Es un diagnóstico relativamente nuevo que combina los diagnósticos de distimia y trastorno depresivo mayor crónico.
El trastorno depresivo persistente, es una forma de depresión crónica.
Al igual que otros tipos de depresión, la depresión crónica causa sentimientos continuos de profunda tristeza y desesperanza.
Estos sentimientos pueden afectar el estado de ánimo y comportamiento, así como las funciones físicas, incluido el apetito y el sueño del paciente.
Como resultado, las personas con el trastorno a menudo pierden interés en hacer actividades que alguna vez disfrutaron y tienen dificultades para terminar las tareas diarias.
Estos síntomas se observan en todas las formas de depresión.
En la depresión crónica, sin embargo, los síntomas son menos severos y más duraderos.
Pueden persistir durante años y pueden interferir con las actividades de la vida diaria y las relaciones personales.
La naturaleza de la depresión crónica también puede hacer que sea más difícil lidiar con los síntomas.
Sin embargo, una combinación de medicamentos y terapia de conversación puede ser efectiva en el tratamiento de la depresión crónica.
Síntomas de la depresión crónica
Dentro de los síntomas más frecuentes que presenta el paciente que sufre de depresión crónica se observan:
- Tristeza o estado de ánimo deprimido la mayor parte del día o casi todos los días.
- Pérdida del disfrute en cosas que alguna vez fueron placenteras.
- Cambio importante en el peso (ganancia o pérdida de más del 5% de peso en un mes).
- Insomnio o sueño excesivo casi todos los días.
- Estar físicamente inquieto o agotado de una manera que sea perceptible por los demás.
- Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.
- Sentimientos de desesperanza, inutilidad o culpa excesiva casi todos los días.
- Problemas con la concentración o toma de decisiones casi todos los días.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
Los síntomas de la depresión crónica son similares a los de la depresión.
Sin embargo, la diferencia clave es que la depresión crónica posee síntomas que ocurren en la mayoría de los días durante al menos dos años. Estos síntomas incluyen:
- Persistentes sentimientos de tristeza y desesperanza.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Bajo nivel de energía.
- Un cambio en el apetito.
- Dificultad para concentrarse.
- Indecisión.
- Una falta de interés en las actividades diarias.
- Disminución de la productividad.
- Autoestima baja.
- Una actitud negativa.
- Eludir actividades sociales.
Los síntomas de depresión crónica a menudo comienzan a aparecer durante la infancia o la adolescencia.
Los niños y adolescentes con depresión crónica pueden parecer irritables, malhumorados o pesimistas durante un período prolongado.
También pueden mostrar problemas de comportamiento, bajo rendimiento en la escuela y dificultad para interactuar con otros niños en situaciones sociales.
Sus síntomas pueden aparecer y desaparecer durante varios años, y la gravedad de los mismos puede variar con el tiempo.
Causas
Los especialistas no están seguros de qué causa distimia o depresión.
Los genes pueden desempeñar un papel importante, pero muchas personas afectadas, no tienen antecedentes familiares de depresión, y otras con antecedentes familiares no presentan problemas de depresión.
También se cree que participa el funcionamiento anormal en los circuitos cerebrales o en las vías de las células nerviosas que conectan diferentes regiones cerebrales, que regulan el estado de ánimo.
Los principales factores estresantes de la vida, las enfermedades crónicas, los medicamentos y los problemas de relación o de trabajo también pueden aumentar las posibilidades de distimia en personas biológicamente predispuestas a desarrollar depresión.
La causa de depresión crónica no se conoce. Ciertos factores pueden contribuir al desarrollo de la condición. En estas incluyen:
- Un desequilibrio químico en el cerebro.
- Un historial familiar de la condición.
- Un historial de otras condiciones de salud mental, como ansiedad o trastorno bipolar.
- Eventos de vida estresantes o traumáticos, como la pérdida de un ser querido o los problemas financieros.
- Enfermedad física crónica, como las enfermedades cardíacas o la diabetes.
- Trauma cerebral físico, como una conmoción cerebral.
Diagnóstico
Para hacer un diagnóstico preciso, el especialista primero realizará un examen físico.
Este también realizará análisis de sangre y otras pruebas de laboratorio para descartar posibles condiciones médicas que puedan estar causando sus síntomas.
Si no hay una explicación física para los síntomas, entonces se puede comenzar a sospechar que existe una condición de salud mental.
Se debe evaluar el estado mental y emocional actual del paciente y los síntomas que incluyen:
- Un estado de ánimo deprimido casi todos los días, durante la mayor parte del día.
- Tener poco apetito o comer en exceso.
- Dificultad para conciliar el sueño o quedarse dormido.
- Baja energía o fatiga.
- Baja autoestima.
- Poca concentración o dificultad para tomar decisiones.
- Sentimientos de desesperanza.
Para que los adultos sean diagnosticados con el trastorno, deben experimentar un estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, durante dos o más años.
Para que los niños o adolescentes sean diagnosticados con el trastorno, deben experimentar un estado de ánimo deprimido o irritabilidad la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos un año.
Obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento efectivo es un paso importante para sentirse mejor en los casos de depresión crónica.
Tratamiento de la Depresión crónica
El tratamiento para la depresión crónica, consiste en medicamentos y terapia de conversación.
Se cree que la administración de medicamentos es una forma más efectiva de tratamiento que la terapia de conversación cuando se usa solo.
Sin embargo, una combinación de medicamentos y terapia de conversación suele ser el mejor tratamiento.
Medicamentos:
La depresión crónica puede tratarse con varios tipos de antidepresivos, que incluyen:
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, como: fluoxetina (Prozac) y sertralina (Zoloft).
- Antidepresivos tricíclicos, como: Amitriptilina (Elavil) y amoxapina (Asendin).
- Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina, como: desvenlafaxina (Pristiq) y duloxetina (Cymbalta).
Es posible que se deban probar diferentes medicamentos y dosis para encontrar una solución efectiva para el paciente.
Esto requiere de tiempo y de paciencia, ya que muchos medicamentos tardan varias semanas en surtir pleno efecto.
Existen diferentes clases de antidepresivos disponibles para tratar la depresión crónica.
El especialista evaluará la salud física y mental, incluida cualquier otra afección médica del paciente, y luego encontrará el antidepresivo que le brinde al paciente mayor eficacia y beneficio con la mínima aparición de efectos secundarios.
Los antidepresivos pueden tomar varias semanas para funcionar completamente.
Deben tomarse durante al menos seis a nueve meses después de un episodio de depresión crónica.
Además, algunas veces puede tomar varias semanas suspender de manera segura un antidepresivo.
Solo el médico puede sugerir realizar un cambio en la dosificación o la medicación.
Nunca se debe dejar de tomar el medicamento según las indicaciones sin que el especialista lo ordene.
Detener el tratamiento repentinamente o perder varias dosis puede causar síntomas de abstinencia y empeorar los síntomas depresivos.
Terapia:
La terapia de conversación es una opción de tratamiento beneficiosa para muchas personas con depresión crónica. Una ayuda al paciente en los siguientes aspectos:
- Aprender a expresar los pensamientos y sentimientos de una manera saludable.
- Hacer frente a las emociones.
- Adaptarse a un reto de vida o a una crisis.
- Identificar los pensamientos, los comportamientos y las emociones que desencadenan o agravan los síntomas.
- Reemplazar las creencias negativas por las positivas.
- Recuperar la sensación de satisfacción y control en la vida.
- Establecer metas más realistas.
- La terapia de conversación se puede hacer individualmente o en grupo.
Los grupos de apoyo son ideales para aquellos que desean compartir los sentimientos con otras personas, que están experimentando problemas similares.
La psicoterapia o terapia de conversación se utiliza en la depresión crónica y en otros trastornos del estado de ánimo para ayudar a la persona a desarrollar las habilidades adecuadas para enfrentar la vida cotidiana y desafiar las afirmaciones erróneas negativas que tiene el paciente sobre si mismo.
La psicoterapia también puede ayudar a aumentar la adherencia a los medicamentos y la adopción de los hábitos de vida saludable, así como a ayudar al paciente conjuntamente con su familia a comprender el trastorno del estado de ánimo.
Pueden beneficiarse de la terapia todos los familiares o los miembros del grupo de apoyo.
Cambios en el estilo de vida:
La depresión crónica es una condición de larga duración, por lo que es importante participar activamente en su plan de tratamiento.
Hacer ciertos ajustes en el estilo de vida puede complementar los tratamientos médicos y ayudar a aliviar los síntomas. Estos cambios incluyen:
- Habituarse a hacer ejercicios al menos tres veces por semana.
- Adoptar una dieta que consista en gran parte, en alimentos naturales, como frutas y verduras.
- Evitar el consumo de las drogas y el alcohol.
- Visitar a un acupunturista.
- Tomar suplementos, incluidos la hierba de San Juan y el aceite de pescado.
- Practicar yoga, tai chi o meditación.
- Escribir en un diario las vivencias.
Los beneficios de los hábitos de vida saludable además de seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicios con regularidad, evitar el alcohol y el tabaquismo, y compartir con amigos cercanos y familiares para obtener un fuerte apoyo social.
Son los hábitos positivos e importantes para mejorar el estado de ánimo y el bienestar del paciente.
Para el tratamiento de la depresión crónica, los especialistas pueden recomendar psicoterapia o terapia de conversación, el uso de medicamentos como antidepresivos o una combinación de estas terapias.
Si bien la depresión crónica es una enfermedad grave, también es tratable.
Al igual que con cualquier enfermedad crónica, el diagnóstico precoz y el tratamiento médico pueden reducir la intensidad y la duración de los síntomas y también reducir la probabilidad de desarrollar un episodio de depresión mayor.
Perspectivas a largo plazo para personas que padecen de depresión crónica
- Por ser una enfermedad crónica, algunos pacientes nunca se recuperan por completo.
- El tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas, pero no resulta exitoso para todos.
- Algunas personas pueden continuar experimentando síntomas graves que interfieren con su vida personal o profesional.