También conocida como osteoartritis, es una enfermedad que afecta las articulaciones.
Las superficies dentro de las articulaciones se dañan por lo que no se mueven tan bien como deberían.
Cuando una articulación desarrolla la osteoartritis, la parte del cartílago que cubre los extremos de los huesos se convierte en áspera gradualmente y se vuelve más fina.
El hueso en el borde de la articulación crece hacia el exterior, formando espolones óseos llamados osteofitos.
La membrana sinovial (la capa interna de la cápsula articular que produce el líquido sinovial) puede espesarse y hacer que el exceso de líquido hinche la articulación.
Asimismo, la cápsula y los ligamentos (bandas resistentes que mantienen los huesos) se espesan lentamente y se contraen para que la articulación sea más estable.
Efectos de la artrosis degenerativa en el cuerpo
Las rodillas, las caderas, las manos, la parte baja de la espalda y el cuello son las más afectadas, pero la osteoartritis puede ocurrir en cualquier articulación.
Las rodillas
Normalmente, ambas rodillas se ven afectadas, a menos que la artrosis degenerativa haya sido causada por una lesión u otra condición.
Habrá dolor al caminar, especialmente cuesta arriba.
Las rodillas pueden bloquearse en su posición, lo que dificulta el enderezamiento de la pierna. La rodilla puede hacer un sonido suave y rallado cuando se usa.
Las caderas
Cualquier cosa que requiera el movimiento de la articulación de la cadera causa problemas, como subirse o bajarse de un automóvil o ponerse los zapatos y las medias.
El dolor en la cadera es común, pero algunos pacientes con artrosis degenerativa en las caderas experimentan dolor en la rodilla en lugar de en la cadera o, con menos frecuencia, en los muslos, los tobillos y las nalgas.
El dolor a menudo se siente al caminar, pero puede estar presente cuando descansa.
Las manos
La artrosis degenerativa puede afectar:
- La base del pulgar.
- La articulación superior de los dedos, más cercana a la uña.
- La articulación media de los dedos.
Los dedos pueden estar rígidos, hinchados y dolorosos. Se pueden desarrollar protuberancias en las articulaciones de los dedos.
En algunos casos, el dolor en los dedos disminuye y eventualmente desaparece, mientras que la hinchazón y las protuberancias permanecen.
Los dedos pueden doblarse ligeramente hacia los lados en las articulaciones afectadas. En la parte posterior de los dedos pueden aparecer bultos llenos de líquido o quistes. Estos son a menudo dolorosos.
Se puede desarrollar una protuberancia donde la base del pulgar se une a la muñeca. Esto puede hacer que escribir, girar las llaves y abrir las tapas de las ventanas sea difícil y doloroso.
Si la rigidez y la hinchazón de la articulación duran más de 2 semanas, la persona debe consultar a un médico.
Aquellos que ya están tomando medicamentos para la artrosis degenerativa deben comunicarse con un profesional de la salud si experimentan náuseas, estreñimiento, somnolencia, malestar abdominal o heces negras o alquitranadas.
Causas de la artrosis degenerativa
Hay muchos factores que pueden aumentar el riesgo de la osteoartritis:
Edad: la osteoartritis se inicia a partir de los 40 años de edad en adelante. No entendemos completamente por qué es más común en las personas mayores, pero podría ser debido a que debilita los músculos y el cuerpo es menos capaz de curarse a sí mismo.
Género: para la mayoría de las articulaciones, especialmente las rodillas y las manos, la artrosis degenerativa es más común y más grave en las mujeres.
Obesidad: el sobrepeso es un factor importante en la causa de la artrosis degenerativa, especialmente en la rodilla.
Lesiones en la articulación: una lesión grave o la operación de una articulación puede conducir a la osteoartritis. La actividad normal y el ejercicio no causan la osteoartritis, pero haciendo actividades físicas muy exigentes, puede aumentar el riesgo.
Los factores genéticos: la osteoartritis Nodal, que afecta especialmente a las manos de las mujeres de mediana edad, se presenta fuertemente en familias, aunque aún no está claro qué genes están involucrados.
