Es un tipo serio de cáncer de piel. Se inicia en las células que producen melanina (los melanocitos), que es el pigmento responsable del color de la piel.
El melanoma puede aparecer en los ojos y también puede desarrollarse en los órganos internos, como los intestinos, sin embargo, esto sucede raramente.
El melanoma generalmente aparece como:
- Una mancha marrón, negra o roja irregular.
- Un lunar que comienza a cambiar de color, tamaño o forma.
El melanoma aparece con mayor frecuencia en el área del tronco en hombres de piel clara y en la parte inferior de las piernas en mujeres de piel clara.
En los individuos que tienen la piel oscura, el melanoma se presenta frecuentemente en las palmas de las manos, las plantas de los pies y la piel debajo de las uñas.
Cuando se diagnostica temprano, el melanoma suele ser curable.
Causas
La causa exacta no está clara, pero los científicos creen que cuando algo sale mal con los melanocitos, que son las células que producen melanina y le dan color a la piel, se produce el cáncer.
Las células normales de la piel siempre se desarrollan de forma ordenada y controlada, y las células más viejas se empujan hacia la superficie de la piel cuando se forman nuevas células.
Las células viejas mueren y se desprenden gradualmente.
En el melanoma, hay algo de deterioro en el ADN de las células que conduce a un crecimiento incontrolable y división de nuevas células que da como resultado la formación de una masa o tumor de células cancerosas.
Factores de riesgo del melanoma
- Las personas con piel clara tienen menos melanina en la piel, lo que significa que reciben menos protección de los rayos UV. Por lo tanto, las personas con ojos de color claro, cabello rubio o rojo, y que se queman fácilmente con el sol tienen un mayor riesgo de desarrollar melanoma en comparación con las personas con tez más oscura.
- Las personas con exposición excesiva a la radiación UV tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel, incluido el melanoma.
- Tener un historial previo de quemaduras solares aumenta el riesgo de melanoma.
- Las personas que viven cerca del ecuador o a mayor altura corren un mayor riesgo de desarrollar melanoma.
- Las personas que tienen muchos lunares (más de 50) corren un mayor riesgo de tener melanoma. Si el lunar no es como un lunar ordinario y tiene una apariencia inusual, como los nevos displásicos, que son más grandes que los lunares normales con una combinación de colores y bordes irregulares, son más propensos a tener melanoma.
- Las personas que tienen sistemas inmunes débiles corren un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Tener antecedentes familiares de melanoma aumenta el riesgo de desarrollarlo. Algunos factores de riesgo están fuera de tu control, como la complexión o el historial familiar. Sin embargo, algunos factores de riesgo, como la exposición al sol, son factores que puede controlar.
La piel oscura o marrón oscura no es una garantía contra el melanoma.
Los afroamericanos, los latinos y los asiáticos tienen un riesgo menor de contraer los tipos de melanoma más comunes relacionados con el sol.
Signos y síntomas del melanoma
Como la mayoría de los cánceres, el mejor tratamiento para el melanoma es cuando se diagnostica temprano.
El reconocimiento de los signos de advertencia del melanoma puede ayudarlo a saber cuándo buscar tratamiento.
Debido a que los síntomas del melanoma pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas médicos, es importante consultar a su médico de inmediato para su evaluación.
Cada individuo puede experimentar diferentes hallazgos o síntomas cutáneos.
Los signos y síntomas pueden incluir:
- Cambio en el tamaño, forma, color o elevación de un lunar.
- Exudación o sangrado de un lunar.
- Un lunar que se ve diferente a los otros lunares o se siente con picazón, duro, lleno de baches, hinchado o sensible al tacto.
El melanoma puede diseminarse a otras partes del cuerpo a través del sistema linfático o a través del torrente sanguíneo. Los tumores de melanoma a menudo son de color marrón o negro. Sin embargo, también pueden ser de color carne, azulados o rosa.
El melanoma también puede aparecer en el cuerpo como una «nueva» lesión pigmentada, que no surge en un lunar preexistente.
La mayoría de los melanomas comienza en la piel y se llama melanoma cutáneo.
En raras ocasiones, los melanomas se pueden formar en partes del cuerpo que no están cubiertas por la piel, como los ojos, la boca, la región genital y el cerebro.
Para encontrar el melanoma temprano, cuando es más tratable, es importante examinar la piel con regularidad.
Familiarizarse con los lunares y otras lesiones cutáneas, para que pueda identificar cualquier cambio.
