Son proyecciones óseas que se desarrollan en los bordes de los huesos, generalmente donde se unen dos huesos.
Los osteófitos comúnmente se llaman espolones óseos.
Generalmente son causados por el desgaste de los huesos con el tiempo o debido a una afección subyacente llamada osteoartritis.
Generalmente, son asintomáticos y por lo tanto, no pueden ser diagnosticados durante años.
Por lo general, no requieren ningún tratamiento y cualquier tratamiento, si es necesario, depende únicamente del efecto que los osteófitos tengan en el cuerpo de un individuo.
Si los síntomas dolorosos de los osteofitos están reduciendo la calidad de vida del paciente, tener una definición clara de la condición puede dar el conocimiento y la tranquilidad que se necesita para comenzar un plan de tratamiento efectivo.
La denominación de «espolones óseos», no se adapta a la forma de la afección ya que en realidad no son afilados ni tienen forma de espolón, estos son crecimientos lisos de hueso adicional.
Los osteofitos pueden tener efectos perjudiciales sobre la salud y la función de la espina dorsal.
Básicamente, el cuerpo produce osteofitos en respuesta a una columna vertebral degenerada.
Estos espolones óseos pueden infringir los espacios foraminales a través de los cuales pasan los nervios espinales y causan dolorosa compresión nerviosa.
Causas
El desgaste con el tiempo y la osteoartritis son las principales causas de espolones óseos u osteofitos.
La osteoartritis desgasta el cartílago que proporciona un cojín a los huesos y, por lo tanto, el cuerpo trata de repararlo creando lo que se llama espinas óseas.
Dentro de las causas más comunes podemos mencionar:
- La enfermedad degenerativa del disco: Los discos cartilaginosos entre las vértebras adyacentes comienzan a deteriorarse y pierden elasticidad.
- La osteoartritis: El cartílago que rodea las articulaciones facetarias (articulaciones que conectan las vértebras) se desgastan.
- Envejecimiento: A medida que se envejece, los osteofitos se desarrollarán naturalmente a lo largo de la columna vertebral y solo un pequeño porcentaje de pacientes experimenta la dolorosa compresión neuronal que esta afección da como resultado.
Síntomas
Generalmente, los espolones óseos u osteofitos son asintomáticos y son muy difíciles de diagnosticar.
Por lo general, se diagnostican de manera incidental cuando se realizan estudios radiográficos para alguna otra afección médica.
En raras ocasiones, los osteofitos pueden causar algo de dolor o incomodidad conjuntamente con una disminución del rango de movimiento de las articulaciones afectadas.
Los síntomas para diferentes tipos de articulaciones que se ven afectadas son:
- Las rodillas: Si hay la formación de espolones óseos u osteófitos en las articulaciones de la rodilla, entonces se presenta un dolor en la rodilla con un rango de movimiento de la rodilla disminuido.
- Caderas: La formación de osteófitos en las caderas, puede ser difícil para un individuo mover la cadera sin que le provoque dolor. El rango de movimiento de la cadera también puede verse afectado.
- Hombros: Si los osteófitos están presentes en los hombros, pueden causar irritación de los músculos del manguito de los rotadores al frotarlo, lo que produce hinchazón y dolor en los hombros. También puede causar desgarros del manguito de los rotadores.
- La columna vertebral: Si los osteófitos se han formado en la columna vertebral, estos puede causar el estrechamiento del canal espinal.
Los espolones óseos pueden producir una gran variedad de síntomas, dependiendo de la región de la columna donde se desarrollan:
- Cervical (cuello): Dolor u hormigueo en el cuello, los hombros, la parte superior de los brazos y las manos.
- Torácico (espalda media): Malestar o debilidad que rodea la caja torácica y los riñones.
- Lumbar (parte inferior de la espalda): Entumecimiento y compresión de la raíz nerviosa, dolor radicular o localizado en las nalgas, las piernas y los pies con signos de debilidad de las extremidades.
Diagnóstico
Para identificar los osteófitos, el médico tratante puede realizar un examen físico para buscar el origen del dolor.
Los osteofitos pueden sentirse a veces, pero no es tan común.
Para confirmar el diagnóstico de los osteófitos, el médico tratante realizará un examen exploratorio, palpando las articulaciones para localizar un espolón óseo.
También ordenará estudios radiológicos como radiografías, resonancias, magnéticas y tomografías del área afectada para observar las articulaciones y ver si hay proyecciones óseas que, de ser encontradas, confirmarán el diagnóstico de osteofitos.
Tratamiento
Para la mayoría de los pacientes, los síntomas de los osteofitos se pueden manejar con éxito con métodos conservadores, como masajes, fisioterapia o medicamentos.
