Congestión Visceral: Causas, Síntomas, Diagnóstico, Tratamiento y Complicaciones

vasodilatación

Es el resultado de una lesión capilar anóxica que provoca vasodilatación.

Debido a esta vasodilatación se puede almacenar gran volumen de sangre en los órganos.

Este tipo de lesión es provocada en la mayoría de los órganos por falta de oxigeno, lo cual produce un mecanismo compensatorio, muchas veces inútil, como lo es el ensanchamiento de los vasos capilares (sanguíneos).

En la mayoría de los casos existe estasis; por lo que los órganos comienzan a sufrir una serie de procesos hasta que se origina la muerte del tejido por la falta de oxigeno.

La congestión visceral es entonces una cantidad aumentada de sangre en los vasos de un órgano o un tejido en el cuerpo, y se produce cuando la sangre se acumula en los vasos sanguíneos porque no puede salir correctamente de un órgano.

Este tipo de congestión también se le conoce como hiperemia pasiva y puede afectar órganos como el hígado, el corazón y los pulmones, entre otros.

Causas de la congestión visceral

La congestión visceral es un exceso de sangre venosa y es el resultado de una distensión de una vena debido a alguna obstrucción en el flujo de salida de la sangre.

Esta afección es comúnmente debido a la obstrucción por la presión del flujo de sangre arterial en una parte.

Esto puede deberse a un vendaje apretado, a la presión de un tumor, a los trombos o émbolos, o a cambios en la pared del vaso, por una obstrucción dentro de las venas o capilares o por un engrosamiento de sus paredes.

Una parte se vuelve cianótica, inflamada, edematosa, más fría de lo normal y su función es menor.

La tasa de flujo de sangre se reduce. El edema se debe al escape de líquido de la sangre. Si es grave, pueden escapar los corpúsculos rojos.

La congestión visceral en general es producto de enfermedades como:

  • Insuficiencia cardíaca o insuficiencia ventricular.
  • Trombosis venosa profunda.
  • Neumonía.
  • Trombosis de la vena hepática o síndrome de Budd-Chiari.

Síntomas de la congestión visceral

Congestión visceral del hígado

La congestión visceral conduce a una estasis de sangre centrilobular que llena la vena central y los sinusoides que la rodean.

Si la congestión se desarrolla repentinamente y se retiene una gran cantidad de sangre en el hígado, los hepatocitos centrilobulares sufrirán necrosis.

En la congestión pasiva crónica, los hepatocitos mueren y son reemplazados por tejido fibroso.

La superficie del hígado en tales casos tiene la apariencia de una nuez moscada.

La fibrosis puede progresar y el hígado de nuez moscada se puede transformarse en cirrosis.

Congestión visceral de los pulmones

La congestión visceral de los pulmones suele ser una consecuencia de la insuficiencia cardíaca izquierda.

Se acompaña de la extravasación de glóbulos rojos en los espacios alveolares. Estos glóbulos rojos se deshacen y son absorbidos por macrófagos, que pueden ser expectorados como “células de insuficiencia cardíaca”.

Los macrófagos también entran en los espacios intersticiales, donde pueden morir o estimular los fibroblastos para producir colágeno.

Congestión visceral del corazón

El estancamiento prolongado de la sangre conduce a la dilatación de las venas (varices) y capilares.

Los glóbulos rojos se escapan de los capilares y mueren en los tejidos intersticiales de la subcutánea.

La isquemia crónica de la piel impide la cicatrización de lesiones traumáticas menores y se forman úlceras, las cuales por estasis tienden a curarse lentamente o no se curan en absoluto.

Se observa falta de aliento acompañada de tos o sibilancia y latidos cardíacos acelerados.

Diagnóstico

Se realiza una historia clínica con especial énfasis de las enfermedades subyacentes conocidas, acompañada de un examen físico.

Para el diagnóstico básico se puede recomendar pruebas de imágenes como una ecografia doppler, entre otros.

Tratamiento de la congestión visceral

La congestión visceral en sí no se trata, porque es solo un signo de una afección subyacente. El tratamiento se realiza abordando las causas de las enfermedades subyacentes, como presión arterial, diabetes entre otras con tratamientos como:

  • Dieta saludable.
  • El ejercicio diario.
  • Medicamentos como inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina y los bloqueadores beta.
  • Anticoagulantes, como heparina o warfarina.
  • Medicamentos para tratar la diabetes.
  • Medicamentos para tratar la enfermedad hepática.

Complicaciones

Después de una congestión visceral prolongada, los tejidos sufrirán una degeneración grasa debido a la disminución de la nutrición, o incluso pueden aparecer necrosis y gangrena.

También puede haber algún aumento en la cantidad de tejido conectivo. La pigmentación de la hemoglobina escapada es frecuente.

Cuando se produce la estasis, los glóbulos sanguíneos se acumulan lentamente en los vasos más pequeños, se exuda el plasma y las células se empaquetan muy juntas.

Las alteraciones del sistema vasomotor pueden provocar lesiones marcadas.

Si hay una buena circulación colateral, el área a la que va el vaso obstruido puede mostrar un cambio muy leve, pero si tal no es el caso, puede seguir un infarto.