Sin embargo, la gran mayoría de los melanomas no provienen de un lunar preexistente (tipos comunes, congénitos o displásicos). Por lo tanto, no recomendamos la eliminación masiva de lunares estables de apariencia benigna.
La tabla del ABCDE que presenta los signos de cáncer de piel sirve para reconocer los cambios en los lunares.
Los signos de advertencia de ABCDE son:
- A: Asimetría. Cuando la mitad del lunar no coincide con la otra mitad.
- B: Borde. Cuando el borde (bordes) del lunar es irregular o irregular.
- C: Color. Cuando el color de la mole varía (múltiples tonos de marrón, negro, blanco, rojo o azul).
- D: Diámetro. Si el diámetro del topo es más grande que un borrador de lápiz (generalmente 5 a 6 mm de diámetro).
- E: Evolución. Un lunar o lesión cutánea que se ve diferente al resto o cambia de tamaño, forma o color.
Los melanomas varían mucho en apariencia.
Es posible que los melanomas puedan manifestar todas las características, mientras que otros pueden solo revelar pocas o ninguna de estos signos de advertencia.
El signo del «patito feo» también puede ser una forma útil de detectar el melanoma en una etapa más temprana.
Esto implica simplemente mirar la piel en busca de una lesión que no concuerda con el resto.
Tipos
Existen varios tipos de melanoma y el tratamiento y las perspectivas para cada uno son diferentes:
- Melanoma cutáneo.
- Melanoma de la mucosa.
- Melanoma ocular.
Diagnóstico del melanoma
Para diagnosticar el melanoma, se realiza una inspección cuidadosa de la piel y una biopsia de lesiones cutáneas sospechosas.
La mayoría de las veces, la lesión está pigmentada (color canela, marrón, negro o azulada) pero a veces puede ser «amelanótica» (de color carne, rosada o roja en la coloración).
El examen físico incluye una evaluación dermoscópica, el uso de un dispositivo de aumento para observar de cerca los lunares. Se examina la lesión de interés, así como los lunares y la piel en el resto del cuerpo.
Es importante analizar específicamente el tamaño, la forma, el color, la textura y la presencia de hemorragias o escamas.
También se debe investigar sobre:
- El historial médico completo, incluida la historia familiar.
- El tiempo, los cambios, sangramiento, dolor, picazón de las lesiones o lunares.
- Si se sospecha de un melanoma, lo más probable es que el médico solicite una biopsia para confirmar el diagnóstico.
Las pruebas más utilizadas para el diagnóstico de un melanoma son:
Examen de piel para el melanoma
El dermatólogo revisa la piel en busca de lunares u otras lesiones pigmentadas que se vean anormales en color, tamaño, forma o textura.
Biopsia
Se realiza un procedimiento de biopsia con anestesia local para eliminar la mayor cantidad posible de lunar o lesión sospechosa.
Luego, el patólogo observa el tejido bajo un microscopio para verificar si hay células cancerosas.
Debido a que el melanoma puede ser difícil de diagnosticar, es importante que un dermatopatólogo, realice la evaluación.
Los tipos de biopsias que se usan para diagnosticar el melanoma incluyen:
- Biopsia de piel: consiste en extraer una muestra de piel para examinarla bajo un microscopio.
- Biopsia excisional: también llamada extirpación local amplia, una biopsia excisional implica la extirpación quirúrgica de un tumor y algo de tejido normal a su alrededor. La cantidad de tejido normal que se toma (también llamado margen clínico) depende del grosor del tumor.
- Biopsia por punción: implica tomar una muestra más profunda de la piel con un instrumento de biopsia que extrae un cilindro corto de tejido.
- Biopsia por raspado: este tipo de biopsia implica tomar una muestra de las capas superiores de la piel. Las biopsias de afeitado también se realizan con anestesia local.
- Biopsia por aspiración con aguja fina: Implica la extracción de tejido, líquido o piezas muy pequeñas de un tumor con una aguja fina.
Adicionalmente el médico puede solicitar estudios avanzados como parte de su diagnóstico como:
Genotipado: gran parte de la terapia actual contra el cáncer está dirigida hacia las mutaciones genéticas específicas en células cancerosas y vías de señalización. Esto requiere la identificación rápida y precisa de las anomalías genéticas que pueden predecir la respuesta del paciente a un medicamento específico.
Esta es una prueba clínica altamente sensible para identificar varios de los cambios genéticos más comunes que causan el melanoma.
