También llamado signo de batalla, se define como moretones en el proceso mastoideo.
Es la equimosis retroauricular o mastoidea que suele ser el resultado de un traumatismo craneal.
El signo de battle deriva su nombre del Dr. William Henry Battle, quien inicialmente lo describió a fines del siglo XIX. Era un cirujano inglés que inicialmente describió la equimosis en 17 pacientes que tenían lesiones en la cabeza con fracturas en la parte posterior de la base del cráneo.
Su descripción señaló que para desarrollar el signo, hubo un traumatismo craneal significativo y puede indicar una lesión interna significativa en el cerebro y no solo en la bóveda craneal posterior o en el mastoideo.
Etiología
Uno de los problemas más importantes asociados con el signo de battle es que toma de 1 a -2 días para que aparezca el signo y, por lo tanto, no es útil en el manejo inicial del trauma craneal.
El nombramiento del signo de batalla ha causado mucha confusión en los últimos años. Muchos creen que el signo recibe su nombre de pelear o batallar como un mecanismo para obtener la lesión en lugar de que el crédito sea otorgado al Dr. Battle.
Además, aunque al Dr. Battle se le acredita el descubrimiento y tiene su nombre en el signo, no fue el primero en notarlo. Sir Prescott G. Hewett, un cirujano inglés, había escrito sobre la asociación antes del Dr. Battle.
El signo de batalla puede confundirse con un hematoma extendido por una fractura del cóndilo mandibular, que es una lesión menos grave.
Otro problema relacionado con el signo de batalla es que hubo un informe reciente de un caso que mostró equimosis mastoidea asociada con encefalopatía hepática en ausencia de trauma.
Este caso significa que el signo de batalla puede no ser tan específico para un traumatismo craneal como se pensó inicialmente. Sin embargo, se necesita más investigación sobre la asociación entre la encefalopatía hepática y la equimosis mastoidea.
Epidemiología
Las fracturas basilares del cráneo están presentes en solo el 4% de los pacientes con lesiones graves en la cabeza. No se ha reportado un aumento en la predilección entre el sexo o cualquier raza.
El signo de batalla típicamente se correlaciona con un traumatismo craneal contundente; esto suele ser accidental, pero también puede estar presente en un traumatismo craneal no accidental, incluso en el abuso infantil.
En general, la mayoría de las fracturas en el cráneo son lineales y tienden a ser más comunes en los niños. El hueso temporal está involucrado en la mayoría de las fracturas de cráneo (45%), seguido de las fracturas basilares del cráneo (20%).
Cuando se produce una fractura de cráneo deprimida, por lo general es una fractura abierta, que generalmente requiere cirugía lo antes posible.
Fisiopatología
El signo de battle es prominente cuando hay una fractura del hueso temporal pétreo. También puede estar asociado con rinorrea y moretones en los ojos (ojos de mapache).
Dependiendo de la gravedad del traumatismo craneal, el paciente también puede presentar pérdida de conciencia y una Escala de coma de Glasgow (GCS) deprimida.
Historia y física
El signo de batalla se presenta como equimosis sobre el proceso mastoideo, ubicado detrás de la oreja. Por lo general, se asocia con la ternura del área también.
Otros hallazgos que pueden verse que indican una fractura basilar del cráneo son los ojos de mapache (equimosis periorbitaria), hemotímpano (que es la presencia de sangre en la cavidad timpánica del oído medio), lesión del nervio facial y laceración del canal auditivo externo.
El signo de batalla a menudo está presente con una fractura de cráneo basilar. La presencia del signo de batalla se correlaciona con un valor predictivo positivo de más del 75% para la presencia de una fractura de cráneo basilar asociada.
En múltiples estudios, el signo de batalla se asoció con un valor predictivo positivo del 66% para las lesiones intracraneales y del 100% para las fracturas de la base del cráneo.
Evaluación
El signo de battle es un signo clínico. No se necesita más evaluación para diagnosticar el signo. Sin embargo, dado que el signo de batalla se correlaciona con una fractura subyacente del cráneo, las imágenes generalmente se justifican cuando se observa el signo de batalla.
La evaluación inicial es con una tomografía computarizada sin contraste, aunque las fracturas lineales o no desplazadas pueden no ser detectables, lo que requiere una imagen adicional. Si la presentación se retrasa y se sospecha una infección, una TC o IRM con contraste puede resultar útil.
Es vital que se compruebe si hay sangrado por la nariz para descartar una fuga de LCR; Esto puede hacerse analizando la presencia de tau transferrina o nivel de glucosa.
Tratamiento / Manejo
En general, el tratamiento posterior a la fractura de cráneo depende del tipo de lesión. Los pacientes con fracturas lineales que no tienen deficiencias neurológicas y que tienen un GCS de 14 o más pueden ser dados de alta en casa de forma segura después de un período de observación en la sala de emergencias.
Sin embargo, el paciente debe estar disponible para el seguimiento si se vuelve sintomático. Los niños con fracturas lineales deben ser ingresados durante la noche independientemente de la ausencia / presencia de déficits neurológicos.
La cirugía suele ser necesaria cuando los pacientes tienen fracturas de cráneo deprimidas. El consenso actual es que el segmento deprimido está más de 5 mm por debajo de la tabla interna del hueso adyacente, que el paciente debe someterse a una cirugía para elevar ese segmento de hueso.
Otras indicaciones para la cirugía incluyen hematoma subyacente, infección / contaminación grave y desgarro dural con neumocefalia.
Los pacientes deben ser tratados con toxoide tetánico y antibióticos de amplio espectro si tienen una herida abierta o si la presentación se ha retrasado.
Las fracturas basilares del cráneo son secundarias a un trauma y, por lo tanto, el manejo requiere una evaluación exhaustiva del trauma. La admisión para la observación generalmente es necesaria con un manejo adicional determinado en base a la fractura.
El signo de batalla en sí se desvanecerá y sanará con el tiempo, aunque puede llevar varias semanas hasta que desaparezca la equimosis. Cuando el signo de batalla está presente, es más probable que el paciente tenga una recuperación de la lesión en la cabeza más lenta de lo esperado.
Complicaciones
Cuando los pacientes presentan signos de batalla, es vital descartar una lesión cervical asociada. Los datos revelan que en el 15% de los pacientes con una fractura basilar del cráneo tienen una lesión cervical asociada.