Y algunas formas raras de la artrosis, que se inician a edades más tempranas están vinculadas con los genes que afectan el colágeno (una parte esencial del cartílago).
Los factores genéticos juegan un papel menor, pero sigue siendo importante en la osteoartritis de la cadera y la rodilla.
Factores de riesgo
La artrosis degenerativa es más común entre las mujeres que en los hombres, especialmente después de los 50 años.
Es más probable que los síntomas aparezcan después de los 40 años, pero puede afectar a las personas más jóvenes después de un golpe traumático o una lesión deportiva, especialmente en la rodilla, o como resultado de otra afección articular.
Tener defectos en las articulaciones o cartílagos desde el nacimiento aumenta significativamente el riesgo de desarrollar eventualmente osteoartritis.
La obesidad ejerce una mayor presión sobre las articulaciones que soportan peso y aumenta el riesgo.
Los trabajos que involucran movimientos repetitivos en una articulación en particular hacen que la artrosis degenerativa sea más probable.
Algunas enfermedades y afecciones que aumentan la posibilidad de desarrollar artrosis degenerativa son:
- Gota.
- Artritis Reumatoide.
- Enfermedad de Paget del hueso.
- Artritis séptica.
- Mala alineación de la rodilla, cadera y tobillo o desigualdad en la extremidad.
Los factores genéticos hereditarios pueden jugar un papel en el 50 y el 65 por ciento de los casos de artrosis de mano, cadera y rodilla, pero los genes exactos aún no se han identificado.
La dieta puede jugar un papel La investigación sugiere que las personas con un nivel más bajo de ingesta de vitamina D tienen un mayor riesgo de artrosis degenerativa, mientras que en aquellas con un bajo consumo de vitamina C, la enfermedad puede progresar más rápidamente.
Los niveles bajos de vitamina K y selenio también pueden contribuir, pero todos estos factores dietéticos necesitan más investigación para confirmar su relevancia.
Síntomas de la artrosis degenerativa
Los síntomas de la osteoartritis pueden incluir:
- Dolor.
- Rigidez.
- Sensación de rozamiento o fricción (crepitación) al mover la articulación.
- Hinchazón dura o blanda.
- Anormalidad en el uso de las articulaciones, lo que puede hacer difícil ciertas actividades (por ejemplo, subir escaleras).
Diagnóstico
Un médico le preguntará al paciente sobre los síntomas y le realizará un examen físico.
No hay una prueba definitiva que pueda diagnosticar la artrosis degenerativa, pero las pruebas de imagen pueden mostrar si se ha producido daño.
Las pruebas pueden incluir:
Rayos X: estos pueden revelar espolones óseos alrededor de una articulación, o un espacio angosto dentro de una articulación, lo que sugiere que el cartílago se está rompiendo.
Imagen de resonancia magnética: esto puede ayudar al médico a determinar qué causa el dolor.
Análisis de líquido articular: también conocido como artrocentesis, esto implica el uso de una aguja estéril para extraer el líquido de una articulación inflamada, para su análisis en un laboratorio.
Si hay cristales de ácido úrico, esto puede indicar gota. Esta prueba también puede determinar si hay inflamación o una infección.
Los análisis de sangre: pueden ayudar a descartar otras afecciones, como la artritis reumatoide.
Tratamiento de la artrosis degenerativa
No existe cura para la artrosis degenerativa, pero el tratamiento puede ayudar a aliviar los síntomas y mantener el movimiento articular.
Las intervenciones incluyen ejercicio, terapia manual, modificación de estilo de vida y medicamentos.
Medicamentos
La medicación no puede revertir el daño, pero puede ayudar a reducir el dolor.
Acetaminofeno (paracetamol, Tylenol): estos pueden aliviar el dolor en pacientes con síntomas leves a moderados.
Las dosis altas pueden causar daño hepático, especialmente si el paciente consume alcohol regularmente, por lo que es importante seguir la dosis recomendada.