Hibridación Fluorescente In Situ: este diagnóstico detecta mutaciones genéticas con el fin de ayudar en el diagnóstico del melanoma y diferenciar los tumores benignos de los malignos.
Un ensayo de hibridación fluorescente in situ de cuatro sondas puede mejorar la clasificación temprana de melanomas y se ha demostrado que ayuda al diagnóstico de casos de melanoma que son difíciles de diagnosticar.
Estadificación del melanoma
También se pueden realizar exámenes para determinar si las células cancerosas del melanoma se han diseminado a otras partes del cuerpo.
Esto se denomina estadificación, y es necesario para determinar el mejor plan de tratamiento y su administración.
Las etapas del melanoma son:
- Etapa O.
- Etapa I (1).
- Etapa II (2).
- Etapa III (3).
- Etapa IV (4).
Tratamiento
El tratamiento del melanoma a menudo incluye estos cinco tipos de opciones de tratamiento estándar:
- La cirugía se realiza para eliminar los melanomas en etapa inicial donde se extirpa el melanoma junto con un margen de piel que circunda la lesión, la capa de tejido subyacente.
- Si el melanoma es muy delgado, puede eliminarse por completo durante la biopsia y no requiere tratamiento adicional.
Cuando los melanomas se encuentran en etapa avanzada el tratamiento consiste en:
- Cirugía: se realiza para eliminar los ganglios linfáticos que se han visto afectados por el melanoma.
- Quimioterapia: se usan drogas o productos químicos para eliminar las células cancerosas. Puede administrarse en forma de píldora o por vía intravenosa.
- La radioterapia: implica el uso de haces de energía de alta potencia que se dirigen a puntos específicos del cuerpo para destruir las células cancerosas. Un efecto secundario común de la radioterapia es la fatiga; sin embargo, los niveles de energía a menudo vuelven después de que se completa el tratamiento.
- La terapia biológica: está dirigida a aumentar el sistema inmune, lo que ayuda al cuerpo a combatir el cáncer. El tratamiento biológico incluye interleucina-2 e interferón. El Ipilimumab (Yervoy) se utiliza generalmente para tratar aquellos melanomas avanzados que ya han hecho metástasis.
- La terapia dirigida: implica el uso de medicamentos que se dirigen a anormalidades específicas de las células cancerosas. El emurafenib (Zelboraf) se usa para tratar el melanoma avanzado que no responde a la cirugía.
Prevención de los melanomas
Pueden tomarse medidas para reducir su riesgo de desarrollar melanoma.
Protegiéndose del sol y realizando chequeos regulares en la piel.
Si se nota algo inusual en los lunares o cualquier otro cambio en la piel, se debe consultar al médico para obtener un diagnóstico adecuado.
Algunos factores de riesgo para el melanoma están fuera de control. Sin embargo, algunos factores de riesgo pueden reducirse.
Se debe tener en cuenta las siguientes recomendaciones para ayudar a reducir su riesgo de cáncer de piel:
- La ropa: usar ropa protectora, incluyendo una camisa de manga larga, pantalones, un sombrero de ala ancha y gafas de sol, cuando sea posible.
- La luz del sol: buscar la sombra cuando sea necesario, especialmente cuando los rayos del sol son más intensos, de 10 a.m. a 4 p.m.
- Protector solar: usar regularmente un protector solar de amplio espectro con un SPF (factor de protección solar) de 30 o más en toda la piel expuesta, incluso en días nublados. Volver a aplicar protector solar cada 2 horas y después de nadar o sudar.
- Niños: proteger a los niños del sol usando sombra, ropa protectora y protector solar.
- Precaución cerca del agua, la nieve y la arena: tener especial precaución cuando se está cerca del agua, la nieve y la arena, ya que estos elementos pueden reflejar los rayos del sol y aumentar las posibilidades de quemaduras solares.
- Evitar las camas de bronceado: la luz ultravioleta (UV) de las camas de bronceado causa cáncer de piel, incluido melanoma y fotoenvejecimiento acelerado, arrugas y flacidez de la piel.
- Autoevaluaciones anuales: revisar la piel anualmente, utilizar la fecha de cumpleaños como recordatorio. Mirar la piel con cuidado y si se observa alguna lesión que cambia, crece o sangra en la piel, consulte al médico.
- La vitamina D: consumir vitamina D a partir de la adopción de una dieta saludable con suplementos vitamínicos.