Es el síntoma de un problema más que una enfermedad en sí misma.
Suele ocurrir debido a condiciones que se pueden curar o controlar, como las hemorroides.
La causa de la hemorragia puede no ser grave, pero es importante que un médico encuentre la fuente de este síntoma.
El tracto digestivo o gastrointestinal (GI) se divide en dos partes: tracto digestivo alto y tracto digestivo inferior.
El GI alto incluye el esófago, el estómago y el intestino delgado. Mientras que el GI inferior está compuesto por el colon, el recto y el ano.
El sangrado puede provenir de una o más de estas áreas, desde un área pequeña como una úlcera en el revestimiento del estómago o de un problema más amplio como la inflamación del colon.
Es posible que la persona afectada no se dé cuenta si sucede el sangrado. Los médicos llaman a este tipo de sangrado oculto.
Afortunadamente, las pruebas simples pueden verificar la presencia de sangre oculta en las heces.
Causas del sangrado en el tubo digestivo
Las razones varían, dependiendo de dónde está sucediendo el sangrado.
En cuanto al GI alto, si el sangrado está en el esófago (el tubo que conecta su boca con su estómago), las causas pueden incluir:
Esofagitis y reflujo gastroesofágico: el ácido del estómago se devuelve, o «refluye», hacia el esófago esto puede causar irritación e inflamación del esófago (esofagitis) que puede provocar hemorragia.
Varices: estas son venas anormalmente agrandadas que generalmente se localizan en el extremo inferior del esófago o en la parte superior del estómago.
Estas pueden romperse y sangrar. La cirrosis del hígado es la causa más común de varices esofágicas.
Desgarro de Mallory-Weiss: esto es una rasgadura en el revestimiento del esófago. Por lo general, es causada por vómitos intensos.
También puede ocurrir debido a factores que aumentan la presión en el abdomen, como tos, hipo o parto. Por otro lado, si el sangrado se encuentra en el estómago puede ser causado por:
Gastritis: esto es la inflamación en el estómago. El alcohol y algunos medicamentos para el dolor pueden causarlo.
Úlceras: las que están en el estómago pueden agrandarse y erosionarse a través de un vaso sanguíneo, causando el sangrado.
Además de los medicamentos, la causa más común de estos es una infección con una bacteria llamada Helicobacter pylori.
Asimismo, las personas que han tenido quemaduras, shock, lesiones en la cabeza o cáncer y quienes se han sometido a una cirugía mayor pueden tener úlceras estomacales relacionadas con el estrés.
Las úlceras intestinales generalmente son causadas por exceso de ácido estomacal e infección con Helicobacter pylori.
Cáncer del estómago: es una de las causas mas frecuentes de sangrado en el tracto digestivo.
Hemorroides: estas son probablemente la causa más común de sangre visible en el tracto digestivo inferior, especialmente la sangre que aparece de color rojo brillante.
Las hemorroides son venas agrandadas en el área anal que pueden romperse y producir sangre, que puede aparecer en el inodoro o en el papel higiénico.
Fisuras anales: el desgarre en el revestimiento del ano también pueden causar sangrado. Estos a menudo son muy dolorosos.
Pólipos de colon: estos son crecimientos que pueden ocurrir en el colon. Algunos pueden convertirse en cáncer con el tiempo.
El cáncer colorrectal también puede causar hemorragia.
Infecciones intestinales: inflamación y diarrea sanguinolenta pueden ser el resultado de infecciones intestinales.
Colitis ulcerosa: la inflamación y la hemorragia superficial extensa por ulceraciones pequeñas pueden ser la razón por la que la sangre aparece en las heces.
La enfermedad de Crohn: es una condición del sistema inmune. Causa inflamación y puede causar hemorragia rectal.
La enfermedad diverticular: es causada por divertículos, pequeñas bolsas que sobresalen de la pared del colon.
Problemas de los vasos sanguíneos: a medida que envejecemos, pueden surgir problemas en los vasos sanguíneos del intestino grueso, lo que puede causar hemorragia.
No es una parte normal de envejecer, pero es más probable en el futuro.
Colitis isquémica: esto significa que no llega suficiente oxígeno a las células que recubren el intestino.
La diarrea sanguinolenta, a menudo acompañada de dolor de estómago, puede ocurrir si no llega suficiente sangre al intestino.
Esta condición que resulta en isquemia, o falta de oxígeno, y daño a las células que recubren el intestino.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas más comunes incluyen:
- Sangre roja brillante que cubre las heces.
- Sangre oscura mezclada con las heces.
- Heces negras o alquitranadas.
- Sangre roja brillante en el vómito.