Sin embargo, un pequeño porcentaje de pacientes no encontrará efectivos estos tratamientos y puede comenzar a considerar formas más específicas de alivio del dolor.
En casos en los que estos espolones óseos u osteofitos comiencen a causar dolor en las articulaciones, entonces el médico encargado puede prescribir tratamientos.
Los síntomas a veces se pueden manejar con tratamiento conservador.
Algunos ejemplos de opciones de tratamiento que pueden recomendarse incluyen:
Medicamentos:
Dentro de los medicamentos para el dolor, los posibles tratamientos incluyen antiinflamatorios, relajantes musculares y analgésicos, con fármacos antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno o Aleve.
Terapias físicas:
Además de reposo, también se pueden prescribir terapias físicas como:
- Terapia de frío / calor.
- Ejercicios aeróbicos de bajo impacto (bicicleta estacionaria, natación, caminar entre otros).
- Ejercicios de estiramiento.
- Fisioterapia.
Inyecciones de cortisona:
Estas opciones de tratamiento pueden proporcionar cierto alivio y cuando estos no logran resolver el problema, se pueden recomendar inyecciones de corticosteroides.
Estos pueden reducir las inflamaciones y el dolor en las articulaciones. Sin embargo, los efectos de este tratamiento suelen ser temporales y a veces es necesario repetirlos.
Dieta:
Dentro de las recomendaciones nutricionales y dietéticas están:
Evitar el consumo de las frituras, los embutidos, las carnes rojas, la leche de vaca, alimentos refinados como harinas y azúcar blanca.
Se debe incrementar en la dieta vegetales frescos y crudos, que ayudan a remineralizar el organismo y ayudan a reestructurar los tejidos.
Se deben consumir pescados azules ricos en omega-3, como el salmón y el atún, el cartílago de tiburón es excelente para la salud articular.
Si un paciente ha sufrido un espolón óseo durante más de tres meses, la condición ha restringido el movimiento normal de la articulación, causando otras dificultades graves, y el tratamiento conservador no ha podido resolver el problema.
Tratamiento quirúrgico:
Estos procedimientos ofrecen una variedad de técnicas quirúrgicas para el tratamiento de osteofitos espinales (espolones óseos) y van a variar dependiendo de la ubicación del espolón óseo.
Las técnicas para este tipo de tratamientos pueden incluir:
Foraminotomía o Foraminectomía:
Una foraminotomía es una cirugía de descompresión realizada para aumentar el espacio del foramen y ahuecar el pasaje donde las raíces nerviosas salen del canal espinal.
El procedimiento implica la extracción de hueso o tejido que obstruye el neuroforamen y comprime las raíces nerviosas, lo cual está provocando la inflamación e irradia dolor.
La eliminación de parte de la lámina a menudo es necesaria para que el cirujano acceda a las raíces nerviosas afectadas en el neuroforamen.
Por esta razón, la foraminotomía a menudo se realiza junto con una laminectomía o laminotomía.
Laminectomía o Laminotomía:
Una laminectomía está diseñada para aliviar la presión (descompresión) sobre la médula espinal o las raíces de los nervios espinales a través del ensanchamiento del canal espinal.
El procedimiento se lleva a cabo eliminando o recortando parte de la lámina (techo) de las vértebras en el área comprimida.
La eliminación de parte de la lámina crea una abertura para los nervios comprimidos, aliviando la presión sobre las raíces nerviosas y reduciendo la inflamación.
La eliminación parcial de la lámina también puede permitir que el cirujano elimine cualquier espolón óseo u otro tejido dañado que cause dolor e inflamación en el paciente.
Resección de huesos espolones:
Una resección de osteofitos es un procedimiento que elimina espolones óseos o ligamentos agrandados que comprimen los nervios.
Prevención
Como los espolones óseos a menudo ocurren debido al proceso de envejecimiento natural, uno de los primeros pasos en la prevención son los cambios en el estilo de vida.
Algunas formas de prevenir espolones óseos incluyen:
- Hacer regularmente ejercicios.
- Comer una dieta saludable, rica en vitaminas y calcio.
- Disminuir el riesgo de lesiones al jugar deportes.
- Levantar adecuadamente cualquier objeto pesado.
- Evitar o limitar el consumo de alcohol y cigarrillos.
Aquellos pacientes que tienen espolones óseos pueden beneficiarse de actitudes que previenen la aparición de espolones óseos, como descansar, completar las terapias de agua fría o caliente en el hogar, modificar sus actividades diarias y usar dispositivos de soporte para la espalda entre otros.
