Es un desorden raro del esófago, el tubo que lleva los alimentos desde la garganta hasta el estómago.
Se caracteriza por agrandamiento del esófago, alteración de la capacidad para empujar los alimentos hacia el estómago (peristalsis) y falta de relajación del músculo en forma de anillo en la parte inferior del esófago, el esfínter esofágico inferior.
El trabajo del esófago es mover comida de la boca al estómago. Cuando se padece de acalasia, este proceso ocurre muy lentamente o no ocurre en lo absoluto.
Como resultado de esto, la comida regresa al esófago y causa muchos efectos secundarios desagradables, como regurgitación y dolor en el pecho.
La acalasia es un trastorno de la motilidad esofágica, lo que significa que hay un problema con los músculos y los nervios responsables de mover los alimentos a lo largo de su tracto digestivo.
Cuando tienes acalasia, una de estas dos cosas está sucediendo:
- No se puede coordinar la actividad muscular para mover alimentos y líquidos desde su esófago hacia su estómago.
- La válvula al final de su esófago (válvula esofágica inferior) no se abre del todo o no se abre lo suficiente para permitir que la comida se vacíe en el estómago.
Causas
Algunos estudios muestran que el daño a las células nerviosas en su sistema nervioso involuntario es responsable de la enfermedad.
Este daño causa una respuesta autoinmune. Las células de su cuerpo atacan las capas musculares de su esófago, lo que deteriora lentamente el tejido.
Otras teorías sobre la causalidad plantean que una infección, la herencia o la presencia de una anormalidad en el sistema inmune hacen que se produzca un daño en el esófago.
La acalasia tiene sus efectos en los músculos y en los nervios del esófago, no obstante, se piensa que los efectos en los nervios tienen mayor importancia.
Cuando se inicia la acalasia, se observan algunas inflamaciones de los músculos del esófago inferior muy cercanos a los nervios.
Cuando la enfermedad avanza, los nervios por lo general se degeneran, sobretodo aquellos que hacen que el esfínter esofágico se relaje.
Mientras la enfermedad progresa, las células que conforman los músculos comienzan a degenerarse, esto debido al daño que padecen los nervios.
Estos cambios dan como resultado que el esfínter inferior no puede relajarse y el músculo en el cuerpo esofágico no puede ejecutar las ondas peristálticas.
Cuando avanza la enfermedad, el cuerpo del esófago se estira y se agranda, dilatándose.
Síntomas de la acalasia
La acalasia es un problema persistente, lo que significa que experimenta síntomas todo el tiempo durante meses o incluso años.
Los síntomas comúnmente ocurren durante o después de una comida y pueden incluir:
- Dificultad o incomodidad durante la deglución (disfagia).
- Acidez estomacal.
- Sensación de que la comida está pasando muy lentamente a través del esófago.
- Dolor en el pecho tipo espasmo que viene y se va.
- Molestia en el pecho por la dilatación esofágica y retención de alimentos.
- Regurgitación repentina de alimentos no digeridos y saliva.
- Pasar un largo tiempo para poder terminar una comida porque esta se mueve a través del esófago muy lentamente.
- Pérdida de peso debido a la reducción de la ingesta de alimentos.
No todas las personas experimentan todos estos síntomas, pero la mayoría de las personas que tienen acalasia experimentan dificultad para tragar.
La acalasia es una enfermedad progresiva, por lo que sus síntomas empeorarán con el tiempo.
Diagnóstico
El diagnóstico de la acalasia se realiza a menudo sobre la base de la historia médica.
Los pacientes generalmente refieren un avance o empeoramiento en la deglución (disfagia) tanto para los alimentos sólidos como los líquidos durante un largo período desde muchos meses hasta años.
Se observa regurgitación de la comida, un dolor en el pecho o la pérdida de peso.
En raras ocasiones, el primer síntoma que se presenta es la neumonía por aspiración.
Este retraso en el diagnóstico es desafortunado ya que el tratamiento temprano, antes de que se produzca la dilatación del esófago, puede prevenir una dilatación esofágica y las posibles complicaciones.
La disfagia, en la acalasia, habitualmente ocurre con los alimentos sólidos y con los líquidos, pero en la estenosis esofágica y en el cáncer, la disfagia se presenta solo con alimentos sólidos, y solo se dificulta con los líquidos, con la progresión de la estenosis.
Se deben examinar todos los aspectos de la afección utilizando técnicas como:
Estudios de rayos X
El diagnóstico de acalasia generalmente se realiza mediante un estudio de rayos X, en el cual se toman radiografías de vídeo del esófago después de ingerir el bario.
El bario llena el esófago y se puede observar el vaciado del bario en el estómago.
En el caso de la acalasia, este estudio muestra un esófago dilatado, con un estrechamiento del extremo inferior.
