Los doctores comúnmente lo usan para describir a aquellos individuos que tienen problemas para hablar y escribir, pero que en realidad tienen un nivel de inteligencia normal.
Cuando conoces a alguien con síndrome de Asperger, es posible que te llame la atención algunas cosas de forma inmediata, por ejemplo que sea tan inteligente como los demás, pero tiene mayores dificultades con las habilidades y destrezas sociales.
Otra característica distinguible es que tiende a centrarse de forma obsesiva en un solo tema o a realizar los mismos comportamientos una y otra vez de manera repetitiva, lo que se le conoce como estereotipia.
Los médicos solían pensar en el Asperger como una condición separada. Pero fue hasta el 2013, la última edición del libro estándar que utilizan los expertos en salud mental , llamado El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales ( DSM-5 ), cambió la forma estandarizada en la que se clasifica.
Hoy, el síndrome de Asperger técnicamente ya no es un diagnóstico en sí mismo, sino que se considera integrado en una categoría más amplia llamada trastorno del espectro autista (TEA). Este grupo de problemas de salud mental relacionados comparte algunos síntomas. Aun así, muchas personas todavía usan el término Asperger.
La condición implica lo que los médicos llaman un tipo de «alto funcionamiento». Esto lo que nos indica es que los síntomas que se presentan son menos marcados y complicados que otros tipos de trastornos del espectro autista.
Por otra parte, el DSM-5 nos da a conocer un nuevo diagnóstico, al que se le denominó trastorno de comunicación pragmática social, esta tiene algunos signos y síntomas que se entrelazan con los de Asperger, pero se consideran como dos trastornos diferentes.
Síntomas
Suelen comenzar temprano en la vida. Si eres un padre o una madre de un niño que lo tiene, es posible que notes que no puede mirar a los ojos directamente o que parece incómodo en situaciones de interacción social en las que no sabe lo que debe decir, ni cómo responder cuando otra persona se dirige hacia él.
Así, también ocurre con cierta frecuencia no preste atención o no comprenda las señales sociales que son obvias para otras personas, como el lenguaje corporal o las expresiones faciales. Por ejemplo, puede que no se percate de que si alguien cruza sus brazos y frunce el ceño, implica que se encuentra molesto.
Otra señal comúnmente reportada es no parezcan capaces de demostrar ciertas emociones en situaciones que parecen requerirlo, como sonreír cuando está feliz o reírse de una broma.
Si su hijo tiene la afección, entonces puede estar ocurriendo que hable de sí mismo la mayor parte del tiempo y tienda a concentrarse con mucha intensidad en un solo tema particular que podría repetirse mucho, especialmente sobre un tema que le interese. También podría realizar movimientos repetitivos una y otra vez (estereotipia).
Otra característica que parece ocurrir es que se muestre irritable ante los cambios o que simplemente no los acepte. Así, por ejemplo, necesita comer la misma comida para el desayuno todos los días.
Sin embargo, los niños y adultos con síndrome de Asperger experimentan una gran variedad de síntomas y en realidad no hay dos casos exactamente iguales.
Algunas personas enfrentarán problemas menores que no interfieren con su vida cotidiana, mientras que otros tendrán dificultades para funcionar en entornos académicos, sociales y laborales.
Conocer los síntomas de Asperger puede ayudar a los padres y a los pacientes a obtener un diagnóstico preciso, por lo que de forma específica se resaltarán los siguientes:
Síntomas sociales
Un signo revelador del síndrome de Asperger es tener dificultades en situaciones sociales.
Los síntomas comunes de Asperger que pueden afectar la interacción social o la comunicación incluyen:
- Problemas para hacer o mantener amistades.
- Aislamiento o interacción mínima en situaciones sociales.
- Contacto visual deficiente o tendencia a mirar a los demás.
- Problemas para interpretar gestos.
- Incapacidad para reconocer el humor, la ironía y el sarcasmo.
- Comportamientos inapropiados o manierismos extraños.
- Problemas para expresar empatía, controlar emociones o comunicar sentimientos.
- Falta de sentido común.
- Tendencia a participar en conversaciones unilaterales (sobre uno mismo).
- Fascinación con ciertos temas.
- Interpretación de la información como literal.
- La preferencia por un horario estricto o rutina.
Un adulto o un niño con Asperger no puede mostrar todos estos signos, pero en general, tiende a luchar en situaciones sociales.