- Apariencia de café molido del vómito.
Otros signos, que también necesitan la atención de un médico, incluyen:
- Fatiga.
- Debilidad.
- Apariencia pálida.
- Anemia, es decir, la sangre es baja en hemoglobina rica en hierro.
La ubicación de la hemorragia puede afectar los síntomas que el paciente pueda observar.
De manera que si proviene del recto o del colon , es decir del GI inferior, la sangre roja brillante se cubrirá o se mezclará con la materia fecal.
Las heces se pueden mezclar con sangre más oscura si la hemorragia está más arriba en el colon o en el extremo del intestino delgado.
Cuando hay hemorragia en el GI alto, es decir, en el esófago, el estómago o el duodeno, las heces suelen ser negras, alquitranadas y de muy mal olor.
El vómito puede ser de color rojo brillante o tener una apariencia de café molido cuando el sangrado proviene del esófago, el estómago o el duodeno.
Si el sangrado está oculto, es posible que el paciente no note ningún cambio en el color de las heces.
Se debe tener en cuenta que algunos medicamentos y alimentos pueden dar a las heces una apariencia roja o negra que se parece a la sangre pero no lo es. Estos pueden ser:
- El hierro.
- El bismuto.
- El antibiótico cefdinir.
- La remolacha.
Los síntomas también varían según la velocidad del sangrado.
Si ocurre sangrado repentino y masivo, es posible que la persona se sienta débil, mareada, que le falte el aire o que tenga calambres o diarrea.
También podría entrar en shock, con un pulso rápido y una caída en la presión arterial. El paciente puede ponerse pálido.
Si el sangrado es lento y ocurre durante un tiempo prolongado, es posible que gradualmente la persona sienta fatiga, letargo y dificultad para respirar.
Además, la anemia puede ocurrir, haciendo que la piel se vea más pálida.
Diagnóstico del sangrado en el tubo digestivo
Si el paciente nota un sangrado inusual, es necesario que programe una cita para ver al médico. Este hará preguntas sobre los síntomas presentes y realizará hará un examen físico.
Síntomas como cambios en los hábitos intestinales, color de las heces, consistencia y si tiene dolor o sensibilidad puede indicarle a al médico qué área del tracto gastrointestinal se ve afectada.
El médico normalmente realizará un examen de heces. También realizará un análisis de sangre para verificar si el paciente es anémico.
Los resultados le darán al médico una idea de la extensión de la hemorragia y qué tan crónica puede ser.
Si el paciente tiene hemorragia en el tracto digestivo, es probable que el médico realice una endoscopia. Dicho procedimiento es común y le permite al médico ver exactamente dónde está sucediendo el síntoma. En muchos casos, el médico también puede usar el endoscopio para tratar la causa de la hemorragia.
El endoscopio es una herramienta delgada y flexible que puede insertar a través de la boca o el recto para ver las áreas de preocupación.
Además, mediante esta herramienta se puede tomar una muestra de tejido y realizar una biopsia, si es necesario.
Se pueden usar varios otros procedimientos para encontrar la fuente de sangrado, que incluyen:
Rayos X: durante estas pruebas, el paciente debe beber un líquido que contiene bario que se coloca a través del recto.
Luego, se usa una radiografía para buscar signos inusuales. El bario se ilumina en esta prueba de imagen.
Angiografía: los médicos inyectan un tinte en una vena antes de hacer una tomografía computarizada o una resonancia magnética. El tinte ayuda a mostrar dónde está el problema.
En algunos casos, los médicos usan la angiografía para inyectar un medicamento que puede detener el sangrado.
Escaneo de radionucleidos: los médicos pueden usar esta técnica de detección para encontrar sitios de hemorragia, especialmente en el tracto digestivo inferior.
Para el procedimiento el paciente recibirá una inyección de una pequeña cantidad de material radioactivo inofensivo.
Luego el médico usará una cámara especial para tomar imágenes de los órganos de la persona.
¿Cómo es tratado?
La mayoría de los casos pueden ser tratados. El tratamiento dependerá de lo que está causando el sangrado. Puede realizarse una endoscopia para el tratamiento.
Si el GI superior está sangrando, el médico puede controlarlo inyectando un medicamento directamente en el área del problema, usando un endoscopio para guiar la aguja.
Un médico también puede usar calor para tratar o cauterizar un área que está sangrando y el tejido circundante a través del endoscopio, o colocar un clip en un vaso sanguíneo sangrante.
Sin embargo, esas técnicas no siempre son suficientes. Algunas veces es necesaria una cirugía.
Una vez que el sangrado esté bajo control, es posible que el paciente deba tomar medicamentos para evitar que regrese.