Nódulos de Schmorl: ¿Qué Son? Síntomas, Efectos, Causas y Tratamiento

Son una protrusión que crece hacia adentro del tejido blando de un disco espinal en el tejido óseo de las vértebras adyacentes.

También son conocidos como hernias de Schmorl o hernias discales y son comunes especialmente en pacientes que previamente hayan sufrido de una degeneración menor de la columna vertebral.

Síntomas

Por lo general no causan síntomas, pero reflejan que el desgaste de la columna se lleva producido mediante el pasar del tiempo.

Cuando la mayoría de las hernias se asocian con bultos, protuberancias y extrusiones típicas que pueden ejercer presión sobre los nervios y ocasionar dolor de espalda y ciática, este tipo de hernia atraviesa la placa que cubre el disco y se va  directamente al hueso.

A finales de la década de 1920 fueron descubiertos por el patólogo Schmorl el cual los describió y estudió  para determinar su origen.

Lugar de crecimiento

Se encuentran típicamente en la columna torácica o lumbar justamente en la parte media o baja de la espalda y con frecuencia no es un hallazgo importante, ya que son bastante comunes.

¿Son dolorosos?

No todos son dolorosos. Pero al igual que la parte exterior del disco, la falla estructural puede provocar que la parte interna del disco se introduzca en la parte exterior o a través de ella, lo que se conoce comúnmente como una hernia discal.

En definitiva, no todas las hernias de disco son dolorosas porque no todas  pueden ejercer presión sobre un nervio o sobre otra estructura sensible, pero el daño se produce en un grado u otro.

En un nódulo de Schmorl, cuando la placa terminal se agrieta, parte del material interno del núcleo del disco atraviesa el hueso, como caminar sobre un estanque congelado y romperse el talón a través del hielo y se filtre el agua.

Típicamente, el área blanca que rodea el nódulo de Schmorl es la que se inflama y puede producir dolor, el cual se siente en la parte profunda de la espalda y no se irradia hacia las piernas como una hernia discal típica. Puede ser doloroso durante unos años, y luego, eventualmente, calmarse.

Casos de nódulos de Schmorl dolorosos

Existen estudios que indican que los nódulos de Schmorl que producen síntomas pueden ser muy dolorosos y afectan significativamente en la calidad de vida del paciente.

El daño a la placa terminal puede ocasionar una pérdida de presión en la parte interna del disco y una mayor tensión en la parte externa, por lo tanto, el daño a la placa terminal puede provocar una serie de eventos mecánicos y bioquímicos que provocan degeneración y dolor crónico de espalda.

Un nodo que ha sido crónico durante un tiempo, sin presentar inflamación y luego ocurren cambios módicos alrededor del nódulo junto con una hernia típica del disco en ese nivel, es altamente sospechoso de infección de disco.

Una vía para que las bacterias entren en el disco está asociada con hernias que extienden una parte de la placa terminal. Con un nódulo de Schmorl, ya hay un camino desde el disco, a través de la placa terminal y dentro del hueso.

Cualquier hernia subsecuente, ya sea por lesión o por degeneración relacionada con la edad puede proporcionar una conexión directa, dejando el disco vulnerable a un tipo de degeneración patológica y deformante que progresa rápidamente debido a una infección bacteriana.

Incluso sin infección, la parte interna del disco, cuando está en contacto con el suministro de sangre del interior del hueso, puede causar una respuesta inmune significativa que produce altos niveles de hinchazón.

Activando las sustancias químicas productoras de dolor llamadas citoquinas en la mañana, mejorando al mediodía y empeorando nuevamente por la tarde y por la noche.

Si el nódulo de Schmorl no es doloroso, puede producir síntomas si el núcleo mantiene la hernia más en la médula ósea. Una vez que hay contacto del núcleo con la sangre, una reacción inmune inflamatoria puede provocar dolor y un mayor daño estructural del hueso y del disco.

Efectos de los nódulos de Schmorl

Al realizar estudios de imágenes de seguimiento, la mayoría de los nodos son estables. Sin embargo, algunos estudios indican que en aproximadamente un año y medio, el 26% aumentará de tamaño y aproximadamente el 13% mostrará cambios de tipo 1 en el área que rodea el nódulo.

También se indica que estas hernias activas pueden aumentar el riesgo de fracturas vertebrales en un 10% de los casos.

Al igual que los cambios módicos, la invasión a la médula ósea produce microfracturas a medida que el hueso que rodea la médula se destruye.

Las microfracturas pueden producir un dolor profundo y agudo y pueden aumentar la inflamación.

Causas

La mayoría se pueden formar después de un incidente de carga pesada o un trauma que fuerza al núcleo a formar parte del disco a través de la placa terminal en lugar de la parte externa del disco.

La parte exterior del disco es normalmente más resistente a las fuerzas repentinas que la placa terminal, especialmente en individuos jóvenes.

Las gimnastas muestran un alto nivel de nódulos de Schmorl, porque cuando hay una lesión que afecta la columna vertebral en estas direcciones hacia arriba y hacia abajo, estas protrusiones pueden ocurrir.

A veces muestran edema o un área clara alrededor del nódulo. El edema puede resolverse en tan solo 6 meses o puede persistir por algunos años.

En algunos casos, son factores que pueden hacer que la placa terminal y/o el hueso sean más débiles y menos resistentes a la falla estructural, como enfermedades óseas, degeneración, tumores o infección de disco.

Tratamiento para los nódulos de Schmorl

Un nódulo agudo que es sintomático puede tratarse de manera similar a las fracturas vertebrales de compresión.

Las medidas conservadoras iniciales a menudo consisten en medicamentos para el dolor y/o antiinflamatorios, reposo en cama y refuerzo lumbar.

El calor y el hielo se pueden utilizar en consecuencia y después de que la inflamación inicial haya disminuido, algunos encuentran que los dispositivos de tracción espinal son beneficiosos.

Los ajustes quiroprácticos y un refuerzo de los músculos de soporte a través de un buen fisioterapeuta pueden proporcionar soluciones.

Sin embargo, si estos tratamientos conservadores fallan, los bloqueos nerviosos y la vertebroplastia percutánea o la cifoplastía se pueden considerar para el alivio antes de la fusión.

A pesar de estos tratamientos, un pequeño porcentaje de pacientes tendrá dolor de espalda que no responderá a las terapias típicas y deberá someterse a una resonancia magnética que indicará si hay un nódulo de Schmorl rodeado de inflamación ósea.

En estos casos, el tratamiento se debe cambiar y la opción más efectiva es la vertebroplastia, especialmente cuando se encuentra con osteoporosis.

Los estudios en el uso de esta inyección han informado que un 80% de los casos son exitosos.

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