Algunas personas pueden interpretar los síntomas de un niño como un comportamiento simplemente grosero.
Las personas con Asperger posiblemente no reconozcan cuándo alguien se siente incómodo, desinteresado u ofendido.
Debido a que no siempre reconocen las señales sociales, pueden hablar en voz alta en momentos inapropiados, como durante un servicio religioso.
Problemas de lenguaje y habla
A diferencia de otros trastornos del espectro autista, una persona con Asperger generalmente no experimenta un retraso en el habla. Pero sí tienen comportamientos de lenguaje específicos que los distinguen.
Un niño o adulto con Asperger puede exhibir lo siguiente:
- Un tipo de discurso “guionado”, formal o «robótico».
- La falta de inflexión cuando se habla.
- Discurso repetitivo.
- Problemas para usar el lenguaje en un contexto social.
- Habla fuerte o aguda.
Las personas con Asperger generalmente tienen un vocabulario avanzado y buenas habilidades gramaticales, pero es posible que no puedan usar el lenguaje de manera apropiada en situaciones sociales.
Para un extraño, el patrón de habla de un niño con Asperger puede parecer inusual. Pueden hablar de una manera muy monótona o rítmica, con una voz fuerte.
Comportamientos cognitivos
Por lo general, los niños y adultos con Asperger tienen una inteligencia normal o superior a la media. Mientras que algunos sobresalen académicamente, otros pueden tener dificultades.
Algunos rasgos cognitivos comunes en personas con Asperger incluyen:
- Una memoria de memoria superior.
- Capacidad para comprender información técnica u objetiva.
- Problemas para absorber información abstracta.
- Tendencia a centrarse en los detalles, lo que puede provocar la pérdida de «la imagen más grande».
Los niños con Asperger también pueden experimentar problemas para concentrarse o tener una discapacidad de aprendizaje asociada no verbal que puede afectar sus habilidades de lectura, escritura o matemáticas. Aún así, muchos no tienen problemas cognitivos.
Síntomas físicos
Los niños con Asperger pueden experimentar síntomas físicos, como:
- Retraso en las habilidades motoras.
- Movimientos incómodos.
- Problemas con la coordinación.
- Sensibilidad a ruidos fuertes, olores, ropa o texturas de alimentos.
Los niños con Asperger pueden parecer torpes o incómodos. Pueden tener problemas con actividades simples, como atrapar una pelota o columpiarse en barras en un patio de recreo.
Pero, siempre existirá la posibilidad de que algunos niños no tengan ningún problema de habilidad motora.
Cómo se obtiene un diagnóstico
Si nota los signos anteriormente mencionados en su hijo, consulte a su pediatra. Él puede referirlo a un experto en salud mental, como estos:
- Psicólogo: diagnostica y trata problemas con emociones y comportamiento.
- Neurólogo pediátrico: trata las condiciones del cerebro .
- Pediatra del desarrollo: se especializa en problemas de habla y lenguaje y otros problemas de desarrollo.
- Psiquiatra: tiene experiencia en trastornos de salud mental y puede recetar medicamentos para tratarlos.
La condición a menudo se trata con un enfoque de equipo, esto significa que es posible que vea a más de un médico para el cuidado de su hijo.
El médico hará preguntas sobre el comportamiento de su hijo, que incluyen:
- ¿Qué síntomas tiene y cuándo los notó por primera vez?.
- ¿Cuándo aprendió su hijo a hablar, y cómo se comunica?.
- ¿Está concentrado en cualquier tema o actividad?.
- ¿Tiene amigos y cómo interactúa con otros?.
Luego observará a su hijo en diferentes situaciones para ver de primera mano cómo se comunica y se comporta.
¿Qué causa el síndrome de Asperger?
Si se acepta que el síndrome de Asperger entra dentro de la categoría del espectro autista, entonces se esperaría que las causas de este síndrome fueran las mismas que las del autismo.
Así, aunque hoy en día no se han identificado los factores causantes precisos de los trastornos autistas, se piensa que está involucrado un componente hereditario (es decir, genético), lo cual ha sido confirmado en gran variedad de casos.
Por otro lado, los trastornos autistas pueden también estar relacionados con aspectos ambientales tales como, exposiciones tóxicas, teratógenos, problemas con el embarazo o el parto e infecciones prenatales.