Manometría esofágica
La manometría esofágica, muestra específicamente las anomalías de la función muscular, las cuales son muy comunes en la acalasia, es decir, la falla del músculo del cuerpo esofágico se contrae al tragar y el esfínter esofágico inferior se relaja.
En un paciente que padece de acalasia, no se observan las ondas peristálticas en la mitad inferior del esófago, y la presión dentro del esfínter esofágico contraído no se relaja con la deglución.
Endoscopia
La endoscopia es un procedimiento útil en el diagnóstico de la acalasia, en este procedimiento se introduce un tubo de fibra óptica flexible que posee una cámara y una luz en su extremo.
Esta cámara proporciona una visualización directa en el interior del esófago.
Los primeros hallazgos endoscópicos de la acalasia es la resistencia que opone el esófago a medida que el endoscopio pasa al estómago, causado por una alta presión que existe en el esfínter esofágico inferior.
Con la evolución de la enfermedad, la endoscopia puede revelar un esófago dilatado y deficiencia y falta de las ondas peristálticas.
Con la endoscopia se excluye la presencia del cáncer de esófago, úlceras, inflamación e infecciones.
También se puede tomar una muestra de tejido (biopsia) y examinarla bajo un microscopio.
Existen dos afecciones que pueden simular la acalasia: el cáncer de esófago y la enfermedad del mal de Chagas.
La enfermedad del mal de Chagas es una infección causada por el parásito, Trypanosoma cruzi, que se presenta principalmente América Central y del Sur.
Tratamiento para la acalasia
Dentro de los fines para los tratamientos de la acalasia se incluyen:
- Ayudar a que la válvula esofágica inferior se abra correctamente.
- Mejorar la capacidad del esófago para vaciarse por completo.
El tratamiento puede incluir:
Inyecciones de toxina botulínica: inyectar cantidades muy pequeñas de Bótox en los músculos del esófago, ayuda a relajarse, permitiendo que los alimentos pasen con facilidad.
El tratamiento se realiza a través de una inyección endoscópica de Bótox en el esfínter inferior, es un tratamiento rápido, no quirúrgico y no requiere de hospitalización.
El tratamiento es seguro, aunque sus efectos sobre el esfínter a menudo duran solo meses, y pueden necesitarse de inyecciones adicionales con la toxina.
Este procedimiento es una buena opción para los pacientes de edad avanzada o que poseen un alto riesgo en la cirugía, como, pacientes con afecciones cardíacas o pulmonares severas.
Esto también permite a aquellos pacientes que han perdido mucho peso, comer mejorando su estado nutricional antes de realizar el tratamiento «permanente» con cirugía. Reduciendo las complicaciones postquirúrgicas.
Dilatación neumática: con un endoscopio, se coloca un balón en la abertura de la válvula esofágica inferior y se expande. Esto afloja los músculos y ensancha la abertura de su esófago para permitir que los alimentos pasen. El esfínter esofágico inferior también puede tratarse directamente mediante dilatación forzada.
La dilatación del esfínter esofágico inferior se realiza mediante la introducción de un tubo con un globo al final, este se coloca con la ayuda de rayos X. El objetivo es estirar, en realidad, rasgar, el esfínter. Si la dilatación no es exitosa, el esfínter aún puede tratarse quirúrgicamente.
La complicación de la dilatación es la ruptura del esófago. Un 50% de las rupturas pueden sanar sin necesidad de cirugía, los pacientes que no requieren de cirugía deben ser monitoreados de cerca y tratados con antibióticos. La cirugía puede además de reparar la ruptura, tratar de forma permanente la acalasia con esofagomiotomía.
Miotomía endoscópica por vía oral: este procedimiento innovador y mínimamente invasivo ayuda a abrir el esófago y no deja cicatrices. La cirugía se realiza a través de una incisión abdominal con una laparoscopia. Este abordaje laparoscópico se usa con la acalasia no complicada.
Dieta: no existe una dieta específica para tratar la acalasia, aunque las alteraciones en la dieta a menudo son hechas por los pacientes a medida que aprenden qué alimentos parecen pasar más fácilmente.
Por lo general, los alimentos más líquidos pasan más fácilmente, y los pacientes a veces beben más agua con sus comidas.
Al principio de la progresión de la enfermedad, pueden encontrar que los líquidos carbonatados ayudan a que la comida pase, probablemente debido al aumento de la presión intraesofágica causada por la carbonatación que «empuja» los alimentos a través del esfínter.
Si la pérdida de peso es considerable, se deben suplementar los alimentos con un complemento dietético líquido que esté completo, es decir, que contenga todos los nutrientes necesarios para prevenir la desnutrición.
Medicamentos orales: los medicamentos orales es posible que solo brinden alivio a corto de los síntomas de la acalasia, presentándose también el inconveniente de que muchos pacientes experimentan efectos secundarios con el uso de los medicamentos.