Se refiere a la presencia de cálculos cristalinos dentro del sistema urinario.
Tales cálculos renales se componen de cantidades variables de cristaloides y matriz orgánica. Los cálculos ureterales casi siempre se originan en el riñón pero luego pasan al uréter.
Los cálculos renales son depósitos pequeños que se acumulan en los riñones, formados por calcio, fosfato y otros componentes de los alimentos. Son una causa común de sangre en la orina.
Estadísticas sobre la nefrolitiasis
Los cálculos renales son comunes. Alrededor del 5% de las mujeres y el 10% de los hombres tendrán al menos un episodio a los 70 años.
Los cálculos renales afectan a aproximadamente 2 de cada 1,000 personas. La recurrencia es frecuente y el riesgo de recurrencia es mayor si se presentan dos o más episodios de cálculos renales. Los cálculos renales son comunes en bebés prematuros.
Factores de riesgo
Algunos tipos de piedras tienden a darse en familias. Algunos tipos pueden estar asociados con otras afecciones, como la enfermedad intestinal, el bypass ileal por obesidad o los defectos de los túbulos renales.
Una historia personal o familiar de piedras se asocia con un mayor riesgo de formación de cálculos. Otros factores de riesgo incluyen la acidosis tubular renal y la nefrocalcinosis resultante.
Predominio
- El 17% de toda la población tendrá cálculos renales en su vida.
- Si afecta tanto a hombres como a mujeres. El 12% de los hombres y el 5% de las mujeres es probable que experimenten cálculos renales en el transcurso de sus vidas.
- La aparición promedio de cálculos renales es mayor de 30 años.
- Las personas que han tenido cálculos renales anteriormente corren un mayor riesgo de tener un segundo episodio de cálculos renales.
Progresión
La formación de cálculos renales puede producirse cuando la orina se concentra excesivamente con ciertas sustancias. Estas sustancias en la orina pueden ser complejas para formar pequeños cristales y, posteriormente, cálculos.
Las piedras pueden no producir síntomas hasta que comiencen a moverse hacia abajo del uréter, causando dolor . El dolor es severo y a menudo comienza en la región del flanco y desciende hasta la ingle. El tamaño de la piedra renal dictará la historia natural de esta condición.
Si el cálculo tiene menos de 5 mm de diámetro, lo más probable es que pase a una micción futura. Si la piedra mide más de 5 mm, es posible que se requieran procedimientos urológicos para extraer la piedra.
Se requerirá intervención quirúrgica en cualquier paciente cuyo tracto urinario esté completamente obstruido. Esta situación representa una emergencia quirúrgica.
Síntomas
Los síntomas de la enfermedad de cálculos renales pueden incluir:
- Dolor: flanco unilateral o bilateral o dolor de espalda. Es normalmento severa y con cólicos (espasmos), irradiando a la pelvis, la ingle y/o los genitales.
- Náuseas.
- Vomito.
- Sangre en la orina.
- Dolor abdominal.
- Disuria.
- Nocturia.
- Vacilación urinaria.
- Fiebre.
- Escalofríos.
- Olor anormal en la orina.
Diagnóstico
Se necesitarán varios análisis de sangre y orina para detectar la presencia de infección y evaluar la función de los riñones. Las pruebas urinarias también pueden permitir identificar el tipo de cálculo, lo que permite una mayor orientación de la terapia.
Cuando se sospechan cálculos urinarios, también se requiere una radiografía del abdomen para detectar los cálculos o cualquier otro problema que cause un conjunto similar de síntomas.
Pronóstico
Los cálculos renales son dolorosos, pero generalmente se excretan sin causar daño permanente. Tienden a recurrir, especialmente si la causa subyacente no se encuentra y no se trata.
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento incluyen el alivio de los síntomas y la prevención de otros síntomas. El tratamiento varía según el tipo de cálculo y la gravedad de los síntomas y/o complicaciones. Es posible que se requiera hospitalización si los síntomas son severos.
Las piedras generalmente se pasan por la orina, con el tiempo suficiente para pasar por el sistema. La orina debe filtrarse en el momento del paso y la piedra debe guardarse para analizar el tipo de piedra. Los líquidos deben ser adecuados para producir una gran cantidad de orina.
Se recomienda agua, al menos de 6 a 8 vasos por día. Si la ingesta oral es inadecuada, se pueden requerir líquidos intravenosos.
Los analgésicos pueden ser necesarios para controlar el cólico renal (dolor asociado con el paso de cálculos). El dolor intenso puede requerir fuertes analgésicos como la morfina o la petidina.
Dependiendo del tipo de piedra, se pueden administrar medicamentos para reducir la formación de cálculos y/o disolver el material que forma la piedra. Estos pueden incluir medicamentos como diuréticos, soluciones de fosfato, alopurinol, antibióticos y medicamentos que hacen que la orina sea alcalina, como el bicarbonato de sodio o el citrato de sodio.
Si la piedra no pasa sola, puede ser necesaria la extracción quirúrgica de la piedra.
La litotricia puede ser una alternativa a la cirugía. En este procedimiento, las ondas de sonido ultrasónicas o las ondas de choque se utilizan para romper piedras y expulsarlas por la orina o extraerlas con un endoscopio que se inserta en el riñón durante la cirugía.
Con la resolución de la condición, se le puede pedir al paciente que evite ciertos tipos de alimentos que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cálculos renales.