Es una condición de la piel común y benigna que generalmente es causada por una infección bacteriana dermohipodérmica.
Resulta en la formación de úlceras en la piel, comúnmente en las extremidades inferiores.
Se considera como una forma de impétigo que afecta los tejidos más profundos de la piel.
Causas
El ectima es causado normalmente por las bacterias Staphylococcus aureus o Streptococcus pyogenes.
Es una afección común en niños pequeños, adultos mayores y personas inmunocomprometidas.
La infección ocurre en los tejidos o capas más profundas de la piel.
Por lo general, estas bacterias entran en la piel humana a través de cortes abiertos y heridas.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo asociados con Ectima pueden incluir:
- Los adultos mayores que padecen de diabetes mal controlada.
- Niños menores de 6 años, ya que su sistema inmune se encuentra en etapa de desarrollo.
- La presencia de escabiosis, una condición de la piel causada por los ácaros microscópicos.
- La presencia de dermatitis crónica (inflamación de la piel) heridas, picaduras de insectos, entre otros.
- Bajos estratos socioeconómicos, condiciones de pobreza crítica, asentamientos superpoblados.
- Desnutrición, especialmente en el caso de los niños.
- Contacto directo con una persona infectada; compartir toallas, ropa de cama y ropa de personas con la condición de la piel.
- Cualquier condición que cause una supresión del sistema inmunológico. Como el uso de medicamentos después de un trasplante de órganos o enfermedad crónica como el VIH.
- Impétigo severo que cuando el tratamiento no es proporcionado adecuadamente o el paciente no responde al tratamiento.
Un factor de riesgo aumenta las posibilidades de contraer una enfermedad, en comparación con un individuo que no presente los factores de riesgo. Algunos factores de riesgo son más importantes que otros.
Síntomas
Los signos y síntomas de Ectima pueden incluir:
- Se caracteriza por lesiones en forma de vesículas o pústulas que se rompen tempranamente y supuran pus.
- La lesión penetra más profundamente en la segunda capa de la piel.
- Después de la ulceración, la lesión de la piel desarrolla bien delimitada, como sacabocados, con bordes de tonos violáceos con el fondo necrótico y una costra amarilla suprayacente.
- El tamaño de la lesión puede variar en tamaño, la ulceración es de 0,5 a tres centímetros de diámetro.
- Pueden provocar picazón y dolor.
Las lesiones de ectima se observan comúnmente en las extremidades inferiores.
Puede involucrar los glúteos, el muslo, las piernas, las rodillas, el tobillo y los pies.
Diagnóstico
El diagnóstico del Ectima puede implicar:
- Evaluación completa de la historia clínica: Un examen físico exhaustivo, que incluye el examen de las lesiones y ampollas en la piel.
- Cultivo de tejido o fluidos de las heridas: Se puede realizar un cultivo para confirmar la presencia de bacterias y descartar otras causas de infección. En este cultivo, se recoge una pequeña cantidad de pus o líquido de una de las llagas y se envía al laboratorio para su análisis.
- Biopsia de piel: Se realiza una biopsia de piel y se envía a un laboratorio para un examen patológico. El patólogo examina la biopsia bajo un microscopio. Después de reunir los hallazgos clínicos, los estudios especiales sobre los tejidos y los hallazgos del microscopio, se logra un diagnóstico definitivo.
Debe realizarse el diagnóstico diferencial de las siguientes afecciones cutáneas o infecciones que presenten síntomas similares:
- Ectima gangrenoso.
- Infección por Rickettsia.
- Infección de la piel por Mycobacterium sp.
- Picaduras de insectos infectadas.
- Ántrax.
- Leishmaniasis.
Tratamiento
Las medidas de tratamiento para Ectima pueden incluir:
- Emplear medidas higiénicas, como mantener la piel limpia.
- Las áreas alrededor de las ampollas deben lavarse suavemente con jabón y agua corriente. Las costras húmedas y amarillas se pueden limpiar con peróxido de hidrógeno diluido con agua.
- Los antibióticos tópicos, como sulfato de cobre yodoclorohidroxiquinoleína (clioquinol), mupirocina o fusidato de sodio (ácido fusídico).
- Se prescriben antibióticos orales para infecciones diseminadas y antibióticos por vía intravenosa para infecciones graves como: dicloxacilina, amoxicilina con ácido clavulánico, cefalexina, azitromicina, clindamicina, penicilina G procaínica, penicilina benzatínica, eritromicina o tetraciclina.
- Cubrir las áreas afectadas con gasas o vendas sueltas, ayuda a reducir el riesgo de propagación de infecciones adicionales.
Los antibióticos son la base del tratamiento para Ectima. Además, mantener la higiene personal y la limpieza es importante para la resolución temprana de la condición.
Complicaciones
Las complicaciones de Ectima pueden incluir:
- Formación de cicatrices tras la resolución de las lesiones cutáneas.
- Aligeramiento (hipopigmentación) u oscurecimiento (hiperpigmentación) de la piel después de la resolución de la condición.
- Formación de gangrena en las lesiones, si las úlceras cutáneas graves no se tratan. Esto puede ser una situación médica de emergencia en pacientes diabéticos.
- Ganglios linfáticos regionales agrandados (linfadenopatía) que pueden ser dolorosos.
- Infección sistémica, cuando todo el cuerpo está involucrado o afectado.
- Recurrencia de la condición.
Pronóstico
El pronóstico de Ectima puede ser bueno con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado.
Pero, también depende de ciertos factores que incluyen la gravedad de la infección, el estado inmune del individuo afectado y la respuesta del paciente al tratamiento.
Las personas con un trastorno de inmunodeficiencia subyacente, los ancianos y los niños muy pequeños pueden verse más afectados.
Prevención
Las siguientes son algunas de las medidas de precaución para prevenir Ectima:
- Mantener la piel limpia y saludable.
- Los cortes, raspaduras, picaduras de insectos y heridas deben lavarse inmediatamente y aplicarse una pomada antibiótica para evitar una mayor propagación de la infección.
- Las llagas de ectima deben lavarse con agua corriente y jabón. El área afectada debe cubrirse ligeramente con una gasa para evitar la propagación de la infección.
- Se recomienda usar guantes mientras se aplica una pomada sobre las ampollas y lavarse las manos después de aplicar ungüento sobre las ampollas.
- Los artículos usados por la persona infectada, como toallas, ropa, cama, etc., deben lavarse o limpiarse todos los días.
- Evite compartir ropa, toallas, cama y cualquier otro elemento de las personas infectadas.
- Las uñas de los niños infectados deben cortarse para evitar una mayor infección por rascarse las ampollas.
- La aplicación de soluciones calmantes, como las que son a base de calamina o avena, en las lesiones puede reducir la picazón.
- Recibir tratamiento para cualquier condición médica subyacente que pueda disminuir la inmunidad en el individuo.
- Limpiar la piel con demasiada fuerza con productos químicos o jabones puede agravar la condición de la piel.