, vómitos y sensaciones inapropiadas de saciedad.

Puede darse por el crecimiento de la bacteria Helicobacter pylori (H. pylori), así como por la ingesta habitual de alcohol o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como analgésicos y aspirina.

Existen varios tratamientos y estrategias de manejo. La mayoría de los casos de gastritis aguda tienen un tiempo de recuperación corto.

Diferencias

Gastritis aguda vs. crónica

La gastritis aguda es similar a la gastritis crónica, pero ocurre más repentinamente.

Los síntomas y el dolor causados por la gastritis aguda se presentan rápidamente, pero generalmente son breves, mientras que la gastritis crónica causa un dolor más fuerte y duradero.

La gastritis aguda mejora con tratamiento, pero la gastritis crónica se puede relacionar con afecciones más graves, como úlceras pépticas, enfermedad de Crohn o cáncer de estómago.

Gastritis aguda vs. gastroenteritis

Tanto la gastritis aguda como la crónica afectan directamente al estómago y causan náuseas y vómitos. La gastroenteritis afecta tanto el estómago como los intestinos y también puede causar diarrea.

Causas

Cuando se daña la capa protectora del estómago, los ácidos gástricos pueden irritar el revestimiento del estómago.

Dicha capa a menudo se daña por el uso repetido de medicamentos como la aspirina y el consumo excesivo de alcohol.

La bacteria que causa úlceras pépticas, también puede causar gastritis aguda, aunque muchas personas tienen dicha bacteria en el estómago sin experimentar síntomas de gastritis.

Otras causas pueden relacionarse con lesiones traumáticas en el estómago, quemaduras o cirugía mayor.

Aunque menos común, la gastritis aguda también puede ser causada por problemas digestivos como la enfermedad de Crohn, infecciones virales, insuficiencia renal o reflujo biliar.

Sin embargo, la gastritis causada por enfermedades autoinmunes, como la enfermedad de Crohn, tiende a ser crónica (de larga duración), en lugar de aguda.

Factores de riesgo

Una variedad de factores de estilo de vida y de salud aumenta el riesgo de desarrollar gastritis aguda.

Los problemas de salud subyacentes incluyen una vulnerabilidad particular a la infección por H. pylori, posiblemente relacionada con factores genéticos.

Por otro lado, tener 60 años de edad o más aumenta el riesgo de padecer la enfermedad, ya que las personas mayores tienen un revestimiento del estómago más delgado.

Las personas con anemia perniciosa, deficiencia de vitamina B12, VIH / SIDA o infecciones parasitarias también corren el riesgo de desarrollar gastritis aguda.

El uso habitual de analgésicos como aspirina, ibuprofeno y naproxeno puede cambiar la composición del revestimiento del estómago, dejándolo menos protegido y causando gastritis aguda.

El consumo excesivo de alcohol es un factor de riesgo común, así como fumar o comer alimentos picantes.

Los niños tienen menos probabilidades que los adultos de desarrollar gastritis aguda.

Otros factores que aumentan el riesgo de desarrollar gastritis aguda son:

  • Obesidad.
  • Estrés.
  • Sometimiento a terapia de cortisona.
  • El embarazo.

Síntomas

Los síntomas de la gastritis aguda pueden incluir:

  • Náuseas recurrentes.
  • Vómitos.
  • Dolor abdominal.
  • Sensación de ardor en el estómago.
  • Heces con sangre relacionada con el sangrado gastrointestinal superior.
  • Malestar en la parte superior del estómago o el abdomen.
  • Sensación de estar lleno demasiado rápido después de comer.
  • Vomito con sangre.
  • La gastritis aguda puede ocurrir con o sin hemorragia.

Si bien muchos casos de gastritis aguda se pueden tratar de manera efectiva en el hogar, es necesario recurrir al médico, especialmente con la aparición de sangre en el vómito o las heces.

Diagnóstico

Es necesario que un médico evalué el estilo de vida del paciente, incluido el uso de medicamentos no esteroideos y los antiácidos, así como el consumo de alcohol y realizar un examen físico del abdomen.

