Embolia Pulmonar: Definición, Causas, Síntomas, Diagnóstico, Tratamiento y Prevención

coágulo de sangre

Es un coágulo de sangre que se produce en los pulmones.

Este coágulo cual puede dañar una parte del pulmón debido a un flujo sanguíneo restringido, disminuir los niveles de oxígeno en la sangre y dañar otros órganos.

Grandes o múltiples coágulos de sangre pueden ser fatales. El bloqueo puede ser potencialmente mortal, pero el tratamiento inmediato de emergencia aumenta considerablemente las posibilidades de evitar el daño permanente a los pulmones.

Causas de la embolia pulmonar

Los coágulos de sangre pueden formarse por una variedad de razones. Las embolias pulmonares son principalmente causadas por la trombosis venosa profunda, una condición en la que se forman coágulos sanguíneos en las venas profundas del cuerpo.

Los coágulos de sangre que con más frecuencia causan embolias pulmonares generalmente comienzan en las piernas o los brazos.

Factores de riesgo

  • Cáncer.
  • Antecedentes familiares de embolias.
  • Fracturas de la pierna o cadera.
  • Los trastornos genéticos coagulación de la sangre (hipercoagulabilidad), incluyendo el factor V Leiden, la mutación genética de protrombina, y los niveles elevados de homocisteína.
  • Antecedentes de ataques al corazón o un derrame cerebral.
  • Cirugías importantes.
  • Obesidad.
  • Un estilo de vida sedentario.

Síntomas de la embolia pulmonar

Los síntomas de una embolia pulmonar dependen del tamaño del coágulo y donde se aloja en el pulmón. El síntoma más común, es la falta de aire.

Este puede ser gradual o repentino. Otros síntomas de una embolia pulmonar incluyen:

  • Ansiedad.
  • Piel fría y húmeda o azulada.
  • Dolor en el pecho que puede extenderse en el brazo, la mandíbula, el cuello y el hombro.
  • Desmayo.
  • Latido del corazón irregular.
  • Aturdimiento.
  • Respiración rápida.
  • Latidos rápidos.
  • Inquietud.
  • Expectoración con sangre.
  • Pulso débil.

Diagnóstico de la embolia pulmonar

En algunos casos, una embolia pulmonar puede ser difícil de diagnosticar. Especialmente si se posee una enfermedad pulmonar o cardiaca subyacente, como el enfisema o la presión arterial alta.

Es por ello, que al momento de dirigirse al médico, es pertinente que pregunte acerca del estado de salud en que se encuentra y las condiciones preexistentes que pueda tener.

El médico normalmente realizará una o más de las siguientes pruebas para descubrir la causa de sus síntomas.

Radiografía de tórax: esta es una prueba no invasiva que permite a los médicos ver el corazón y los pulmones en detalle, así como problemas con los huesos que rodean los pulmones.

Electrocardiografía (ECG): esta prueba mide la actividad eléctrica del corazón.

Imágenes por resonancia magnética (IRM): este análisis utiliza ondas de radio y campos magnéticos para producir imágenes detalladas.

Tomografía computarizada (TC): esta exploración proporciona al médico la posibilidad de ver imágenes de cortes transversales de los pulmones.

La angiografía pulmonar: esta prueba consiste en hacer una pequeña incisión para que el médico puede guiar herramientas especializadas a través de las venas.

El médico le inyectará un tinte especial para que los vasos sanguíneos del pulmón se pueden ver en contraste.

Ecografía venosa dúplex: esta prueba utiliza ondas de radio para visualizar el flujo de la sangre y para comprobar si hay coágulos sanguíneos en las piernas.

Venografía: esta es una prueba de rayos X especializada en las venas de las piernas.

Tratamiento

El tratamiento de una embolia pulmonar depende del tamaño y la ubicación del coágulo de sangre.

Si el problema es menor y se detecta a tiempo, el médico puede recomendar medicamentos como tratamiento, algunos de ellos, pueden romper los pequeños coágulos.

Los fármacos que el médico puede prescribir para este tipo de casos son:

IMPORTANTE: nunca se automedique, siempre consulte a su médico de confianza.

Anticoagulantes: medicamentos como heparina y warfarina previenen la formación de nuevos coágulos en la sangre. Pueden salvar la vida en una situación de emergencia.

