También se llama puente de Varolio, en honor al anatomista y cirujano italiano Costanzo Varolio (1543-1575).
Esta región del tallo cerebral incluye vías y tractos neuronales que conducen señales desde el cerebro hasta el cerebelo y la médula, y tractos que llevan las señales sensoriales hacia el tálamo.
Es una región anatómica del cerebro y es parte del sistema nervioso dentro del cráneo.
La protuberancia anular está ubicada delante del cerebelo (transversalmente), por encima de la médula oblonga y en los pedúnculos cerebrales (región inferior del cerebro).
El puente se caracteriza por un bulto o aumento en el volumen, como un tipo de bulto blanquecino que sigue de la médula espinal hacia el cerebro.
Conjuntamente con los centros de la respiración de la médula oblongata, el puente contribuye esencialmente al mantenimiento de una respiración normal.
Función de la protuberancia anular
La protuberancia contiene núcleos que transmiten señales del prosencéfalo al cerebelo, junto con núcleos que se ocupan principalmente del sueño, la respiración, la deglución, el control de la vejiga, la audición, el equilibrio, el gusto, el movimiento ocular, las expresiones faciales, la sensación facial y la postura.
Dentro de la protuberancia se encuentra el centro neumotóxico que consiste en los núcleos parabraquiales subparabraquial y medial. Este centro regula el cambio de inhalación a exhalación.
La protuberancia está implicada en la parálisis del sueño y también puede desempeñar un papel en la generación de sueños.
Estructura de la protuberancia anular
La protuberancia en humanos mide aproximadamente 2.5 centímetros de longitud. La mayoría aparece como un bulbo ancho anterior rostral a la médula.
Posteriormente, se compone principalmente de dos pares de tallos gruesos llamados pedúnculos cerebelosos. Estos conectan el mesencéfalo con la protuberancia y el cerebelo.
El puente de Varolio o protuberancia anular, es la parte media del tallo cerebral, que se encuentra entre el bulbo raquídeo (o la médula alargada) y el mesencéfalo.
El mesencéfalo es la parte del cerebro del adulto que corresponde a la región media, incluidos los tubérculos cuadrijumales y los pedúnculos cerebrales.
El bulbo raquídeo corresponde a un bulto en la parte superior de la médula espinal donde se encuentran varios centros nerviosos importantes, como los centros respiratorios (lo que permite el funcionamiento automático de los pulmones).
Varios núcleos de nervios craneales están presentes en la protuberancia:
- El núcleo «principal» o «pontino» del núcleo sensorial del nervio trigémino (V).
- El núcleo motor del nervio trigémino (V).
- El núcleo abducens (VI).
- El núcleo del nervio facial (VII).
- Los núcleos vestibulares y núcleos cocleares (VIII).
Varios pares de nervios craneales salen de los núcleos que están en el puente.
Se trata esencialmente de nervios trigéminos (V), nervios abdominales (VI) y nervios faciales (VII).
Otro núcleo importante que pertenece al puente: el centro neumotaxico que corresponde al centro de la respiración automática y que pertenece a la formación reticular.
El sistema reticular integra las sensaciones que llegan al cerebro. Actúa como un enlace entre las respuestas del sistema nervioso de la voluntad y las del sistema nervioso autónomo. El reticulado también permite la coordinación y síntesis de acciones en general.
Controla las actividades del cerebro y la médula espinal mediante la intervención del sistema ascendente y el sistema descendente inhibidor y facilitador.
Esta zona anatómica también permite la creación y regulación del tono de la postura, la organización de la tensión muscular de un individuo para permitirle pararse de pie. Finalmente, interviene en el estado de vigilia.
La protuberancia se encuentra en el tronco encefálico, situada entre el cerebro medio y la médula oblongada, y enfrente del cerebelo.
La protuberancia se puede dividir ampliamente en dos partes: la parte basilar de la protuberancia (protuberancia ventral) y el tegmento pontino (protuberancia dorsal).
El puente está formado, además de núcleos de color gris póntico y vías ascendentes y descendentes, principalmente fibras transversales denominadas fibras ponto cerebelosas.
El puente consiste esencialmente en esas fibras nerviosas de proyección que están dispuestas longitudinalmente y transversalmente.
Las neurofibras longitudinales, que son profundas, proporcionan comunicación entre los centros cerebrales superiores ubicados en el cerebro y la médula espinal.
Las fibras pontocerebelosas son las fibras neuronales de segundo orden de los tractos cortico-ponto-cerebelosos que cruzan al otro lado de la protuberancia y se extienden dentro de los pedúnculos cerebelosos medios, desde la protuberancia hasta el cerebelo contralateral.
Desarrollo
Durante el desarrollo embrionario, el metencéfalo se desarrolla a partir del rombencéfalo y da lugar a dos estructuras: la protuberancia y el cerebelo.
La placa alar produce neuroblastos sensoriales, que darán lugar al núcleo solitario y su columna aferente visceral especial, los núcleos cocleares y vestibulares, que forman las fibras aferentes somáticas especiales del nervio vestibulococlear, los núcleos espinal y nervio trigémino principal, que forman la columna aferente somática general del nervio trigémino y los núcleos pontinos que retransmiten al cerebelo.
Los neuroblastos de placas basales dan lugar al núcleo abducens, que forma las fibras eferentes somáticas generales, los núcleos facial y motor del trigémino, que forman la columna eferente visceral especial, y el núcleo salival superior, que forma las fibras eferentes viscerales generales del nervio facial.