Dependiendo de estos factores, se pueden usar varias pruebas para el diagnóstico:

  • Examen de sangre para la anemia.
  • Prueba de heces para la presencia de sangre.
  • Pruebas para H. pylori que pueden incluir análisis de sangre, heces o aliento.

Así como exámenes de mayor profundidad como los siguientes:

EGD (esofagogastroduodenoscopia) o gastroscopia: una inspección visual del revestimiento del estómago, realizada al pasar un endoscopio, por la garganta y hacia el esófago, el estómago y el intestino superior.

El médico puede examinar el revestimiento del estómago en busca de signos de inflamación y tomar una pequeña muestra de tejido (biopsia) para realizar más pruebas.

La biopsia es un método adicional para detectar H. pylori. Es más probable que se use una EGD si los resultados de otras pruebas son inusuales, o si los síntomas son extremos y existe pérdida de peso.

Serie gastrointestinal superior: también llamada deglución de bario, esta prueba crea una serie de radiografías del tracto gastrointestinal.

Consiste en ingerir un líquido que contiene bario, recubre el interior del estómago, el esófago y el intestino delgado para que los órganos, así como una úlcera u otra anomalía, sean más visibles mediante rayos X.

Tratamiento de la gastritis aguda

El tratamiento de la gastritis aguda varía según la causa de la irritación.

Un médico diseñará un tratamiento teniendo en cuanto a factores como la edad del paciente, la salud general, la gravedad de los síntomas y la causa de la inflamación.

La mayoría de los casos de gastritis aguda se resuelven en unos pocos días o semanas, por lo general a través del ajuste de la dieta y la eliminación de sustancias irritantes.

Sin embargo, también se pueden usar tanto medicamentos de venta libre como medicamentos recetados.

Dieta para la gastritis aguda y remedios caseros

Las personas con gastritis aguda deben evitar los analgésicos irritantes y los medicamentos antiinflamatorios. A los pacientes que beben alcohol o fuman se les recomendará que se detengan.

Después de la recuperación es posible que puedan reanudar el consumo de pequeñas cantidades de alcohol.

También es aconsejable dejar de comer cosas que irritan el estómago, como alimentos grasos, picantes o ácidos. Algunas personas reducen los alimentos que contienen lactosa o gluten.

Otros cambios en el estilo de vida que pueden ayudar incluyen: ingerir menores cantidades de comida y más frecuentes en lugar de cantidades grandes, reducir el peso y controlar el estrés.

Algunas investigaciones sugieren que los suplementos a base de hierbas como el clavo de olor, el olmo resbaladizo, el regaliz, el índigo silvestre y la mirra pueden mejorar la salud digestiva.

La mayoría de los casos gastritis aguda responderán a estos tratamientos dentro de unos días, sin necesidad de una medicación mayor.

Medicamentos para la gastritis aguda

Los pacientes pueden usar antiácidos de venta libre para neutralizar el ácido y reducir el dolor. Sin embargo, los efectos secundarios pueden incluir estreñimiento y diarrea.

Los medicamentos recetados que pueden tratar la gastritis aguda incluyen bloqueadores de histamina, como cimetidina, así como inhibidores de la bomba de protones como omeprazol y esomeprazol.

Si la infección por H. pylori es la causa de la gastritis aguda, se pueden administrar antibióticos como amoxicilina, claritromicina y tetraciclina junto con los medicamentos anteriores.

Sin embargo, estos no son apropiados para niños menores de 12 años.

Si una persona se ve afectada por anemia o deficiencia de vitamina B12, las inyecciones de dicha vitamina pueden ser una solución.

Prevención

Aunque la gastritis se debe diferentes causas, algunos estrategias pueden ayudar a prevenirla como lo son:

  • Evitar fumar.
  • Beber moderadamente y dentro de las pautas recomendadas.
  • Limitar el consumo de alimentos irritantes.
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