Disolventes de coágulos (trombolíticos): estos medicamentos aceleran la descomposición de un coágulo. Por lo general están reservados para situaciones de emergencia debido a los efectos secundarios, los cuales pueden incluir hemorragias peligrosas.

Procedimientos quirúrgicos

La cirugía puede ser necesaria para eliminar los coágulos problemáticos, especialmente aquellos que restringen el flujo sanguíneo a los pulmones o el corazón.

Filtro de vena: el médico hará una pequeña incisión, y a continuación, utilizara un alambre delgado para instalar un pequeño filtro en su vena cava inferior (la vena principal que conduce desde las piernas hacia el lado derecho del corazón).

El filtro evita la formación de coágulos de sangre que viajen desde las piernas a los pulmones.

La eliminación de coágulos: un tubo delgado llamado catéter succionará grandes coágulos de su arteria. No es un método totalmente eficaz debido a la dificultad, por lo que no siempre es un método preferido de tratamiento.

Cirugía abierta: los médicos utilizan la cirugía abierta sólo en situaciones de emergencia cuando una persona está en estado de shock o los medicamentos no están trabajando para romper el coágulo.

Atención de seguimiento

Después de recibir el tratamiento adecuado para una embolia pulmonar en el hospital, se le aconseja tratar la causa subyacente. Esta es típicamente una trombosis venosa profunda.

Lo más recomendado, es empezar a tomar medicamentos anticoagulantes como la heparina y la warfarina, para prevenir que los coágulos de sangre vuelvan a aparecer.

También puede ser necesario utilizar medias de compresión (similares a medias o calcetines muy apretados) u otro dispositivo para evitar la formación de coágulos en las piernas.

Hacer regularmente ejercicio en las piernas, es también un componente clave en la terapia después de haber sufrido una embolia pulmonar.

El médico dará instrucciones completas sobre cómo cuidar de sí mismo para prevenir futuros coágulos de sangre.

5 maneras de prevenir la embolia pulmonar

1. Diluyentes de sangre

Los médicos llaman a estos “ anticoagulantes ”. Evitan que la sangre forme coágulos. Es posible que su médico se los recete cuando esté en el hospital para una cirugía. También puede sugerir que sigas tomándolos durante un tiempo después de irte a casa.

Su médico también podría recomendar diluyentes de la sangre si ha sido hospitalizado después de un derrame cerebral o un ataque al corazón, o si tiene complicaciones del cáncer.

2. Medias de compresión

Estos son calcetines largos que aprietan tus piernas. La presión adicional ayuda a que la sangre se mueva por las venas y los músculos de las piernas.

Es posible que su médico le recomiende usarlos durante un tiempo después de la cirugía.

3. Ejercicio

Levántese de la cama y camine cuando tenga una larga estadía en el hospital o una enfermedad que lo haya mantenido en cama durante mucho tiempo.

Mantendrá la sangre en las piernas fluyendo para que no tenga oportunidad de acumularse.

4. Estiramiento durante los viajes

Si está en un vuelo largo, intente caminar por los pasillos cada 30 minutos aproximadamente.

Si no puedes pararte, flexiona los tobillos tirando de los dedos hacia ti.

Aquí hay otras técnicas que puedes hacer mientras estás sentado:

  • Tire de su pierna hacia su pecho con una mano.
  • Sostenga la parte inferior de esa pierna con la otra mano.
  • Mantenga esta postura durante 15 segundos, luego inténtelo con la otra pierna.
  • Haga esto hasta 10 veces por hora.

Si está conduciendo una distancia larga, deténgase cada hora y estire las piernas.

Además, asegúrese de tomar líquidos adicionales para mantenerse hidratado.

5. Cambios en el estilo de vida

Junto con el ejercicio, hay una serie de pasos que puede seguir adelante. Aquí hay algunos importantes:

  • Mantener un peso saludable.
  • Si planea tomar hormonas, para el control de la natalidad o terapia de reemplazo, hable con su médico sobre su riesgo de coágulos de sangre.
  • Si tiene otros problemas de salud, como diabetes o insuficiencia cardíaca, tome sus medicamentos, cuide lo que come y hable con su médico sobre cualquier cambio.
  • También hable con su médico si tiene antecedentes de enfermedad renal o ciertas enfermedades autoinmunes o antecedentes familiares de coágulos sanguíneos.
  • Si fumas, deja de hacerlo.