Puede definirse como una perturbación en el funcionamiento correcto del miocardio, provocando un fuerte dolor en el pecho por una insuficiente irrigación sanguínea.
Son eventos recurrentes de angina cuando el paciente se encuentra en reposo o realizando un esfuerzo mínimo.
Puede tratarse del inicio de una cardiopatía isquémica, o puede tratarse de un deterioro abrupto de un síndrome anginoso previo y estable.
El preinfarto también se denomina comúnmente angina inestable y/o síndrome de dolor de pecho intermedio.
Causas
El síndrome de preinfarto está causado por el engrosamiento que presenta la pared de una arteria coronaria que irriga al corazón.
Esta no puede enviar sangre oxigenada suficiente al músculo cardíaco para compensar la necesidad de oxígeno, dando lugar a una isquemia.
Otros factores asociados al preinfarto son
Los trastornos emocionales: Algunos desequilibrios de tipo emocional pueden desencadenar en un preinfarto.
En este escenario, el paciente puede experimentar ansiedad o miedo con una intensidad variable que podría dar inicio a un intenso dolor en el pecho.
Estilo de vida: El estilo de vida del paciente puede favorecer al desarrollo de una enfermedad del miocardio.
Estos son:
- Obesidad o peso excesivo.
- El tipo de alimentos que se consumen en la dieta diaria como la ingesta de comidas pesadas de alto contenido de grasa y carbohidratos.
- El tabaquismo.
- El nivel de actividad física o un nivel de vida sedentario.
- Niveles altos de la presión arterial y del colesterol, pueden desencadenar en un preinfarto.
Las temperaturas extremas: El corazón solo tolera pequeñas variaciones térmicas, factores como altas temperaturas provocan un aumento en la circulación de la sangre para disipar calor, acelerando la circulación de la sangre y por ende el ritmo cardíaco.
Síntomas
Dolor y malestar: Antes de la ocurrencia de un preinfarto, las personas pueden sentir dolor o molestias en el área del pecho.
El dolor se manifiesta como una presión en el cofre con dolor hacia el lado derecho del esternón y hacia los brazos, en otras ocasiones el dolor se localiza en el área del corazón.
Pero el dolor también puede extenderse a otras partes del cuerpo como: mandíbula, hombros, cuello y espalda.
Estas señales de alarma van desde unos segundos incómodos y pueden persistir varios minutos o más.
Sensación de angustia: Usualmente el paciente experimenta ansiedad severa, sensación de asfixia, con sudor frío, agitación, palpitaciones excesivas en el corazón, también puede experimentar miedo a la muerte.
Trastornos de la respiración: Los trastornos respiratorios pueden preceder a un preinfarto, la respiración es breve, espasmódica, sin que sea el resultado de ningún esfuerzo físico.
Esta sensación es de poca duración y luego se experimenta nuevamente el dolor. En el curso de esta patología puede ocurrir la aparición de disnea, cianosis.
En la forma cerebrovascular de un estado de preinfarto, es posible la presentación de síntomas como desmayos, mareos y náuseas.
La fatiga injustificada puede estar causada por la una elevación de la presión arterial, que está determinada por el mal funcionamiento del corazón.
El corazón debe esforzarse más de lo normal y la cantidad de sangre y de oxígeno se vuelve insuficiente, cuando esto ocurre el paciente presentará síntomas de cansancio.
Trastornos del sueño: Para muchos pacientes, uno de los síntomas es la dificultad para conciliar el sueño y aunque duerma el sueño no resulta reparador, el insomnio es provocado por la ansiedad.
Este síntoma puede tener ocurrencia mucho tiempo antes del inicio de cualquier otro síntoma.
Indigestión: En el caso de la ocurrencia de un preinfarto, se presenta una sensación de acidez, hipo, flatulencia y posiblemente la indigestión, especialmente si es recurrente, debe considerarse como una señal de advertencia.
Diagnóstico
El diagnóstico del preinfarto se realiza con la ayuda de un electrocardiograma.
Este indicará gráficamente que existe un bloqueo en el músculo del corazón del paciente, así como una descompensación en la circulación y la aparición de una taquicardia paroxística y la extrasístole.
Existe una característica de este tipo de afección ligada al sexo.
En el género masculino, los preinfartos usualmente se presentan después de los 30 años de edad y por lo general se deben a la aparición de una enfermedad arterial coronaria.
En las mujeres, el preinfarto suele presentarse a una mayor edad.
Tratamiento
Un preinfarto es una clara muestra de que el corazón no está funcionando normalmente.
Cualquier condición que provoque un preinfarto puede conllevar a un riesgo grave.
Por lo tanto, el reconocimiento oportuno de los síntomas y un diagnóstico adecuado son muy importantes para el paciente y se requiere de la prescripción de un tratamiento para tratar a tiempo la afección.
En el caso de un preinfarto, el tratamiento se concentra en prevenir el desarrollo de un infarto de miocardio.
El tratamiento está dirigido a eliminar el preinfarto y esto implica:
- Prescribir el reposo en cama del paciente, reduciendo la carga de trabajo del corazón y sus necesidades energéticas.
- Prescribir vasodilatadores, que controlan la presión arterial, relajando los vasos sanguíneos y mejorando el paso de la sangre.
- Recomendar un cambio drástico en la dieta diaria, incluyendo frutas, verduras, cereales integrales, pescados y evitar toda clase de alimentos grasosos.
- Practicar ejercicio físico moderado, como caminar, montar bicicleta, para aumentar el flujo de sangre.