El acetaminofeno también puede afectar el funcionamiento de otros medicamentos, por lo que es importante que los pacientes le informen al médico si lo están tomando.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE): si el paracetamol no es eficaz para controlar el dolor, el médico puede prescribir un analgésico más fuerte, que puede incluir ibuprofeno, aspirina o diclofenaco.
Algunos AINE tópicos se pueden aplicar directamente sobre la piel de las articulaciones afectadas.
Algunos AINE tópicos de venta libre (OTC) son muy efectivos para reducir el dolor y la inflamación en las articulaciones de las rodillas o las manos.
Los pacientes deben consultar con su médico acerca de tomar AINE´s, ya que no son adecuados para algunas personas, por ejemplo, las que tienen asma o una úlcera péptica.
Tramadol (Ultram): este es un analgésico recetado que no reduce la hinchazón pero proporciona un alivio efectivo del dolor con menos efectos secundarios que los AINE.
Por lo general, se usa para los brotes agudos a corto plazo y se puede prescribir junto con el paracetamol para un alivio del dolor más potente.
Codeína: esto puede ayudar con síntomas más severos.
Existe un riesgo de dependencia, pero en casos de dolor intenso, esta puede ser una opción. Los efectos secundarios pueden incluir estreñimiento y somnolencia.
Crema de capsaicina: este medicamento bloquea los nervios que envían mensajes de dolor. Puede ayudar a los pacientes con artrosis degenerativa en sus manos o rodillas que no responden bien a los AINE tópicos.
El alivio del dolor no es inmediato, y puede tomar de 2 semanas a un mes para que el medicamento tenga efecto completo.
Se aplica una pequeña cantidad de crema de capsaicina a las articulaciones afectadas cuatro veces al día y no más de una vez cada 4 horas.
La primera aplicación puede provocar una sensación de ardor, pero, después de algunos usos, esa sensación desaparece.
La crema de capsaicina está hecha de chiles. Si entra en contacto con los ojos, la boca, la nariz o los genitales, no habrá daño, pero probablemente causará dolor. No debe aplicarse a la piel rota o inflamada, y las manos deben lavarse después del uso.
Evite tomar un baño caliente o una ducha antes o después de aplicar la crema.
Inyecciones intraarticulares de cortisona: el dolor intenso se puede tratar inyectando un medicamento, generalmente un corticosteroide, directamente en el sitio de la articulación.
Estos son eficaces para aliviar el dolor y la hinchazón, pero normalmente se pueden aplicar solo una vez cada 4 meses en una sola articulación.
Demasiadas inyecciones intraarticulares pueden dañar la articulación, y el uso excesivo de corticosteroides aumenta el riesgo de osteoporosis y otros efectos adversos.
Terapia física
La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS): aplica una corriente eléctrica a través de la piel. Controla el dolor adormeciendo algunas de las terminaciones nerviosas de la médula espinal. Una unidad de TENS generalmente se conecta a la piel usando dos o más electrodos.
La termoterapia: utiliza temperaturas cálidas y frías para ayudar a reducir el dolor y la rigidez en las articulaciones.
Se puede aplicar una botella de agua caliente llena de agua fría o caliente, o compresas frías y calientes, en el área afectada. Los paquetes fríos y calientes se pueden enfriar en un congelador o calentar en un microondas.
La terapia manual: es realizada por un fisioterapeuta. Las técnicas de estiramiento ayudan a mantener las articulaciones flexibles. No utilizar la articulación afectada puede debilitar los músculos, empeorando aún más la rigidez de la osteoartritis.
Problemas con las extremidades inferiores
Las personas cuyas caderas, rodillas o pies están afectados pueden beneficiarse de calzado especial o plantillas de zapatos.
Algunas suelas amortiguadoras pueden reducir la presión sobre las articulaciones. Plantillas especiales pueden ayudar a distribuir el peso corporal de manera más equitativa.
El uso de aparatos ortopédicos para las piernas, o sostener un bastón en el lado opuesto del cuerpo a la pierna afectada, puede ayudar.