Dichas influencias ambientales pueden actuar juntas para modificar o potencialmente aumentar la gravedad del defecto genético subyacente.
Algunos autores han sugerido un papel causal para la exposición a determinados tipos de vacunas (particularmente contra enfermedades como el sarampión y el timerosal, conocido como un conservante de mercurio utilizado en algunas vacunas) en el autismo.
Sin embargo, la abrumadora mayoría de la evidencia epidemiológica no muestra resultados contundentes para hablar de una asociación entre inmunizaciones y autismo, por lo que los expertos han desacreditado esta teoría.
Diagnósticos comunes que van con Asperger
Algunas condiciones, que tienen su propio conjunto de signos y síntomas, son más comunes en niños y adultos con Asperger. Estos pueden incluir:
- Depresión.
- Ansiedad.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
- Síndrome de Tourette.
- Epilepsia.
Estas condiciones coexistentes pueden causar otros síntomas que no son necesariamente característicos de Asperger.
Tratamiento
Cada niño es diferente, por lo que no hay un enfoque único para todos. Es posible que su médico necesite probar algunas terapias para encontrar una que funcione.
Los tratamientos pueden incluir:
- Entrenamiento de habilidades sociales: esto puede requerir que se realice en grupos o sesiones individuales, los terapeutas intentarán demostrarle a su hijo cómo interactuar con los demás y expresarse de maneras más apropiadas y aceptadas socialmente.
- Terapia del habla y el lenguaje: esto ayuda de forma significativa a mejorar las habilidades de comunicación. Por ejemplo, aprenderá a usar un patrón normal de arriba hacia abajo cuando habla en lugar de un tono plano.
- Terapia cognitiva-conductual (TCC): le ayuda a cambiar su forma de pensar, para que pueda controlar mejor sus emociones y comportamientos repetitivos. Él será capaz de manejar cosas como explosiones, derrumbes y obsesiones.
- Educación y entrenamiento para padres: usted aprenderá muchas de las mismas técnicas que le enseñan a su hijo para que pueda trabajar en habilidades sociales con él en casa. Algunas familias también ven a un consejero para ayudarlas a lidiar con los desafíos de vivir con alguien con Asperger.
- Análisis de comportamiento aplicado: es una técnica que fomenta las habilidades sociales y de comunicación positivas en su hijo, también desalienta el comportamiento que prefiere no ver. El terapeuta usará elogios u otro «refuerzo positivo» para obtener resultados.
En cuanto a las medicinas, no hay ningún medicamento aprobado por la FDA que trate específicamente los trastornos del espectro autista o de Asperger.
Sin embargo, algunos medicamentos pueden ayudar con los síntomas relacionados, como la depresión y la ansiedad. Su médico puede recetarle algunos de estos:
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
- Medicamentos antipsicóticos.
- Medicamentos estimulantes.
Con el tratamiento adecuado, su hijo puede aprender a controlar algunos de los desafíos sociales y de comunicación que enfrenta. Será capaz de ir bien en la escuela y tener éxito en la vida.
El Asperger a veces viene con talentos especiales
Muchas personas con síndrome de Asperger ven sus síntomas como regalos. Algunos atributos positivos que distinguen a estas personas incluyen:
- Un alto coeficiente de inteligencia.
- La capacidad de enfocarse en algo intensamente.
- Una notable memoria de memoria.
- Un sentido del humor único.
- Una gran estima por la equidad y la honestidad.
Muchas personas con Asperger tienen talentos y habilidades especiales. Hay muchos adultos con este trastorno que son abogados, médicos, artistas, autores, profesores y educadores exitosos.
De hecho, algunas personas con Asperger se sienten ofendidas por la idea de que sus síntomas deben ser «tratados» o «curados»
El Asperger no es un trastorno de talla única para todos
No hay dos personas con Asperger que sean exactamente iguales. El trastorno se manifiesta de varias maneras y muchas personas experimentan síntomas diferentes a los demás. Algunos sólo tienen problemas leves, mientras que otros enfrentan grandes desafíos.
La principal lección para los padres es ver a un profesional si su hijo experimenta signos o síntomas inusuales que pueden indicar que tiene un trastorno del espectro autista. Esto puede asegurar un diagnóstico más preciso y rápido que permita un tratamiento más adecuado para ayudarlos a sobrellevar sus dificultades de mejor manera.