Una férula puede ayudar al paciente a descansar una articulación dolorosa. Una férula es una pieza de material rígido que proporciona un soporte para las articulaciones o los huesos.
Cirugía
La cirugía generalmente no es necesaria, pero puede ser útil si la artrosis degenerativa afecta las caderas, las rodillas, las articulaciones y la base de los pulgares.
Por lo general, solo se recomienda si otras terapias han sido ineficaces o si una de las articulaciones está severamente dañada.
Ejemplos incluyen:
Artroplastia o reemplazo total de la articulación: las partes dañadas se extirpan quirúrgicamente y se inserta una prótesis o articulación artificial, hecha de metal y plástico.
Las articulaciones más comúnmente reemplazadas son las articulaciones de cadera y rodilla, pero los implantes también pueden reemplazar las articulaciones en el hombro, dedo, tobillo y codo.
La artroplastia generalmente es efectiva, mejora la apariencia y la función y permite que el paciente use la articulación de forma activa y sin dolor.
Existe un pequeño riesgo de infección y sangrado. A veces, una articulación puede aflojarse o desgastarse, y eventualmente necesita ser reemplazada.
Artrodesis: la articulación puede realinearse, estabilizarse o fijarse quirúrgicamente para promover una fusión ósea. Esto aumenta la estabilidad y reduce el dolor.
Si la articulación del tobillo está fusionada, el paciente podrá subir de peso sin dolor, pero no tendrá flexibilidad.
Osteotomía: el cirujano agrega o extrae una pequeña sección del hueso por encima o por debajo de la articulación de la rodilla. Esto puede realinear la pierna para que el peso del paciente ya no se enfoque en la parte dañada de la articulación.
Se puede usar en pacientes que son demasiado jóvenes para la cirugía de reemplazo de rodilla.
La osteotomía puede ayudar a aliviar los síntomas significativamente, pero la cirugía de reemplazo de rodilla puede ser necesaria más adelante.
Consejos
Una gama de estrategias puede ayudar a aliviar los síntomas de la artrosis degenerativa. Un médico o fisioterapeuta puede ofrecer consejos sobre los cambios en el estilo de vida.
Ejercicio y control de peso
El ejercicio es una parte clave del tratamiento de la artrosis degenerativa. Esto puede ayudar a mantener al paciente en movimiento, prevenir el aumento de peso, desarrollar músculos y reducir el estrés.
Los pacientes pueden hacer ejercicio en casa o en un gimnasio, muchos de los cuales tienen la facilidad de ayudar a las personas con artritis.
El paciente debe seguir el programa cuidadosamente y hacer los ejercicios apropiados de la manera correcta, para evitar daños.
El plan probablemente se centrará en mejorar:
- Flexibilidad y rango de movimiento.
- Fuerza y tono muscular.
- Estado físico y resistencia, por ejemplo, nadando, caminando o montando en bicicleta.
Hacer ejercicio en una piscina, es una buena manera de evitar ejercer una presión adicional sobre las articulaciones.
El ejercicio también puede ayudar al paciente a perder peso, reduciendo el estrés en las articulaciones, especialmente en las extremidades inferiores.
Dispositivos de ayuda
Otras formas de controlar los síntomas incluyen ajustes en los muebles, como levantar una silla y dispositivos para las actividades diarias, por ejemplo, una palanca que facilita la apertura de un grifo.
Un fisioterapeuta puede aconsejar sobre lo que está disponible.
Posibles complicaciones
Los problemas de movilidad pueden provocar estrés y un mayor riesgo de tropiezos y caídas, con lesiones posteriores.
El trabajo puede llegar a ser difícil, lo que lleva a la frustración, irritabilidad y depresión. Un terapeuta ocupacional puede ayudar, y los empleadores a veces pueden hacer ajustes.
La artritis séptica es una inflamación de las articulaciones causada por bacterias. La cirugía de reemplazo articular aumenta ligeramente el riesgo de infección.
Esta es una emergencia médica, y la hospitalización es necesaria. El tratamiento consiste en medicamentos antibióticos y drenaje del líquido de la articulación infectada de la articulación.